Sacrificio por Amor: La Asistente del Tirano

Sacrificio por Amor: La Asistente del Tirano

Gavin

5.0
calificaciones
21
Vistas
20
Capítulo

El mundo de Sofía era una jaula dorada, un hogar de lujos y el aroma perfecto de los platillos creados por su padre, el aclamado chef del presidente. Pero esa burbuja de perfección estalló cuando el presidente colapsó en un banquete, acusando a su padre de envenenamiento y sentenciando a su familia a una vida de desesperación. Para salvarlos de la furia del tirano, Sofía tomó una decisión drástica: se ofreció como asistente personal del presidente, un aparente sacrificio que la arrojaría a los lobos. Sin embargo, el primer día de selección, el presidente, con una sonrisa cruel y mirada depredadora, anunció una nueva regla: "Todas las asistentes que lleven un delantal morado serán ejecutadas". Sofía, junto con todas las demás candidatas, vestía el fatídico color. El pánico la invadió; era una trampa, una broma sádica. "Este tipo está completamente loco", pensó, una furia impotente hirviendo en su interior. Pero el presidente la miró, clavando sus ojos en ella como si leyera su alma. "¿Qué es lo que acabas de decir?", preguntó. El terror helado reemplazó la rabia. ¿Cómo era posible? No había movido los labios. Fue entonces cuando la eligió, no solo como asistente principal, sino para un juego mucho más peligroso: él podía escuchar sus pensamientos. Desde una vida pasada como oficinista hasta renacer en un mundo de tiranos y secretos, Sofía se vio obligada a usar su ingenio y sus "voces internas" para navegar por una corte llena de complots. Pronto descubrió que el presidente, ese monstruo adicto al trabajo, no era solo un tirano, sino un reformador que intentaba salvar a su nación. Cuando su propia abuela intentó manipularla para envenenarlo, Sofía optó por la verdad, revelando que ambos eran peones en un juego peligroso. Su hermana, Clara, la joya mimada de la familia, no soportó su ascenso y conspiró para destruirla. Pero Sofía la humilló, devolviéndole cada gota de veneno que Clara le había infligido. El presidente, al ver la oscuridad de su propia familia, decidió cortar los lazos de Sofía con su pasado de invisibilidad, ofreciéndole un hogar y un futuro a su lado. Fue en medio de un atentado, en sus brazos, donde Sofía descubrió que ese tirano de mirada aguda no solo podía oír sus pensamientos, sino que había sido el niño hambriento a quien ella, como una pequeña hada, había salvado con un simple caramelo años atrás. Ahora, ella, la despreciada hija del chef, se ha convertido en Emperatriz, su historia tejida con los hilos del poder, el engaño y un amor inesperado.

Introducción

El mundo de Sofía era una jaula dorada, un hogar de lujos y el aroma perfecto de los platillos creados por su padre, el aclamado chef del presidente.

Pero esa burbuja de perfección estalló cuando el presidente colapsó en un banquete, acusando a su padre de envenenamiento y sentenciando a su familia a una vida de desesperación.

Para salvarlos de la furia del tirano, Sofía tomó una decisión drástica: se ofreció como asistente personal del presidente, un aparente sacrificio que la arrojaría a los lobos.

Sin embargo, el primer día de selección, el presidente, con una sonrisa cruel y mirada depredadora, anunció una nueva regla: "Todas las asistentes que lleven un delantal morado serán ejecutadas".

Sofía, junto con todas las demás candidatas, vestía el fatídico color. El pánico la invadió; era una trampa, una broma sádica.

"Este tipo está completamente loco", pensó, una furia impotente hirviendo en su interior.

Pero el presidente la miró, clavando sus ojos en ella como si leyera su alma. "¿Qué es lo que acabas de decir?", preguntó.

El terror helado reemplazó la rabia. ¿Cómo era posible? No había movido los labios.

Fue entonces cuando la eligió, no solo como asistente principal, sino para un juego mucho más peligroso: él podía escuchar sus pensamientos.

Desde una vida pasada como oficinista hasta renacer en un mundo de tiranos y secretos, Sofía se vio obligada a usar su ingenio y sus "voces internas" para navegar por una corte llena de complots.

Pronto descubrió que el presidente, ese monstruo adicto al trabajo, no era solo un tirano, sino un reformador que intentaba salvar a su nación.

