SOY LA PERVERSIÓN DEL JEFE 2
actual
to dejé el café sobre la mesa del turista. Me había llamado y por lo que intuía
antenía durante un año. Mentiría si dijera que me tiene sin cuidado que comparte la cama con otras mujeres y que en esas tantas podría estar Ana. Me dolía saber que hice todo por borrar el amor que le sie
je ni bien ingresé
conocíamos muy bien como para fingir que no me sucedía nada, por lo que dejó un casto beso en
lo acordado. De echo, no debí proponerte ser parte de mis juegos, pero llevamos muchos meses juntos y pese a que nuestros encuentros son solo sexuales, no soy ajeno a lo que te s
ente sexuales. En algunas ocasiones habíamos compartido sesiones con otras personas, después de to
que enseguida me aseguró de que me observaba más de
ue solo estaba cansad
que necesites -pone sus manos en mis hombros y fija su mirada sobre la mía-, lo que sea, puedes contar conmi
ual para que personas como Sebastián e incluso León, sacien su hambre de sexo. ¿Será por lo que Ana me había traicionado? Digo, porque la diferencia entre las dos fue que ella estaba en una relación amorosa con Maur
ombre que solo la usa para divertirse hasta qu
Para empezar, y quiero que te quede claro, no somos nada más que dos personas que se encuentran para disfrutar de
favorita. Ese lugar lo había aceptado con Sebastián, y luego de lo mal que me había ido,
e la oreja-, pero me mata de celos ver que otro hombre disfruta de tus labios-. Rosó los suyos contra los míos y se mordió
ordaba las palabras de mi primo y la verdad que tenía e
odas las oportunidades para tener sexo, pero al llegar al éxtasis y que sus cuerpos se desplomaran
ir llorando p
a buena vez, me arrancara
su cuello y ese fue el permiso p
dillas, una camisa blanca de manga larga y unos tacones negros. Era un sitio donde solí
l suelo. Sin dejar de besarme, él liberó su imponente erección y la c
ta que llevaba, tiró hacia atrás y clavó sus diente
ral que pegaba cada vez que alcanzaba la mayor profun
lo acariciaba mis glúteos mientras buscab
había ocasión en la que no me hiciera ver las estrellas. Lo mismo su
blara mi edad y aunque no era tan mayor, me convertía en un inf
ustaba ser. Lo morbosa y sucia que era bajo las sábanas, aunque siem
jé de hacerlo, debía admitir que mis dedos ya no eran sufic
podía ir y disponer su cuerpo para que diferentes maquinas le ofrezcan ese placer que no
locado en una "X" gigante y me amarraron l
erdad, dolió la primera vez, pero había sido tanta la excitación que eso me causó,
s. También, en varias ocasiones León fue mi acompañante, aunque solo é
trabajo con el. De echo, mis compañeros, además de hablar mal de mí a mis espaldas, agradecían que estuvi
mbargo, mantenía el control de la
o -fui
es dete
nsando en el "In
clavadas en mis glúteos fue la confesión
mos ir cuando q
Pe
tuación. Sacó su pene de mi interior, guardó su erección, luego tomó mi tanga y m
pré un edificio para construir otra franquicia de mi firma y ya acabó la edificación, solo que ahora debo hacer
o y empezado a acostarnos, nunca me había involucrado en sus asuntos personales
hablar los dos era de sexo, ¿A qué se viene lo que me es
en sus fuertes brazos-. Lo que intento decirte es qu
je estupefacta y me a
sobre mi esposa, a ella no le importa el restaurante y ya lo hablé con ella. Para ambos nos pareció una buena idea de que tu te hagas cargo del lugar y como
ía la clase de acuerdo que tenían junto a su esposa, pero ¿involucrarme en un negocio sin saber
en la lengua, mani
ata para comprar la propiedad y edificar el restaurante, porque pu
escritorio y sacó del cajón una carpeta lo suf
o tiene nada que ver con que nos revolquemos casi a diario. Tiene que ver con que necesito a alguien capas de ver por mi patrimonio. Alguien que lo cuide y lleve adelante con responsabilidad y tu eres la persona perfecta para hacerlo. Además, como una vez me mencionaste que te encantaría poder ret
había dudas y lo peor de todo era volver
rotun
nsis
icé y nerviosa terminé de acomodar mi ropa y ust
sueños. Lo que te pasó ha
abes -re
dedo en mi cabeza-, ni personas aquí -tocó mi pecho, justo el lado donde latía mi corazón-. Ariana, a veces es duro crecer, pero al final de cuentas hay que hacerlo. no te pido que deci
ota, él sa
jándome sola y con una decisión que cría tener t