icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

De Prosti a CEO

Capítulo 5 Decisión difícil

Palabras:2118    |    Actualizado en: 30/07/2023

s en la casa su mamá, en una pequeña vivienda ubicada en Kensing

e a la hora de dormir; mas no me puedo quejar, por lo menos aquí tengo una cama donde dormir, aunque sea la misma que en la que duerme mi amiga, no importa; no importa que tod

enenosas a su hija: «¿Y esta cuando pretende irse?», es lo que he logrado leer en sus ojos odiosos. Señora amargada, ya su hija me ha contado que no tienen una buena relación, porque a cada rato se la pasa regañándola y criticando cada cosa que h

clases, Danna ya se encuentra en el baño y, mientras se está dando una ducha, yo me voy a la cocina y busco algo que pueda preparar para desayunar… No hay muchas opciones, la nevera solo hay un litro de leche

erta, Danna ya debe de haber salido del ba

da. De inmediato doy media vuelta buscándo

e flequillo sobre la frente, es exagerado, como

ella, llevo mis manos sobre su peinado y empiezo a acica

jador y no espelucarlo tanto par

bello poniendo un rostro un poco desilu

peinado de «Olivia

o cambiar a uno más moderno, ya sabes, lo qu

e yo igual debería

do de mi oreja y lo enrolla en su dedo índice—. Tu cabello es largo y rizado, l

de la casa, subimos al auto

para que les permita comparar los resultados de las tareas de hoy; en esta clase soy la más lista, aquí no hay nadie que me iguale en conocimientos de matemáti

e las secretarias de la dirección de la facultad. Las veo caminar frente al pizarrón como si fueran los ji

erd

icos —saluda

sía al saludo de la profesora,

etaria—, necesito que vengas conm

arto. Sacarme del aula de clases con todo y mochila es

a a termi

todos mis compañeros. Mis ojos buscan los de Danna y la encuentro observ

hacia donde está la secretaria mis manos empiezan a sudar y a sentirse más fr

ontrarnos caminando por el pas

De qué

ea, la recto

a de la rectora, ella toca dos veces sobre la madera de la puerta y desde el interior se escu

í le traje a

s sobre mí—… Por favor, pasa y toma asiento —ordena seña

que luce diferente a la última vez que la vi, está m

vo como aquella panza batalla por su

elicidades —alago con intenciones d

... Gracias a Dios

… ¡Qué c

trar su amabilidad, pero la vena qu

s de la lámpara me han

a reír n

e gorda, gorda está… Mejor vayamos al tema que nos compete, la razón p

se que tra

a al sentirme

y me gustaría poder hacer algo por usted, pero por ahora no hayo forma. Le hemos esperado durante un largo plazo para que pagara, por lo menos, la letra más atrasada

ara

S

nta libras esterl

pedirle ayuda

s no pueden, los pobres han sobrevivido gracias a una pequ

o podré permitirle qued

ra alguna. Aprieto los labios y bajo la mirada para que no note mis sollozos. Respiro hond

s hacerlo sin deudas y pagar todo, l

no bajo y tembloroso mient

empiezo a pensar en qué carajos hacer, si ninguna empresa quiere contratarme, si no hay forma de conseguir un préstamo… Estos últimos días he podido asistir a clases gracias a la mujer que me

eguir soportando las malas miradas de la mamá de mi amiga, tengo que tomar una decisión… Solo exi

a que podría pasarse por mi cabeza. Pero si me cuido de que alguien

a la biblioteca de la facultar, ¿para qué?, para buscar un directorio telefónico que me ayude a en

stá acomodada la bibliotecaria, me paro frente a ella e inmediatamente d

uda sonriente—… ¿En q

ito un directorio t

el interior de una de las gavetas del mueble que están frente a ella, deja

ienes,

da usar el teléfono? —pregunto señalando el teléfon

laro,

O

nocturnos que hay en Londres, me leo cada nombre para dar con aquella palabrita que tengo en mente y luego paso la página para continuar buscando; jamás pensé que existi

llado, así que empiezo a desenredar el cable para poder llamar con mayor comodidad. Luego met

atro veces, luego al

n qué puedo ayudarle? —pregunta la v

la dirección del l

irección, señorita? Este es u

toy buscan

sa que siempre dan las esp

equivoc

das de aquella mujer, desde el otro lado de la

igue riendo—, no se preoc

e papel y para me preste un bolígrafo, ella me pasa ambas cosas

engo que ir

Obtenga su bonus en la App

Abrir
1 Capítulo 1 La chica de mi perdición2 Capítulo 2 Una propuesta para mis problemas3 Capítulo 3 Sirviendo a un empresario4 Capítulo 4 Una nueva competencia5 Capítulo 5 Decisión difícil6 Capítulo 6 La rana que baila7 Capítulo 7 La entrevista de trabajo8 Capítulo 8 Perspectiva de Madame Esther9 Capítulo 9 El camerino compartido10 Capítulo 10 Preparándome para la hora cero11 Capítulo 11 El primer cliente12 Capítulo 12 El segundo cliente13 Capítulo 13 De regreso a la universidad14 Capítulo 14 El consejo de Nadina15 Capítulo 15 Travesura16 Capítulo 16 Perspectiva de Murgos Hikari17 Capítulo 17 Consejos incluidos en el servicio18 Capítulo 18 Electrosex19 Capítulo 19 Reunión de ranitas20 Capítulo 20 La práctica de pole dance21 Capítulo 21 Golpe a la nariz22 Capítulo 22 El cliente ruso23 Capítulo 23 El talentoso Paussini24 Capítulo 24 Noche de disco25 Capítulo 25 Perspectiva de Marthuski26 Capítulo 26 Desaparecida27 Capítulo 27 Situación complicada28 Capítulo 28 El debut29 Capítulo 29 Declaraciones en otoño30 Capítulo 30 El cliente favorito31 Capítulo 31 Conociendo la mansión Paussini32 Capítulo 32 Tarea de dos33 Capítulo 33 Perspectiva de Giovanni Paussini34 Capítulo 34 La verdad sobre Gabriel35 Capítulo 35 Nuestros secretos36 Capítulo 36 Miradas37 Capítulo 37 El disfraz anhelado38 Capítulo 38 La revelación de la noche39 Capítulo 39 Acosador40 Capítulo 40 Un italianísimo41 Capítulo 41 Perspectiva de Yonel Hikari42 Capítulo 42 Un mal día... o tal vez no43 Capítulo 43 Retos de la vida44 Capítulo 44 La luz45 Capítulo 45 No soy una muñeca46 Capítulo 46 Pasión en la biblioteca47 Capítulo 47 Su segunda visita al club48 Capítulo 48 Un viaje a Ashbourne49 Capítulo 49 Te presento a mis padres50 Capítulo 50 Dotes culinarios51 Capítulo 51 De regreso a Londres52 Capítulo 52 Paussinipatía53 Capítulo 53 Un maestro en aquello54 Capítulo 54 Ultima semana en el club55 Capítulo 55 Perspectiva de Danna Taylor56 Capítulo 56 El día de la exposición