En la oficina del CEO del Grupo Todd, Jonny deslizó unos papeles sobre el escritorio hacia Eleanor y le dijo: "Aquí está el acuerdo de divorcio. Revísalo y, si todo está bien, fírmalo".
"¿De verdad tenemos que terminar nuestro matrimonio?", preguntó ella, con una expresión sombría con la que ocultaba sus verdaderos sentimientos.
"¿Qué más esperabas? Nuestro matrimonio solo existió para hacer feliz a mi abuela", le recordó él, en un tono ligero, alzando una ceja.
Mientras hablaba, tomó de la mano a la mujer que estaba a su lado y, suavizando la voz, agregó: "Y ahora que Lainey regresó, necesito devolverle su lugar y darle el respeto debido".
Eleanor levantó la cabeza lentamente. Su mirada se posó en la mujer que siempre había vivido en el corazón de su marido: Lainey Gilbert. Ella era su amiga de la infancia y su exnovia.
Tres años antes, las familias Todd y Gilbert habían planeado un compromiso para Jonny y Lainey, pero antes de que pudiera celebrarse la ceremonia de compromiso, él sufrió un accidente automovilístico que le dejó las piernas rotas. Los médicos advirtieron que tal vez nunca volvería a caminar.
Cuando la noticia llegó a los Gilbert, cancelaron abruptamente el acuerdo y enviaron a Lainey al extranjero.
Sin embargo, a pesar de su cruel rechazo, él nunca logró olvidarse de su primer amor. De hecho, con su repentino regreso estaba impaciente por disolver su matrimonio con Eleanor y convertir a Lainey en su esposa.
Esta última, vestida con un ligero vestido blanco, tenía hoyuelos que aparecían al sonreír. Además, con su atuendo parecía una flor frágil en plena floración. Su belleza era innegable. Por eso, tenía sentido que Jonny se hubiera aferrado a su recuerdo durante todos esos años.
Como Eleanor no decía nada, Lainey, con aparente sinceridad, se dirigió a ella.
"Señora Todd, Jonny y yo nos amamos de verdad. Espero que nos dé su bendición".
Pero, ¿cómo podía ser amor verdadero si Lainey lo había abandonado en el momento en que quedó lisiado, solo para regresar ahora que estaba recuperado?
Eleanor soltó una risa seca, mientras desviaba la mirada hacia Jonny y decía: "No tengo problemas con darte el divorcio, pero después de todo lo que he hecho por tu familia durante estos tres años, no me iré con las manos vacías. Espero una compensación justa".