Divorciada de un paralítico

s de mujeres, eso encontró. Habían varias que eran súp

necesitaba algo más. Había pasado tres horas trabajando, pasando todo en su computadora y teléfon

das trabajar aquí, ¿terminaste con lo

í tiene la lib

s un encuentro con alguno de las m

señor —

ntura perfecta —pensó con dolor —de igual forma

e, no te necesit

resto de la tarde libre?

aso no e

desapareció por los pasillos, no s

ra a su rostro y sus ojos azules seguían grandes e inexpresivos como siempre

le hacía sentir

ntrate B

guardada desde

ada, recorrió las

ba mucho camino por recorrer, no tenía dinero para pagar un autob

r, llegó a un edificio viejo, donde inclus

gran número 32, estaba justo alineada c

madre. La misma sonreía junto co

am

o, aquí est

con una voz dulce

aría ayudarte más —habl

s solas aquí, y en algún momento podre

o que podamos cenar —

guardado en uno de mis bols

ra traerte siempre las viand

.. Tú sabes que en algún

pesar de que vivían en un monoambiente, Briana se

l colchón de dos plazas

su padre se había llevado todos, dejándolo a ella y a

o, la llevó a seguir adelante, buscando trabajos como mese

as ella trabajaba. El acuerdo, había durado dos años,

l dinero las había escondido a nombre de otra persona.

les asignab

mprovisada. La arropó, después de darle un beso en