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Impostora

Capítulo 3 Dos

Palabras:1597    |    Actualizado en: 28/05/2023

emi

secretaria a la sala de reunión donde es

nte tarde, por lo que dejar unos minutos de lado la escritura no me iba a preocupar. Coloqué

tranquilo a casa hoy a descansar. En caso de cualquier cosa, puede llamarme si gusta, si es el caso de que

sobre, para saber de qué trataba. De reojo la ví asenti

maginaba que de elementos de eventos o algo por el estilo. La cuenta iba a mi nombre, donde la cantidad exorbitante llegaba a lo

nsado de un

edado en que era muy pronto para pagar esa suma de dinero de una vez, como si solo fuese sacar del bolsillo. Aunque ten

mi pilar siempre había sido la compañía y todos los recursos iban a su expansión. La innovación era la madre

que hacía poco que me habían anunciado como presidente. No era que no hubiese estado trabajando con el papel, per

escuchando una voz lejana de ella

Do

o mío, cuando mi celular comenzó a sonar insistente. Al principio lo dejé pasar, y

te era im

ando mi abdomen desnudo, mientras tomaba

je con de

mándote desde hace rato

e qu

cesario para convencer al magnate del campa

¿

te infiltres e

té de golpe del

hay vive un multimillonario. Ni el más potente de mis hackeos

que haga eso?, el

s dejarte ver. Tengo el plan perfect

ocurrió algo mejor? -quejé después de subi

ersuasión -trató de sonar normal, como s

o que llevaba escondido en la ore

iltré en un lugar? -pregunté

e diste completo acceso al edificio, incluso a

buena n

plan, pero en acción no es tan bueno, sin emb

o sirve -rodé lo

abía sido pedido, ya que eso lo manejaba Franco.

as las escaleras a tu lado. Te guiarán hacia su puerta, es basnt

ie

chas muy iluminadas que llevaban hacia un puerta doble de madera muy grande. Si había tenido razón en eso, sin

cibida, pero no me dejó ni agachar para pasar el

rta. Inmediatamente las bota a la basura, todo lo recibe en persona, que es más confiable -dijo y pensando que iba a tomar el sobre ella para dárselo en persona,

a decía, entonces él no tomaría enserio la carta, pero si lo es

pensaba volver a timbrar, ya que nadie había aparecido, pero si no lo

bía casi sorprendido el parecido en nuestros rostros, solo que yo tenía más color y mi cabello era cenizo, no castaño oscuro

stuviese analizando. Seguramente era por la ropa, estaba

! -gritó sin dejar de verme y des

ero nada -escuché deci

su estatura imponente en la puerta. Casi me flaquearon las piernas por su repentino gr

, ya que no quería que me viera, pero me estaba saliendo

por como tenía la forma, se podía ver qué se lo arreglaba para el trabajo. Tenía una simple camisa blanca manga larga, que seguramente tenía un elegante saco de la misma tela del pantalón. Era un hombre bastante alto, me superaba por mucho y tenía hombro

, e

ó de repente la misma mujer que había tocado el timbre, con otra a su lado

dos al igual que él a mí mientras bajaba las escaleras, hasta

uniforme cuestionable -sonreí por el comentario, mi

-. Entonces, pro

A pesar de que no había sabido que hacer, lo había logrado y definitivament

tenía que hacerlo caer. No tenía

ue no me afectaba lo que hacía. Eso me había mantenido con

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