LUÍS VENTURINA
Desde que era adolescente siempre he sido muy estudioso, el hijo mayor, tengo dos hermanos, pero como Richard no siempre hemos sido como hermanos, hicimos todo juntos, y un día en la escuela a la hora del descanso viene con dos niños y una niña, a quienes mis ojos brillaron cuando la vi por primera vez, él me presentó por primera vez a James y al segundo Alfredo y, por último, a Nara, le estreché la mano y me encantó, en ese momento sentí que ella sería mi primer amor, ninguna chica despertó ese sentimiento en mí de ponerme nervioso, mientras yo estaba frente a ella, y desde allí nos hicimos mejores amigos y con cada día que pasaba nos acercamos, hizo todo lo que quería, hasta hoy seguimos siendo los mismos.
Siempre tuvo una personalidad fuerte, siempre supo lo que quería y ni siquiera sus padres lograron sacar ciertos planes de su cabeza, especialmente para irse, cuando me contó sobre sus sueños de irse a Canadá antes de terminar la secundaria, me desanimé, me alejé, pero siempre estaba a su lado, No podía alejarme de ella y los días me pasaron, ella y Richard se volvieron tres inseparables de nuestras conversaciones y las ideas siempre fueron similares y un día Richard vino a mí y me hizo la siguiente pregunta.
— Luís, ¿estás enamorado de Nara?
— Soy mucho, la amo, incluso más que yo.
Y en esta conversación entre nosotros dos, le expliqué mi miedo a declararme a ella, porque tenía miedo de alejarla y arruinar nuestra amistad, que es lo único que nos mantuvo unidos. Todo lo que siempre quise, corrí detrás y con Nara no era lo mismo y un hermoso día, ella vino a mi casa, con el pelo liso y flequillo, suelto, Preparé un picnic debajo del árbol y allí, tuve el coraje de declararme, hablamos sobre varios temas, ha llegado el momento de decir la verdad.
— Nara, ¡preparé todo este lugar para decirte algo!
— Entonces, dice Luís, no tenemos secretos, somos amigos.
— Desde la primera vez que te vi, me enamoré de ti, ya no puedo ocultar lo que siento, todo es transparente, incluido el amor que siento, te quiero mucho.
Ella escuchó atentamente, guardó silencio, espero con ansias lo que me responderá.