Tan Cerc

Cuando has vivido toda tu vida leyendo novelas románticas , empiezas a sentir que nadie está a la altura de los personajes que tanto amas.

Vives en el mundo de la fantasía , esperando que alguien esté un pequeño metro cerca de los ideales masculinos que ha creado tu mente para tí , con la ayuda de los escritores y autores de dichos personajes.

Mi madre leía tanto que tenía libreros llenos de novelas hermosas que ya me había devorado hacía un montón de años.

Hoy en día con la modernización tecnológica yo cada vez acumulaba más experiencia teórica de la que había podido llevar a la práctica.

Pero eso tenía que cambiar!

Estábamos hacia algunos años malviviendo en una pequeña casita mis padres y yo.

Ya había cumplido los 18 años y me sentía lo suficientemente adulta para empezar a trabajar en el sitio que tenía pensado.

Mi madre no tenía por qué saberlo y mi padre cada día estaba más enfermo como para salir de la cama .

Padecía una esclerosis múltiple que me partía el corazón y nos traía más y más gastos.

Pero cuando tienes un buen padre toda tu vida , cualquier gasto es poco para conservarlo a tu lado el mayor tiempo posible.

Lo amaba con locura.

Hoy era el día que había decidido empezar a trabajar en un club de BDSM, cuatro noches a la semana.

Solo tenía que servir las copas entre los clientes de las salas privadas y cambiar las sábanas y demás implementos de aseo , cada vez que fuera necesario.

De todas las personas que sabía que vería allí , nunca pensé que me encontraría con él.

Era muy consciente de como me observaba por la ventana de mi baño cada vez que me bañaba , durante los últimos 6 años.

Y era consciente porque yo misma la dejaba inclinada y me restregaba sensualmente para el.