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Mentira perfecta

Mentira perfecta

Antoni A

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Capítulo

Gritó con desespero, furioso por la pequeña cláusula del testamento Müller, (“casamiento”) después de esperar dos años para determinar quién sería el dueño de todo, una pequeña cláusula detiene lo que ya estaba destinado. Adal Müller tiene que buscar desesperadamente a una candidata perfecta que pueda ayudarle con su objetivo, “obtener completamente la herencia”. Con mucha desesperación le pidió a su secretaria que se casara con él, que todo sería temporal, sin embargo, ella se negó confesándole que se casaría con su novio y no con él, que no estaba interesada en su jugosa propuesta, pero no todo estaría perdido, puesto que a ella se le vino la grandiosa idea de presentarle a una amiga; la que sería capaz de aceptar su propuesta a cambio de dinero. ¿Quién es ella? ¿Quién es Gisela Fischer? ¿Aceptaría casarse con el gran magnate Adal Müller? La secretaria seguía endulzándole el oído, prometiéndole que su amiga aceptaría y que ambos ganarían; uno la herencia total y la otra obtendría un dinero extra del cual necesita.

Capítulo 1 Introducción

El abogado de la familia Müller se retira con un “hasta pronto”, dejando al empresario Adal Müller lleno de furia porque la herencia que ha dejado su abuelo impregnado en ese testamento es injusta, ya que ahora se encuentran el siglo XXI y no en el tiempo pasado que la familia debía obligar a sus hijos a casarse.

Los padres de Adal intentan alentarlo, llenándolo de sabias palabras; míralo por el lado amable, considera que tu abuelo ha sido bueno, eres afortunado de ser el heredero de toda la fortuna Müller, no es tan fácil buscar a una chica que quiera casarse contigo, agradece que tu abuelo solo puso eso en su testamento y no un hijo como condición. Sus padres no dejaban de hablar del asunto y lo último que rebalsó el vaso fue decirle que debía casarse, pero jamás el abogado debía enterarse de ello porque si no todo fuese un fraude total y la herencia se iría a la fundación de animales.

Los susurros de sus padres provocaron que el empresario saliera de ese despacho como alma que lo lleva el diablo, porque no deseaba descargar su ira con ellos, suficiente con todo lo que su abuelo ha ocasionado.

“Casarse… Casarse… Casarse”, gritaba sin cesar, las palabras del abogado pasaban una y otra vez por su cabeza, hasta exasperarlo y perder la cordura.

Sin planearlo, él condujo hasta la empresa, encerrándose en su oficina, caminando de un lado para otro, tratando de buscar una solución a todos sus problemas, tenía la opción de seguir su camino sin la herencia o detenerse un rato y buscar a la chica ideal para obtener la herencia que le dejo su abuelo.

Luego de que él pensara en los pros y los contras sin poder controlarse, perdió la cordura, derribando todo lo que se encontraba a su paso, y eso despertó la preocupación de sus empleados. Con mucha valentía, su secretaria se arriesgó a entrar, teniendo presente que su presencia podría tener consecuencias, ya que el estado de su jefe se encontraba fuera de lugar.

Con voz baja y mucho temblor, ella le preguntó si necesitaba de su ayuda o que si tenía algún problema en el que pudiera ayudar. Él quería gritarle por su atrevimiento y a la vez descargar su furia con ella, sin embargo, él se detuvo a tiempo y le dijo que se esfumara por su bien, que no era el momento de que hablara y menos pedir ayuda.

Nuevamente, ella insiste y le dice que su amigo, el licenciado Alfonso, ha llamado encargándole que le dijera que volvería en par de minutos, que se ha retrasado por el tráfico y que no lo despida, que él es un buen vicepresidente. Él se quedó por un momento en silencio, analizando las palabras de su secretaria.

—¿Aceptas casarte conmigo? —esas fueron las palabras desesperadas de Adal.

La pobre chica quedó en shock, por la propuesta alocada de su jefe, sin embargo, los gestos y el tono de voz de él no eran para nada una clase de broma, ella reaccionó al esperar que no hubo ninguna sonrisa en su rostro. Los ojos de ella se abrieron de par en par, su rostro se fueron tornando en un color rojizo y sus piernas tambalearon.

Adal descifró su reacción, ya que todo sonó descabellado y se disculpó para luego retractarse confesándole que si no se casa todo lo que tiene a su poder será perdido; la empresa, dinero y los negocios presentes y futuros. Cada palabra de él salió como si fuese el fin del mundo, sin embargo, a la chica de repente se le vino la idea de que no todo podría estar perdido, ya que ella no le ayudaría y menos aceptaría su jugosa propuesta porque en un par de meses se casará con su prometido, pero eso no quiere decir que ella no le pueda presentar a alguien especial que estaría dispuesto a aceptar, solamente debe pagar.

Él se apenó al escuchar que su secretaria se casaría, su propuesta desesperada lo hizo sentir estúpido hasta que se arrepintió y le pidió disculpas, que jamás preguntó si ella era soltera.

—No, no debería disculparse, hasta le agradezco por su confianza —ella negó con la cabeza—, por eso tiene que aceptar que mi amiga de confianza deba ser su esposa y no cualquier mujer que se pueda aprovechar de lo que tenga, piénselo, el tiempo de casados sería hasta que todo esté a su poder.

La propuesta de su secretaria fue muy buena, hasta lo dejó pensando por unos segundos y cuando iba a contestarle su amigo apareció de la nada, entrando sin anunciarse. De repente el ambiente se puso tenso, Adal aclaró su garganta tras decirle a su secretaria que lo pensaría y que necesitaría mucha discreción. Ella asintió y salió corriendo de ahí, dejando a su jefe con su amigo.

Alfonso explotó luego que la secretaria saliera de la oficina de su amigo, reclamándole por el desastre que ha causado en toda la oficina, le exigió una explicación, sin embargo, Adal bufó y se fue caminando hacia aquel mueble esquinero donde encontraría cualquier bebida para olvidar su cruda realidad.

—Estoy arruinado, mi mundo se ha derrumbado por completo y no creo poder levantarme de esto.

Gisela Ascher es una chica afable, tímida y hermosa, tanto por fuera como por dentro. A sus treinta años no ha logrado las cosas que ella hubiese deseado, ella nació en Florencia-Italia, sin embargo, hoy en día ella se encuentra emigrando en la ciudad de Berlín, con el propósito de ayudarle a sus padres en la gran pobreza en la que se encontraban. Desde que llegó a la ciudad de Berlín ha dedicado su mayor tiempo en trabajar y trabajar, al principio encontraba trabajos de medio tiempo hasta que después de cinco años encontró afortunadamente un trabajo permanente como encargada del área de fotocopiadora en un pequeño bufete de abogados, sin embargo, para su familia ella es una gran empresaria. Miente por vergüenza a ser criticada y señalada por ser una fracasada, no por sus padres, todo tiene que ver por sus amistades.

El trabajo de cómo jefa del área de fotocopiadora no es suficiente para ella, ya que sus gastos han incrementado mucho, más por la mensualidad que les envía a sus padres. Los gastos mensuales son demasiado frustrantes para ella y por eso no tuvo de otra que dejar el apartamento que tenía por años para buscar otro apartamento compartido y económico. Sin embargo, eso no es suficiente, sin poder evitarlo, ella se llega a sentir al borde del abismo, aunque no todo está perdido, ya que al salir de su trabajo ella se encontró con su vecina de apartamento y sin filtros le propuso la salvación de todos sus problemas.

¡Matrimonio con beneficios!

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