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De Monja A Mafiosa

Capítulo 3 Llegando a conocer a mi padre

Palabras:2174    |    Actualizado en: 20/07/2023

una racha de mala suerte. Ya van como cinco taxistas que

alo sobre mis manos y, no, tampoco tengo aliento de dragón. Bueno

Ta

o? -el taxista pregunta, m

muestro el papel, que

pero le va a salir algo caro -dice mientras se

onde con un precio elevado. No te

d. A medida que avanzamos, pasamos por varios campos con enormes cultivos y ganado, que se extienden hasta donde alcanza la vista

estado observando muy seguido a través del retrovisor central del auto. Lo veo muy n

vez más, tratando de encontrar alguna pista que me tranquilice y me diga que estamos llegando. Pero las palabras

kari? -me pregunta el taxista, v

tenemos? -le pre

esta es la mansi

l hermoso y enorme jardín que conduce a u

es, diría que es la primera vez que vienes aquí -dice el ta

el Hikari -agrego, también

con sorpresa evidente, sus ojos r

u asombro deja claro que los Hi

el viaje significativamente. Acordamos un precio mucho más bajo de lo inicialmente pactado. Después de todo, resulta ser un buen hom

go frente a mí. Qué barbaridad...Pareciera que las tentacione

que es un pecado estar rodeado de tanta riqueza, pero la verdad es que no me i

, y el agente de seguridad me observa detenidamente,

ver a Gabriel Hikari -di

a eso. Deme su identifica

asar. Ahora, me pregunto, ¿a qué se referirá con

s, cubiertos de una delicada capa de nieve, y un par de grandes fuentes que están completamente congeladas. Al seguir el camino, empiezo a ver una gran cantidad de autos

tales, noto algo peculiar: todos están vestidos de negro y parecen convivir en un ambiente incómodo. Algunos muestr

personas. No creo que todos sean de la familia H

o ver un ataúd rodeado por enormes arreglos florales; ocho largos candelabros están parados a los lados y, detrás de

ean. Otros solo miran desde la distancia, permaneciendo en silencio con sus celulares en la mano. Lo que me result

te incómodo, como si estuviera en medio de una guerra de miradas... No

hica rubia y de cuerpo bien proporcionado; su

tá bien,

-me dice con un

el difunto? -le susurr

ta. Se trata del líder de la fa

¿Q

lve superficial y mis pensamientos se nublan. Es extraño sentir tanto por alguien que apenas era una sombra en mi vida, pero saber que la persona a la que vine a buscar

madre y tenía la esperanza de al menos poder conocer a mi padre. Habría sido perfec

erriblemente mal... Desde aquí puedo ver su retrato, un hombre de cabello canoso, ojos oscuros y una barba estilo can

, llegué t

el servicio doméstico mientras me entrega una

lengua! Un ardor repentino me invade y me contengo para no escupirlo todo. Lo trago rápidamente, sintiendo cómo el

. Unos hombres levantan el ataúd sobre sus hombros y todos comen

al derecho de la mansión, en dirección hacia la parte trasera, y ya puedo divisar el cementerio... Es impresionante, esta gente tiene incluso su propio cementerio privado. ¡Q

a la fosa común. Es un sepelio de gran solemnidad y perfectamente coordinado; al fondo, una guita

una mujer impresionante: su cabellera roja y sus labios rojos destacan contra el paisaje nevado, capturando por completo la atención de todos. Es como la llegada de una diva de Br

preguntas y presionándola tanto que

ista a la pelirroja, y la pregunta resuena en mi cabeza con in

es de responder, sus labios se entreabren como s

os por esta pérdida. Solo espero que la justicia llegue pronto y que se haga justicia para ambos. Los culpables,

palabra, destacando su profundo pesar y compro

a fúnebre prosigue, aunque no con la normalidad habi

él. En medio de ellos, un hombre canoso se detiene frente a todos, apoyándose pesadamente en su bastón. Le

a su familia y era capaz de cualquier cosa por ellos. Gabriel era el pilar que sostenía a esta familia; si había

el vapor que producía nuestro aliento, simulábamos fumar, pretendiendo ser may

r que lo vamos a extrañar y lo recordaremos como el hombre amigable de gran sonrisa... En nombre de la familia Hikari, agradecemos a c

