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De Prosti a CEO

Capítulo 2 Una propuesta para mis problemas

Palabras:2007    |    Actualizado en: 30/07/2023

s que ocupan el área VIP, la mayoría son hom

mine rechazando su propuesta. Muero por subir a aquella zona y conocer a todos esos h

varias botellas de vinos, todo visten trajes de etiqueta, zapatos excesivamente lucrados, peinados

sentándose en una mesa que está distante a ellos. Yo me sient

muy cerca de su oído, el escánda

os… Es más, ellos

lo presumida q

es riquís

soy. —Murgos se so

que tú tienes —me lamento record

ejarnos un par de copas y una botella de vino, él

a su copa y

oestima es la q

alcohol para desconec

emas ec

rees que es

blema que más gol

n pu

en nivel de alcohol, no me molestaría embriagarme a punta de un b

stamo? —Dejo la copa sobre la mesa y continúo—. P

nes e

desem

o pretendes pa

ente a mi casa…Claro, no sería una venta de patio,

inexpresiva y luego vuelve

En serio, ¿ven

que rayan en el cinismo mientras

garantía tan absurda. Lo primero qu

mi disgusto—, pero la mayoría de las vacantes exigen mí

s y mantengo mi mirada agachada al tratar de reprimir mis ganas de llorar…, lo cua

nto t

Murgos me hace

doscient

r algo para que esta noche pued

nte de drogas —estipul

on drogas ni con na

qué t

hace dirigir mi atención en dirección a la me

a demorado en llegar. Necesito hacer algo rápido, porque no puedo perder a ese cliente, ya que es alguien sumamente important

stituya? —le cuestion

dejará un extraordinario encuentro sexual y hasta algo de dinero... No es

se le puede catalogar como un apuesto empresario que amerita ser consumido. Nariz perfilada, tiene una sonrisa que deslumbra junto

empresario —digo mientras me sonrío malicio

también tengo necesidades sexuales y y

e y no puede ir a rin pelado. Me recomendó no dar mi información personal. También me ha pedido que, si el cliente llegara

e estoy sentada, el cliente se levanta de su silla e inmediatamente viene caminando hacia mí. Al ll

que logro lee

a silla, el hombre me hace entrelazar mi braz

detenemos en la entrada del

egará en un p

O

ío recorra todo mi cuerpo hasta tensionarlo por completo; necesito rela

r baja del auto y corre hacia nosotros para abrirnos la puerta, agacha la mirada mostrando respeto frente a su jefe y luego nos permite entra

madrugada, con la calle despejada y los f

e de The L

da para verle desde el re

ordene

s de Londres, jamás me imagine entrado a una de sus suites, es de esos lugares que siempre m

su mano hacia el cabello que cae sobre mi o

llada… ¿Cómo

que el aroma a Cris

y enseguida una valla publicitaria de una b

sima

el de una barra de chocol

S

or

r con una suave caricia bajo mi entrepierna y logra que un cor

vez que pucho un pene. —digo

e echa a reír s

ra ver si chofer también escuchó eso, y sí,

el botones del hotel se acerca al auto y abre la puerta trasera para dejarnos salir. Luego de que el empresario baja del aut

admirar todo el lobby desde su interior, no desde afuera o a lo lejos como siempre lo he hecho; esto es exageradamente lujoso: gruesas columnas revestida con un blanco y

a la recepción, yo m

a para hoy a nomb

pieza a revisar su libreta de registro,

baja del mueble saca una llave—. Esta es su llave. Que

nos detenemos en el piso más alto del hotel. El empresario in

re

hospedado la mismísi

s pies me hace dudar si pisarla o no. Aquí dentro hay varios sofás que parecen haber sido robados del dormitorio de la reina. Y el her

me toma de una mano y jala

si nunca hubieses

París, y que le puse ese nombre solo para engañar

ente, engreída—, ya estoy acostumb

onde está una puerta caoba; al cruzarla, me percato de que se trata de una recamara matrimonial, en todo el centro de la habitación está una esponjosa cama Queen con su cabecera llena de cojines, pa

re mi vientre y se adentra bajo el sweater para tocar mi piel, sus dedos empiezan a subir lentamente y con delicadeza transita sobre mis costilla

ejor sexo de mi maldi

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1 Capítulo 1 La chica de mi perdición2 Capítulo 2 Una propuesta para mis problemas3 Capítulo 3 Sirviendo a un empresario4 Capítulo 4 Una nueva competencia5 Capítulo 5 Decisión difícil6 Capítulo 6 La rana que baila7 Capítulo 7 La entrevista de trabajo8 Capítulo 8 Perspectiva de Madame Esther9 Capítulo 9 El camerino compartido10 Capítulo 10 Preparándome para la hora cero11 Capítulo 11 El primer cliente12 Capítulo 12 El segundo cliente13 Capítulo 13 De regreso a la universidad14 Capítulo 14 El consejo de Nadina15 Capítulo 15 Travesura16 Capítulo 16 Perspectiva de Murgos Hikari17 Capítulo 17 Consejos incluidos en el servicio18 Capítulo 18 Electrosex19 Capítulo 19 Reunión de ranitas20 Capítulo 20 La práctica de pole dance21 Capítulo 21 Golpe a la nariz22 Capítulo 22 El cliente ruso23 Capítulo 23 El talentoso Paussini24 Capítulo 24 Noche de disco25 Capítulo 25 Perspectiva de Marthuski26 Capítulo 26 Desaparecida27 Capítulo 27 Situación complicada28 Capítulo 28 El debut29 Capítulo 29 Declaraciones en otoño30 Capítulo 30 El cliente favorito31 Capítulo 31 Conociendo la mansión Paussini32 Capítulo 32 Tarea de dos33 Capítulo 33 Perspectiva de Giovanni Paussini34 Capítulo 34 La verdad sobre Gabriel35 Capítulo 35 Nuestros secretos36 Capítulo 36 Miradas37 Capítulo 37 El disfraz anhelado38 Capítulo 38 La revelación de la noche39 Capítulo 39 Acosador40 Capítulo 40 Un italianísimo41 Capítulo 41 Perspectiva de Yonel Hikari42 Capítulo 42 Un mal día... o tal vez no43 Capítulo 43 Retos de la vida44 Capítulo 44 La luz45 Capítulo 45 No soy una muñeca46 Capítulo 46 Pasión en la biblioteca47 Capítulo 47 Su segunda visita al club48 Capítulo 48 Un viaje a Ashbourne49 Capítulo 49 Te presento a mis padres50 Capítulo 50 Dotes culinarios51 Capítulo 51 De regreso a Londres52 Capítulo 52 Paussinipatía53 Capítulo 53 Un maestro en aquello54 Capítulo 54 Ultima semana en el club55 Capítulo 55 Perspectiva de Danna Taylor56 Capítulo 56 El día de la exposición