Cuando su propia abuela intentó manipularla para envenenarlo, Sofía optó por la verdad, revelando que ambos eran peones en un juego peligroso.

Su hermana, Clara, la joya mimada de la familia, no soportó su ascenso y conspiró para destruirla.

Pero Sofía la humilló, devolviéndole cada gota de veneno que Clara le había infligido.

El presidente, al ver la oscuridad de su propia familia, decidió cortar los lazos de Sofía con su pasado de invisibilidad, ofreciéndole un hogar y un futuro a su lado.

Fue en medio de un atentado, en sus brazos, donde Sofía descubrió que ese tirano de mirada aguda no solo podía oír sus pensamientos, sino que había sido el niño hambriento a quien ella, como una pequeña hada, había salvado con un simple caramelo años atrás.

Ahora, ella, la despreciada hija del chef, se ha convertido en Emperatriz, su historia tejida con los hilos del poder, el engaño y un amor inesperado.

Seguir leyendo

Otros libros de Gavin

Ver más
Cinco años de amor perdido

Cinco años de amor perdido

Romance

5.0

Tentu, saya akan menambahkan POV (Point of View) ke setiap bab sesuai dengan permintaan Anda, tanpa mengubah format atau konten lainnya. Gabriela POV: Durante cinco años crié al hijo de mi esposo como si fuera mío, pero cuando su ex regresó, el niño me gritó que me odiaba y que prefería a su "tía Estrella". Leandro me dejó tirada y sangrando en un estacionamiento tras un accidente, solo para correr a consolar a su amante por un fingido dolor de cabeza. Entendí que mi tiempo había acabado, así que firmé la renuncia total a la custodia y desaparecí de sus vidas para siempre. Para salvar la imprenta de mi padre, acepté ser la esposa por contrato del magnate Leandro Angulo. Fui su sombra, la madre sustituta perfecta para Yeray y la esposa invisible que mantenía su mansión en orden. Pero bastó que Estrella, la actriz que lo abandonó años atrás, chasqueara los dedos para que ellos me borraran del mapa. Me humillaron en público, me despreciaron en mi propia casa y me hicieron sentir que mis cinco años de amor no valían nada. Incluso cuando Estrella me empujó por las escaleras, Leandro solo tuvo ojos para ella. Harta de ser el sacrificio, les dejé los papeles firmados y me marché sin mirar atrás. Años después, cuando me convertí en una autora famosa y feliz, Leandro vino a suplicar perdón de rodillas. Fue entonces cuando descubrió la verdad que lo destrozaría: nuestro matrimonio nunca fue legal y yo ya no le pertenecía.

La Dignidad no se Vende

La Dignidad no se Vende

Romance

5.0

Mi casa en Triana, que olía a jazmín y a melancolía, estaba a punto de perderse. Con solo dieciocho años y un título de diseño recién empezado, sentí el peso de las deudas de mi padre muerto. La oferta llegó como un salvavidas: acompañar a Ricardo Vargas, un constructor poderoso y enigmático. El "acuerdo" era claro: él salvaría mi hogar, yo sería su compañera discreta. Casi creí que el dinero me había traído un amor inesperado, confundiendo su opulencia con cariño, su posesividad con protección. Pero entonces, apareció Carmen Sandoval, su exnovia. Me citó en un hotel de lujo y, con desprecio, me ofreció tres millones de euros para desaparecer. Ella era su "costumbre favorita", y yo, solo un insecto. Para probarlo, hicimos una cruel prueba con mensajes a Ricardo. El suyo fue respondido con preocupación, el mío, con un frío "Espero no sea grave. Estoy ocupado". Ella sonrió. "¿Ves? No eres nada para él". Me reveló que todos los gestos grandiosos de Ricardo -los jazmines, Noruega- eran réplicas de lo que había hecho por ella. Solo era una sustituta, un eco. La indignidad se volvió insoportable. Un día, Carmen rompió el broche de mi abuela y me acusó de agredirla. Ricardo, sin dudarlo, me encerró en el sótano frío y húmedo, donde casi muero de frío. La humillación final llegó cuando, en una fiesta, él volvió a negarme públicamente. Me trató como un objeto, un insignificante estorbo para el juego de sus celos. ¿Cómo pude ser tan ciega, tan ingenua? El dolor era insoportable, la traición palpable. Me había vendido por una falsa seguridad, por un puñado de billetes. ¿Era mi dignidad el precio? ¿O algo más valioso aún? Pero al despertar del delirio, solo quedó una determinación fría. ¡No más! Era hora de despertar. Con los tres millones de euros de Carmen y una beca para Roma, cortaría todas las ataduras. Mi propio cuento de hadas no necesitaba un príncipe tóxico. Estaba lista para mi verdadera vida.