Yonel -le respo

unas palabras tan conmovedoras; guardaré en mi

uí porque necesito hablar con alguien. Justo ahora me dirijo hacia donde está aquella alta y elegante rubia que s

o mucho lo de

erfectamente tratada, le roza los hombros, y sus ojos avellanos transmiten una mirada sensual y serena que parece esconder m

que nunca te había visto -dice, bajando

i hermana! La observo y me parece increíble; realmen

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1 Capítulo 1 El chico de mi perdición2 Capítulo 2 Expulsada del monasterio3 Capítulo 3 Llegando a conocer a mi padre4 Capítulo 4 Conociendo a mis hermanos5 Capítulo 5 Charlotte la rebelde6 Capítulo 6 El mentado Alexis7 Capítulo 7 Perspectiva de Alexis Evans8 Capítulo 8 Perspectiva de Frank Diamond9 Capítulo 9 Rumbo al laboratorio10 Capítulo 10 En medio de una persecución11 Capítulo 11 Conociendo al detective12 Capítulo 12 Perspectiva de Ermac Hikari13 Capítulo 13 Vamos a encontrarlo14 Capítulo 14 No quería encontrarte, Dimitri15 Capítulo 15 De regreso a Kingston16 Capítulo 16 Interrogatorio en el restaurante17 Capítulo 17 El lado amable de Lottie18 Capítulo 18 La famosa chica pimienta19 Capítulo 19 El desayuno familia20 Capítulo 20 Perspectiva de Marisol Diamond21 Capítulo 21 De camino a Bentall Center22 Capítulo 22 Un Mall hasta el tope23 Capítulo 23 Jodidamente obsesionado24 Capítulo 24 Yo cuidaré de ti25 Capítulo 25 Abrázame solo un poco más26 Capítulo 26 Perspectiva de Delancis Hikari 127 Capítulo 27 Perspectiva de Delancis Hikari 228 Capítulo 28 Entre el caos y la felicidad29 Capítulo 29 La carta30 Capítulo 30 De monja a borracha31 Capítulo 31 La verdad sobre chica pimienta32 Capítulo 32 Amigo guardián33 Capítulo 33 Perspectiva de Mya Diamond34 Capítulo 34 No se confundan con Dimitri35 Capítulo 35 Noche buena en familia36 Capítulo 36 El plan de noche buena de Dimitri37 Capítulo 37 Debería odiarte38 Capítulo 38 Manzanas y frutos secos39 Capítulo 39 San Nicolás de Bari40 Capítulo 40 La llegada de Henry41 Capítulo 41 Rumbo a la casa hogar42 Capítulo 42 Los niños de la casa hogar43 Capítulo 43 Horneando un brazo gitano44 Capítulo 44 Perspectiva de doña Murgos45 Capítulo 45 La oscuridad46 Capítulo 46 La cascada del diablo47 Capítulo 47 Interrogatorio48 Capítulo 48 La oscuridad familiar49 Capítulo 49 La mujer que superó su oscuridad50 Capítulo 50 Charla de mafiosos51 Capítulo 51 La primera cita52 Capítulo 52 Mujer de armas tomar53 Capítulo 53 Menuda suerte54 Capítulo 54 Perspectiva de Yonel Hikari55 Capítulo 55 Un hogar solitario56 Capítulo 56 No debería estar pensando en él57 Capítulo 57 La empresa familiar58 Capítulo 58 La próxima vocación59 Capítulo 59 Rumbo a clases60 Capítulo 60 La próxima cita61 Capítulo 61 El rubio de ojos azules62 Capítulo 62 De vuelta a la cabaña63 Capítulo 63 Flor de jazmín64 Capítulo 64 Me has vuelto adicto a ti65 Capítulo 65 Manzana del Edén66 Capítulo 66 Aquel desgraciado67 Capítulo 67 Perspectiva de Richard Kross68 Capítulo 68 La que destruye y huye69 Capítulo 69 Conociendo la mansión Diamond70 Capítulo 70 Fumata71 Capítulo 71 De visita en el St. Dunstan72 Capítulo 72 Un año nuevo juntos73 Capítulo 73 En la suite74 Capítulo 74 En el restaurante con Alexis75 Capítulo 75 Dando la cara76 Capítulo 76 No estaré sola77 Capítulo 77 En el apartamento de Alexis78 Capítulo 78 Tenemos que pensar en un plan79 Capítulo 79 Libres80 Capítulo 80 Perspectiva de Dimitri Paussini 181 Capítulo 81 Perspectiva de Dimitri Paussini 282 Capítulo 82 Encuentro83 Capítulo 83 El final donde inicia todo84 Capítulo 84 Epílogo