Ese príncipe es una chica: La compañera esclava cautiva del malvado rey
Destinada a mi gran cuñado
Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
Enamorarme de nuevo de mi esposa no deseada
Novia del Señor Millonario
Ella se llevó la casa, el auto y mi corazón
Mi esposo millonario: Felices para siempre
Una esposa para mi hermano
No me dejes, mi pareja
Regreso de la heredera mafiosa: Es más de lo que crees
Aquella tarde, podia presentir que algo iba a pasar.
Hoy cenamos en casa de mis tios, Robert y Elisa. Ellos son demasiados estrictos y agresivos, en realidad, toda mi familia es igual.
No me sentia comoda. Nunca me senti comoda.
Estaba sentada con los brazos cruzados, no emitia ni un sonido. Siempre fui asi de cerrada con mi familia, ya que no podia compartir ni una sola conversacion. Lo unico que puedo llegar a compartir con ellos es apenas un simple y corto "Hola".
—¡El vecindario esta lleno de incredulos!—se quejó mi padre dando un fuerte golpe en la mesa.
—¿Y recién te das cuenta, hermano?—dijo mi tio Robert mientras tomaba un sorbo de su "preciado vino". Mi tia, solo prosiguio a reir sin parar, sigo sin entender que hago metida en esta familia.
Se preguntarán.... ¿Y tus primos? Si..... ellos estan, digamos....
—¡George devuelveme mi balon!
—¡Que no, Josh!
—¡Mamá George me quitó el balon!— gritó mi primo, frunciendo el ceño.
Si, mis primos como verán, son niños. George tiene 7 y Josh tiene 6. Son bastantes... ¿inaguantables? como sea, no me salen ni palabras para describirlos a esos dos.
—George, devuelvele el balon a tu hermano.
—Pero mam.....
—¡Devuélveselo, carajo!— gritó mi tio mientras se acercaba a mi primo mayor. Le pegó una cachetada que hasta yo la senti. Todos se quedaron viendo esa situacion, yo limité a levantarme e irme. Pero antes de eso mi madre agarró mi muñeca.
—¿Dónde vas?— preguntó algo enojada. Me daban pánico este tipo de situaciones donde habian agreción..
Quise responderle, pero no llegue a tiempo, ya que justo cuando iba a hablar, mi vista se tornó negra.
Sentia como alguien me cargaba, sonido de ambulancias y gritos de desesperación por parte de mis padres. Yo seguia sin saber que estaba pasando, sentia, escuchaba pero no veia.
—¡Doctor por favor digame que le pasa a mi hija!—esa parece ser la voz de mi madre. ¿que esta pasándome? no me puedo mover, no puedo ver. Esto esta torturandome.