GIL Y EL ALFA MALDITO.
meterse entre unos arbustos temerosa, guardando silencio hasta que las voces se alejan sin que la hayan descubierto. Todavía
ahí? -pregunta una bella mujer inclin
o y se burlan de mí -contestó saliendo, sintien
o amor, es so
moso cabello blanco y sus peculiares ojos hacían que todos la miraran como si ella fuer
i pelo es b
s dioses -contestó ella lo que realmente cre
edes pi
que lo pinte? Eres
a la casa, ven como salen varias personas de la misma y se esconden. Cuando ya se han alejado lo suficiente, corren y entran
ieron problemas? -p
el pueblo aquí? -pregu
abían tardado. Vino a decirme, qu
desgracias nos achacar
ta la noche para irnos, o seríamos per
Gil, recoge lo más necesar
en de dejar el territorio antes que caiga la noche. Al fin lo logran, están fuera del p
na cueva querida. Encenderemos
ntaña, puede que encont
de la montaña. Una gran gruta se encuentra un poco más arri
en deja que t
frío, es hermoso aquí,
o ve a ponerte más ropa,
remos a
. Mañana tenemos que
d. Allá, mi prima nos puede albergar
qué dejamos la
r, desde que adquirieron el color
, prefiero que busquem
ás fácil ocultarnos. Además, podemos ponerle lent
s, ahora entiende lo bueno y lo malo. Está bien, con
a. Gil duerme en medio de sus padres. Un ruido hace que abra los ojos. Mira atentame
tra con un enorme lobo, sentado al lado del fuego que la mira con sus ojos rojo
miedo y acerca su mano hasta que siente como el lobo levanta la cabeza y
bién, aquí en el fueg
e muy feliz. Ella se cansa y se recuesta a su lado, el calor que despide el lobo, hace que de a poco se quede dormida. El animal la envuelve con su cola, y se queda así hast
nos -llama el padre poniéndose de pie. La madre
dónde e
a del fuego, pare
a, ya tenemos que irn
todavía adormilada, girando la
estado soñando. Vamos amor, ten
sin que se dieran cuenta. Un auto que pasa de una pareja de ancianos los recoge y les hace el favor de llevarlos hasta el
qué hacemo
o bien barato, tenemos unos ahorros,
én puedo
erida, lo har
n hasta llegar a un pequeño café. Se introducen en él, y compran algo para comer. Luego de que les sirven sa
e la ciud
aquí podremos o
ndo la salvamos. Ellos no deben ni saber que nació, a lo
i tú ni yo dejaríamos a nuestra Luna sola. Y Gil es tan peculiar que se va
uello. No han mandado a nadie por ella. D
o se han mantenido constantemente moviéndose de un lugar a otro. Primero huyendo de los enemigos, segundo porque las gentes en los poblados siem
su esposa que come igual que él mirando la niña. -La seguiremos cuidando po
rle qué somos nosotros. Extraño ser yo, correr librem
rido ya falta poco. Después de eso nos iremos a vivir solos a una montaña y la entrenaremos.
ansando sus doloridos pies, para seguir en la búsqueda de trabajo, pero sobre to
es que se me ha roto mi auto y no puedo dejar mis paquetes dentro de él hasta que vengan a buscarlo
to! -dice el padre de Gil p
ótica! -exclama al Gi