—Despierta de una vez, cariño —dijo un hombre, que estaba sentado en una cama, al lado de una mujer.
—Cinco minutos más —dijo la mujer, quien todavía estaba acostada en la cama.
—Debemos irnos para encontrarnos con los organizadores de la boda, levántate de una vez y vístete —dijo el hombre, mientras se levantaba y caminaba para ir al baño de la habitación.
Poco después de que el hombre se fuera, la mujer se levantó lentamente, mientras bostezaba ligeramente, y colocaba su mano en su boca.
La mujer, parecía tener una edad entre veinte y treinta años, debido a la juventud en su rostro, pero que al mismo tiempo tenia cierto aire de madurez, tenía una piel blanca, cabello y ojos de color castaño oscuro, su pecho era bastante amplio, y su cuerpo curvilíneo.
Cualquiera que viera a esta mujer de piel blanca, diría que es muy hermosa, y debía serlo, teniendo en cuenta sus antecedentes.
— ¡Ya te levantaste, Mary! —grito una voz, desde el baño en la habitación.
— ¡Si, si! Ya lo hice —dijo la mujer de piel blanca.
La mujer llamada Mary, se levantó lentamente de su cama, y camino poco después hacia el baño, y cuando entro, vio a un hombre en pijama, que se estaba lavando los dientes cuando ella llego.
El hombre, era de piel blanca, de cabello castaño muy oscuro, al igual que sus ojos, media aproximadamente entre un metro setenta y un metro setentaicinco de altura, su constitución era esbelta y atlética, y se notaba que tenía algunos músculos algo visibles en su cuerpo.
Cuando la mujer vio a este hombre, lo abrazo desde atrás, y le dio un beso en la mejilla, el cual poco después fue respondido con un beso en sus labios por parte del hombre.
—Ya se acerca el día Donald —dijo Mary, poco después de ser besada.
—Sí, pronto tendré a una miss universo como esposa —dijo el hombre, llamado Donald.
—Deja de llamarme así, yo no gane ese concurso, a penas y si pude llegar al top cinco —dijo Mary, mientras miraba a Donald.
—Para mí, tú ganaste ese concurso —dijo Donald, mientras terminaba de cepillarse los dientes.
Cuando Mary, escucho estas últimas palabras de Donald, suspiro involuntariamente mientras recordaba el pasado.
Hace poco menos de una década atrás, hace más o menos siete años, había participado en el concurso de belleza de miss universo, celebrado en estados unidos, representando a su país natal, España.
Lo había hecho bien en el concurso, logrando avanzar entre las concursantes, pero al final lo más lejos que pudo llegar fue el top cinco, no estando cerca de ganar.
Sinceramente, ella tenía un cierto remordimiento por eso, ya que quería ganar, e incluso mientras participaba, la llamaron una de las favoritas a ganar el concurso, pero por desgracia no fue así, pero lentamente lo había olvidado con el tiempo.
Pero Donald, se lo recordaba algunas veces, y eso la molestaba y la complacía al mismo tiempo, ya que siempre la llamaba su número uno.
—Ve a arreglarte mientras me baño, hoy va a ser un día ajetreado —dijo Mary, mientras besaba a Donald.
— ¿Nos bañamos juntos? —dijo Donald, con una sonrisa.
—No… si entramos los dos, nunca saldremos, vete mientras me baño.
—Bien —dijo Donald, el cual poco después salió por la puerta del baño, cerrándola después de salir.
—Cielos, ya han sido cinco años… no puedo creer que ya me vaya a casar —pensó Mary, mientras se veía en el espejo.
Ella y Donald, tenían una relación desde hace casi cinco años, pasando varios altibajos, hasta que por fin decidieron casarse los dos juntos.
A pesar de que debería sentirse feliz por su boda, Mary no podía quitarse de encima cierta presión en su cabeza, así como tampoco podía quitarse los nervios que la invadían.
Antes de empezar a salir con Donald, había estado comprometida, con un hombre diferente, pero al final esa relación termino junto con su compromiso, a pocas semanas de su boda.
En ese entonces, las cosas habían sido similares a como lo eran ahora, y ella estaba feliz por su casamiento, pero al final su compromiso y su relación con su primer prometido, terminaron por desaparecer.
Y ahora, las cosas parecían similares a como lo eran anteriormente durante su primer compromiso, ella, estando comprometida con un hombre del cual estaba enamorada, y es por eso que sentía miedo de que la misma situación que ocurrió durante su primer compromiso se repitiera.
—No es momento de pensar en eso… debo ir con los organizadores de la boda —pensó Mary, antes de desnudarse e ir a bañarse.
Mientras ella se bañaba, no se dio cuenta de que la puerta del baño, se abrió lentamente, y alguien empezó a caminar de forma sigilosa hacia ella.
Mary, quien todavía se estaba bañando, no se dio cuenta, o al menos así fue, hasta que sintió que alguien la abrazaba desde atrás, y le apretaba los senos con una par de manos.
— ¡¿Qué?! —exclamo Mary, involuntariamente, antes de girarse hacia atrás.
Y fue en ese momento, que vio a Donald, sonriéndole desde atrás.
— ¡Sorpresa! —dijo Donald, mientras sonreía.
— ¡Tu! —exclamo Mary, algo enojada de ser asustada por Donald de esa forma, aunque no pudo seguir quejándose ya que pronto fue silenciada por uno de los besos de Donald.
Y ella, al sentir sus labios, pronto le respondió.
Ya eran las diez de la mañana, cuando Donald y Mary, por fin salieron de su casa, exponiéndose al frio de España, que estaba golpeando a la capital, donde ellos vivían.
Debido al frio, ambos llevaban ropas abrigadas, caminando hacia su auto, poco después de salir, y una vez que se subieron, los dos por fin se pusieron en marcha.
—Vamos tarde… te dije que no podías entrar al baño conmigo —dijo Mary, enojada debido al retraso ocasionado por Donald.
—Tranquila, no pasara nada.
— ¿No pasara nada? Debíamos vernos con los organizadores a las nueve, y ya son las diez.
—Sabes, en mi país natal, cuando una persona dice una hora en específico, en realidad quiere decir una hora más tarde, allí cuando alguien decía a las diez en realidad quería decir a las once… así que estamos a tiempo.
— ¡Pero no estamos en tú país! ¡Ni siquiera estamos en tu continente! No sé cómo hacen las cosas allá, pero aquí en España somos puntuales —dijo Mary, mientras miraba a Donald.
Donald, era un extranjero, que provenía del continente americano, y que se había ido a vivir aquí en España, pero a pesar de vivir en otro país, e incluso en otro continente, Donald no había olvidado las costumbres de su país y continente natal.
Una de esas costumbres, que a veces molestaba a Mary, era con respecto al horario, al parecer en el país natal de Donald, la gente solía ser impuntual, además de imprecisa, cuando una persona, decía que iba a ir a una hora específica a algún lugar, al parecer en realidad se refería a que llegaría media hora o incluso una hora más tarde… a veces puede que dos horas incluso.
En varias y distintas ocasiones, Mary, al principio de su relación con Donald, en varias oportunidades pensó que había sido plantada por este, debido a que siempre llegaba media hora o una hora más tarde de la hora acordada, haciendo alarde de sus orígenes extranjeros.
Y esa costumbre, a pesar de vivir durante años en España, todavía no se le había quitado.
Cuando por fin llegaron con los organizadores, ya eran casi las diez y media, ya que Donald, compro comida en el camino, ignorando ya sea de forma deliberada o a propósito, las quejas de Mary.
Cuando por fin llegaron al establecimiento donde sería su boda, Mary, camino de forma rápida, rezando que los dueños no hubieran cancelado su cita, y Donald, caminaba detrás de ella, a ritmo normal mientras comía una hamburguesa que compro en el camino.
Cuando por fin llegaron, la recepcionista del lugar, Mary sintió cierta vergüenza por lo que iba a preguntar, al principio quiso pasarle la responsabilidad a Donald, pero cuando lo vio con su boca llena de salsa debido a la hamburguesa que estaba comiendo, decidió no hacerlo.