Un sudor frío recorre su espalda mientras que su cuerpo se tensa con gran intensidad al sentir como el pene de ese chico penetra su coño hasta lo más profundo de su cuerpo. Pamela baja la mirada para observar como el grosor de aquel miembro entra y sale de su vagina.
—¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! —jadea con fuerza inclinando la cabeza hacia atrás.
En eso siente como las gruesas manos se apoderan de sus tetas desnudas las cuales subían y bajaban al mismo compa de las penetraciones en su coño, al sentir el contacto de aquellas manos sobre sus tetas ella muerde sus labios.
—Siiiii… apriétalas con fuerza —suplica con voz ronca.
Una fina capa de sudor cubre todo su cuerpo dejando todo su cuerpo más lubricado, pamela desliza una de sus manos por el centro de su cuerpo hasta coronar la entrada de su vagina, entre abre un poco más sus piernas consiguiendo que la polla de ese chico entre aún más.
—Joder, como duele tu puto pene.
Sin embargo no se levanta a cambio continua meneando su cintura contra aquel miembro erecto y palpitante. Ella conduce uno de sus dedos hasta la pequeña abertura de su vagina y comienza a frotar la pequeña protuberancia que se esconde entre los pliegues de sus labios vaginales.
Al tocarse la carne de su intimidad ella jadea aún más, entre abre sus labios sin parar de masturbarse.
—Mierda siii… fóllame más duro Ray.
—Guarda silencio Pamela…
—Joder, te dije que me folles más duro —reclama al joven bajo ella.
Pamela clava sus uñas sobre su pecho mientras que se inclina hacia él para besar sus labios de manera agresiva, introduce su lengua hasta envolverla con la de él. Prosigue moviendo sus caderas contra la pelvis del chico quien se aferra a la curvatura de su culo.
Sus dedos se aferran a la carne de sus nalgas moviéndolo a su antojo, el joven siente como el interior de su cuerpo se encontraba completamente húmedo, su polla entraba y salía de su vagina sin problemas.
El aroma a sudor provocaba que su nivel de excitación incrementara, Pamela era una mujer muy fogosa que le encantaba el sexo, siempre debía complacerla cada vez que le pedía coger. Era como ganarse un problema si no lo hacía.
Ray observa el rostro de placer de ella y se excita aún más, muerde levemente sus labios mientras que penetra su vagina mojada. Hasta que llego a un punto donde hace girar el cuerpo de ella, Pamela queda espalda contra la almohada y es en ese momento que él vuelve a entrar en su coño.
—¡Ahhhhh! Mierda, me ha dolido hijo de puta —se queja al mismo tiempo que golpea su brazo.
—¿Te gusta que te folle duro?
—Siiii…—jadea al mismo tiempo que arquea su cuerpo.
Ray sujeta una de sus piernas por debajo de su rodilla llevándola hacia la altura de una de sus tetas, en esa posición el joven penetra el coño de Pamela con brutalidad. Baja la mirada para ver como los labios inferiores de su vagina se tragan su pene.
El vello púbico de Pamela se encontraba un poco crecido, sin embargo podía ver claramente con su polla entraba y salía salpicada de sus fluidos internos. Sujetando su pierna con una mano y la otra la utiliza para entre abrir los labios de su coño.
Aparta un poco los vellos y parte de la carne de sus labios hasta lograr ver sus labios interiores, rosados e hinchados.
—Joder, que coño tan bueno tienes.
—Fóllame, fóllame… —suplica con el cuerpo arqueado hacia él.
Se afana a penetrarla hasta que siente como las paredes de su vagina oprime su pene por dentro hasta el punto de sentir que lo estaba succionando.
—¡Ohhhh! —el joven jadea ya que siente que no puede soportarlo más —. Maldita sea Pamela, me voy a correr.
—Sí, sí, si…
Ray deja de reprimirse y deja salir de su interior toda la excitación que cohibía en su interior, entre abre los labios al sentir que su boca se hace agua.
—Joder…—gruñe.
Ejerce presión contra la pierna de Pamela mientras que se inclina un poco más hacia su cuerpo, de esa manera logra meterle todo su pene dentro del cuerpo de ella.
—¡Ahhhhh! —la morena grita para luego sentir la mano de su novio cubrir su boca.
Pamela siente la fuerte penetración de Ray y se queja, pero le permite que la folle de esa manera puesto que le excitaba que fuese rudo con ella. La joven se deja llevar y consigue el clímax en cuestión de segundos.
Su pecho sube y baja rápidamente luego de que experimentara un increíble placer con su novio, al cabo de unos segundos siente que Ray extra su polla liberándola de la presión que sentir por dentro.
—Maldito, tienes una polla muy grande. Sentí que me rompiste por dentro —Pamela se incorpora y es cuando se percata de que la sabana estaba manchada de algunas gotas de sangre —. Mierda, me has lastimado el coño.
—Tú has pedido que te folle de esa manera, no te quejes —responde al mismo tiempo que se pone en pie —. Me exiges que te coja con fuerza, y eso es lo que hago.
—Pero no para que me rompas la vagina, Ray.
El joven comienza a vestirse sin prestarle atención a los reclamos de su novia, siempre era lo mismo con ella.
—¿A dónde mierda te vas?
—Debo ir a clase, ya me he saltado dos este día, no puedo seguir faltando.
—Yo también he faltado hoy, no quiere decir nada.
—Pamela llevamos tres días cogiendo seguido, no me has dejado asistir a clases, ¿quieres que nuestros padres nos maten?
Ella se reclina en la cama pensando en sus estúpidos padres, la obligaban a asistir a clases y para ella aquello era una pesadilla.
—Odio la universidad.
—Solo obedece, cuando termines podrás hacer lo que te dé la gana.
Ella sonríe ya que sus propósitos eran muy claros, no se mataría estudiando toda la vida para obtener un título con el que no haría nada productivo. Sus planes eran otros y mucho mejores que quedarse estudiando como una tonta.
—Si tienes razón en eso —le miente a su novio, se pone en pie para tomar sus prendas —. Debo ir al instituto antes de que Livia salga de sus clases.
—No creo que te diga nada por todas tus escapadas.
—No lo sé, es una chica muy tranquila. Quizás se escandalice mucho si se entera que me salto las clases para ir a follar con mi novio.
—Pamela, tendrás que acostumbrarte a follar en mi coche, este hotel queda muy lejos y encima que no puedo estar gastando tanto dinero cada vez que andes de calenturienta.
—Si nos pillan follando en tu auto tendremos muchos problemas.
Ray termina por vestirse para luego tomar las llaves del coche y encaminarse a la salida.
—Sé muy bien donde podemos follar sin ser descubiertos.
Ella observa a su novio con el ceño fruncido.
—¿De qué mierdas hablas? ¿Acaso has ido a esos lugares sin mí?