El Pacto Roto Por La Envidia

El Pacto Roto Por La Envidia

Romance

4.3

La envidia era una bestia sedienta en nuestra comunidad, siempre hambrienta de lo que otros poseían. Nunca pensé que sus colmillos se clavarían en mi carne, en la de Estela y en la de nuestras vidas. Nos ofrecieron, a mi hermana gemela Estela y a mí, a los hermanos Vázquez, Marcelo y Efraín, como un sacrificio, un pacto. Parecía un cuento de hadas retorcido, una bendición. Pero la envidia, esa misma envidia que nos elevó, nos arrastró en picada hacia la tragedia más oscura, un abismo del que no creí que saldríamos. Estaba embarazada de cinco meses cuando unos hombres armados nos interceptaron a mi hermana gemela y a mí en medio de la noche. Aterrorizada, marqué el número de mi esposo, Marcelo, una y otra vez, suplicando por nuestras vidas. Pero él me colgó, furioso, porque estaba ocupado consolando a su "hermanita" adoptiva, Daniela, por un simple corte en el dedo. "¡Deja de hacer drama y no me molestes! Daniela está asustada y me necesita." Esa fue la última vez que escuché su voz antes de que los golpes me hicieran perder a nuestro bebé. Mi hermana Estela, mi leona, se interpuso para protegerme y le destrozaron la pierna con una barra de hierro, acabando para siempre con su carrera de bailarina. Cuando despertamos en un hospital público, solas y rotas, descubrí que Marcelo y su hermano estaban en una clínica de lujo, cuidando a Daniela como si fuera de cristal. Para colmo, Marcelo me acusó de haber "deshecho" a nuestro hijo a propósito solo para manipularlo por celos. El dolor se convirtió en una frialdad absoluta. Me limpié las lágrimas, firmé los papeles de divorcio y me dirigí a la policía para contar toda la verdad. Lo que Marcelo no sabía era que, al caer los secuestradores, confesarían que la dulce Daniela fue quien ordenó nuestra ejecución.

Mi Venganza:No Más Ingenua

Mi Venganza:No Más Ingenua

Romance

5.0

Siempre creí que mi vida con Ricardo De la Vega era un idilio. Él, mi tutor tras la muerte de mis padres, era mi protector, mi confidente, mi primer y secreto amor. Yo, una muchacha ingenua, estaba ciega de agradecimiento y devoción hacia el hombre que me había acogido en su hacienda tequilera en Jalisco. Esa dulzura se convirtió en veneno el día que me pidió lo impensable: donar un riñón para Isabela Montenegro, el amor de su vida que reaparecía en nuestras vidas gravemente enferma. Mi negativa, impulsada por el miedo y la traición ante su frialdad hacia mí, desató mi propio infierno: él me culpó de la muerte de Isabela, filtró mis diarios y cartas íntimas a la prensa, convirtiéndome en el hazmerreír de la alta sociedad. Luego, me despojó de mi herencia, me acusó falsamente de robo. Pero lo peor fue el día de mi cumpleaños, cuando me drogó, permitió que unos matones me golpearan brutalmente y abusaran de mí ante sus propios ojos, antes de herirme gravemente con un machete. "Esto es por Isabela", susurró, mientras me dejaba morir. El dolor físico no era nada comparado con la humillación y el horror de su indiferencia. ¿Cómo pudo un hombre al que amé tanto, que juró cuidarme, convertirme en su monstruo particular, en la víctima de su más cruel venganza? La pregunta me quemaba el alma. Pero el destino me dio una segunda oportunidad. Desperté, confundida, de nuevo en el hospital. ¡Había regresado! Estaba en el día exacto en que Ricardo me suplicó el riñón. Ya no era la ingenua Sofía; el trauma vivido había forjado en mí una frialdad calculada. "Acepto", le dije, mi voz inquebrantable, mientras planeaba mi escape y mi nueva vida lejos de ese infierno.

Quizás también le guste

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro