GIL Y EL ALFA MALDITO.
lo había visto comportarse con él de esa manera. Aren se retiró dos
hasta dar con ella, y la matarán. Asesinarán a mi L
isculpa por no haber pensado en eso.
ospecharán que algo vamos a hacer, acuérdate que nuestr
a, nadie
ventana y sonreírle. Ha crecido, es realmente hermosa. Todavía recuerda el día que vino al mundo. Estaba como siempre en el bosque, era luna llena. La contemplaba sentad
orio y adentrarse en territorio enemigo. Había una gran batalla, estaban siendo atacados. Siguió con sigilo su olfato, hasta llegar detr
por nacer del vientre de esa Luna enemiga de su manada. Pero eso no le importó, les d
nemigos y sintiendo que su Luna luchaba por venir al mundo
s. Ya deben saber que tu Luna está aquí de part
tado viendo que era verdad, estaban perdiendo. Ni el Alfa ni su esposo que era el beta
do defendiendo, es nuestra ún
istió temiendo que fuera una estratagema d
endo. Tenemos que irnos aho
y los mataba para regresar a ellas y pedirle lo mismo colocándose al frente de ellas en
d Nara, d
e ella se subiera en su lomo. Lo cual la Luna sin pensarlo dos veces los hizo ayudada por Nara que miraba asustada hacía detrás donde dejaban a todos luchando
mi Luna!
en- el Alfa debe haber muerto y ella lo hará
cosa! Mi Lun
e nazca Gil, escaparás con ella, la cuidarás como si fu
mi L
d, lo hacemos nosotras. Llama a tu esposo por el li
es el beta, no
cesito que ustedes cuiden de Gil. Abre mi vientre con este cuchillo y sá
ometo -dijo llorando a lágrima viva
tió el momento exacto en que el corazón de la mujer
a con amor se comunicó por el link con su esposo, pidiéndole que abandonara al Alfa y
endo! -dijo en su forma de lobo cuando llegó g
os ayudó a escapa
e su hijo. Fue su última orden. No pod
na, yo retrasaré a quienes
oscuridad de la noche. Aren se dedicó a marcar el territorio, para confundir a los perseguidores, queriendo darle a entender que estaban traspasando
de la manada Arcano. Sabes que el Alfa Maldito no perdona
no nos apoderamos de la Luna, ya saben lo que dijeron los brujos. Su hij
ro serás tú el responsable de todo cuando
e! -ordenó a toda voz convi
egro con los ojos rojos refulgentes con el lomo erizado la cabeza baja salió despacio, gruñendo y enseñando sus colmillos. Era una clar
gruesa que los hizo recogerse sobre sí mismos
retrocediendo asustados hasta s
- Insistió de igual manera, mien
e jefe bajando sumisamente su cabeza casi hasta el suelo en señal de completa
escuchando los gritos de esa manada, y l
s trajo hasta aquí!
todos cayeran sobre sus patas con las cabezas contra el suelo, al tiempo
mi palabr
o se gira para el otro y le dice- te dije que había percibido su rastro hacia el sur, pero no me creíste -mientras le gruñe al cor
hado. Siguió al momento el rastro de los otros que llevaba a su Luna, hasta dar con ellos en una cueva. La Luna había por fin dado a luz una bella bebé con ayuda de Nara y hab
y peculiar que había vis
rozó con su hocico para comprobar si estaba viva y al hacerlo, ella abrió sus oji
onvirtió
eer que al fin la madre Luna se hubiera apiadado de él y se la enviara.
su Luna había a