Hoy es mi día importante, tal vez el día más importante para cualquier mujer, hace aproximadamente seis meses mi prometido Ernesto Clayre me pidió que fuera su esposa, todo sucedió en un restaurante de lujo en la ciudad, con una cena espectacular, una botella de vino y el hombre de mi vida de rodillas y con una cajita roja, dentro el anillo más perfecto del mundo, hizo la pregunta que todas deseamos algún día, (al menos eso pensaba yo, no tenía idea de todo lo que se me vendría encima).
¿Emma, quieres ser mi esposa?
A lo que por supuesto encantada de la vida respondí un contundente y lleno de emoción “Sí, claro que si”
Ernesto es el hombre perfecto (eso pensaba yo hasta aquel día de mierda que viví), un hombre que me cuida, me quiere, me mima y sobre todo me consiente y respeta. Mi futuro esposo es el amor de mi vida, soy una mujer inmensamente afortunada cuándo lo conocí, no tenía nada de lo que tiene ahora económicamente hablando, tanto yo como mi familia, siempre hemos estado a su lado apoyándolo, en lo personal y en lo económico.
Hice un préstamo a un banco para que los dos tuviéramos un futuro al casarnos, mi padre le daba trabajo en su pequeña fábrica de productos dentales, yo soy estudiante de odontología y Ernesto es el administrador general de una de las empresas más reconocidas a nivel mundial en medicina odontológica cómo lo es Connor Medical.
Nos conocimos cuando yo apenas tenía 17 años y estaba saliendo de la secundaria, iniciamos una relación y ahorita a mis 22 años cuando empiezo a trabajar como asistente de una odontóloga reconocida y faltándome un año para graduarme en mi especialidad de odontóloga, recibo la mejor propuesta de matrimonio, en un restaurante, en donde nos conocimos, ahí, cuando acompañé a mi padre a una cena con quien era el dueño de la empresa para la que trabajo, ellos Connor Medical, le compran a la empresa de mi padre absolutamente todo lo que necesitan para trabajar en el área de “dientes” como dice mi padre.
Ernesto estaba también reunido con otras personas, al yo caminar hacia el tocador, por un pequeño accidente en donde le derramé la copa de vino sobre él, terminamos intercambiando números de teléfono y así comenzó esta hermosa historia con mi hombre perfecto.
En el lugar donde trabajo tengo posibilidades de llegar a ser la odontóloga general ya que Connor Medical es una empresa gigantesca que le da oportunidad a los buenos trabajadores de surgir y gracias al esfuerzo de mis padres, yo soy una de ellas, según Ernesto, él hablará personalmente con el señor Noah Connor, quien es el dueño absoluto de Connor Medical y según me cuenta Ernesto, son muy amigos, salen a jugar golf y a tomar algo por ahí, en un principio, no me gustaba que Ernesto saliera de fiesta todos los fines de semana, pero como me dice él.
-Amor, es nuestro jefe, no te gustaría que cuando nos casemos, tú seas la medico general de una de las empresas, creo que con solo pedírselo a Noah, te lo va a dar, yo lo he encubierto varias veces con su novia, es una mujer muy bella, pero te juro que no duraría con ella ni un minuto, es controladora, una completa bruja.
Nada que ver contigo la bruja esa, tu eres comprensiva y por eso te amo mucho más.
Cuando Ernesto me dice ese tipo de cosas, sinceramente se me olvida lo molesta que estoy por dejarme plantada para salir a cenar o algún plan y bueno, nos vemos el lunes por la mañana en el trabajo.