Secretos Maliciosos Bajo los Olivos

Secretos Maliciosos Bajo los Olivos

Gavin

5.0
calificaciones
120
Vistas
11
Capítulo

Llegué a la idílica finca de olivos de mi prometido, Mateo, a tres meses de nuestra boda, bañada por el sol andaluz y la promesa de un futuro perfecto. Su madre, Carmen, la matriarca de la casa, me recibió con una efusividad abrumadora. Incluso me preparó tónicos especiales, recetas ancestrales de la familia, para "fortalecer mi sangre y asegurar descendencia". Sin embargo, pronto empecé a sentirme extrañamente agotada, mis ciclos hormonales se descontrolaron, y el amargo sabor del tónico se volvió un presagio inquietante. Mientras Carmen me trataba como una reina, notaba el trato opuesto hacia Isabel, la esposa de su otro hijo, relegada a las tareas más humildes, con una mirada de cansancio que me interpelaba. Una tarde, una verdad brutal arrasó con mi mundo: en el portátil de Mateo encontré correos explícitos con una mujer llamada Elena. No solo era una infidelidad, sino un plan para deshacerse de mí después de la boda, con la fría certeza de que yo "no me daba cuenta de nada". El aire se me fue de los pulmones. Me sentí humillada, usada, y terriblemente enferma en un lugar que creí mi hogar. Pero la devastación se transformó en una extraña calma: no, no le daría el gusto de verme derrumbada. ¿Por qué esta aparente amabilidad de Carmen, estos insistentes tónicos, mientras Mateo conspiraba a mis espaldas? ¿Eran mis males físicos una coincidencia, o había algo más siniestro en juego que la mera traición? Decidí que no sería una víctima silenciosa de esta farsa perfecta. Con un plan en mente, y la certeza de que la verdad era mi única arma, comencé a investigar los secretos sepultados bajo las raíces de esos olivos centenarios. La dulce Sofía había muerto; una nueva mujer estaba lista para luchar por su vida.

Introducción

Llegué a la idílica finca de olivos de mi prometido, Mateo, a tres meses de nuestra boda, bañada por el sol andaluz y la promesa de un futuro perfecto.

Su madre, Carmen, la matriarca de la casa, me recibió con una efusividad abrumadora.

Incluso me preparó tónicos especiales, recetas ancestrales de la familia, para "fortalecer mi sangre y asegurar descendencia".

Sin embargo, pronto empecé a sentirme extrañamente agotada, mis ciclos hormonales se descontrolaron, y el amargo sabor del tónico se volvió un presagio inquietante.

Mientras Carmen me trataba como una reina, notaba el trato opuesto hacia Isabel, la esposa de su otro hijo, relegada a las tareas más humildes, con una mirada de cansancio que me interpelaba.

Una tarde, una verdad brutal arrasó con mi mundo: en el portátil de Mateo encontré correos explícitos con una mujer llamada Elena.

No solo era una infidelidad, sino un plan para deshacerse de mí después de la boda, con la fría certeza de que yo "no me daba cuenta de nada".

El aire se me fue de los pulmones.

Me sentí humillada, usada, y terriblemente enferma en un lugar que creí mi hogar.

Pero la devastación se transformó en una extraña calma: no, no le daría el gusto de verme derrumbada.

¿Por qué esta aparente amabilidad de Carmen, estos insistentes tónicos, mientras Mateo conspiraba a mis espaldas?

¿Eran mis males físicos una coincidencia, o había algo más siniestro en juego que la mera traición?

Decidí que no sería una víctima silenciosa de esta farsa perfecta.

Con un plan en mente, y la certeza de que la verdad era mi única arma, comencé a investigar los secretos sepultados bajo las raíces de esos olivos centenarios.

La dulce Sofía había muerto; una nueva mujer estaba lista para luchar por su vida.

Seguir leyendo

Otros libros de Gavin

Ver más
Traicionada y Embarazada: Mi Retorno

Traicionada y Embarazada: Mi Retorno

Moderno

5.0

Un sudor frío me despertó, el corazón latiéndome a mil por hora. Afuera, el sol de un nuevo día bañaba mi habitación con su resplandor familiar, pero el pánico dentro de mí era un hielo que me calaba hasta los huesos. Aún sentía el dolor punzante en el vientre, el amargo sabor del vino envenenado en mi boca. Y lo peor, la mirada triunfante de mi propia hermana, Sofía, mientras mi vida se desvanecía. Junto a ella, Diego, mi prometido, el hombre al que entregué mi alma, me observaba con una indiferencia helada, como si yo fuera una extraña. "Lo siento, Ximena", susurró Sofía, su voz convertida en veneno puro. "Pero Diego y su fortuna me pertenecen. Siempre debieron ser míos." Esas palabras… resonaban en mi cabeza sin cesar. Morí humillada, traicionada por las dos personas en las que más confiaba, mi carrera como diseñadora de modas hecha pedazos en un instante de maldad pública. ¿Cómo pudieron hacerme esto? ¿Qué crimen tan terrible había cometido para merecer tal castigo de los que amaba? Pero ahora… ahora estaba viva. Mis manos temblaban, pero estaban intactas. Toqué mi vientre, sin rastro de aquel dolor desgarrador. Estaba de vuelta en mi antigua habitación, en la casa de mis padres, esa que guardaba tantos secretos. El calendario en la pared marcó una fecha que me heló la sangre. Exactamente un año antes de mi desfile de modas nupcial, el día en que mi mundo se vino abajo. Era el día en que el médico me confirmó que estaba embarazada. En mi vida pasada, esa noticia fue el principio del fin. Pero esta vez, sería el comienzo de mi venganza.

La Furia de una Mujer Engañada

La Furia de una Mujer Engañada

Moderno

5.0

Cuando desperté, el olor a desinfectante me golpeó, y las paredes blancas del hospital reflejaban el vacío de mi vientre. Una vez más, el doctor pronunció esas palabras devastadoras. "Señora Rojas, lo lamento mucho. Hicimos todo lo que pudimos, pero no logramos salvar al bebé" . Era mi séptimo aborto espontáneo, siete pequeñas vidas que se habían ido, y mi corazón ya no podía sentir más dolor. Ricardo, mi esposo, llegó corriendo, su rostro una máscara de angustia, y yo me apoyé en él, buscando consuelo. "Shhh, no digas nada. No es tu culpa, mi amor. Descansa, yo me encargo de todo" , susurró con voz tranquilizadora. Pero entonces, a través de la puerta entreabierta, escuché su voz, no la de mi amoroso esposo, sino una llena de alegría y emoción contenida. "Valeria, mi amor, todo salió perfecto. Se lo creyó todo" . Mi respiración se detuvo, un escalofrío helado me recorrió, Valeria Solís, su asistente. "Sí, el séptimo. Justo como lo planeamos. El doctor Ramírez es un genio, el 'accidente' fue impecable" . Planearon… ¿un accidente? Luego lo escuché, con una frialdad repugnante, llamar a nuestros hijos no nacidos… "engendros" . "Ya hablé con Ramírez. Le dije que necesitamos una solución permanente. Una histerectomía. Dijo que puede hacer que parezca una complicación necesaria por el último aborto" . Ricardo, el hombre al que amaba, el que había compartido mi vida durante diez años, había asesinado a mis siete hijos. Él y su amante, Valeria Solís, me lo habían quitado todo. Pero las lágrimas que ahora brotaban no eran de tristeza, eran de rabia y de una promesa silenciosa: iban a pagar.

Quizás también le guste

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro