TOP
/0/17405/coverbig.jpg?v=4cd3837e0326bd91f991670605dc27b5&imageMogr2/format/webp)
Mi vida en Las Lomas de Chapultepec era la envidia de muchos, un santuario de lujo y paz. Hasta que Máximo, el hijo de nuestro chófer, irrumpió en mi vestíbulo, no solo con una arrogancia desmedida, sino acompañado de una chica desconocida, Luciana. Pero lo más impactante no fue su audacia: fueron las líneas de texto dorado que de pronto flotaron ante mis ojos, revelando un oscuro secreto. Era una "villana" destinada a un final miserable; ellos, los "héroes" renacidos, que usarían a mi familia y su fortuna para escalar, mientras los Castillo se hundían en la bancarrota. Observé cómo el hijo del chófer exigía mi suite para esa mujer y un papel estelar a mi padre, como si todo le perteneciera, "perdonándome la vida" si cooperaba. ¿Cómo iba a ser yo la villana si mi propia vida y legado estaban siendo robados por dos parasitos que se creían por encima de todo? La confusión se transformó en una furia helada. Este guion manipulado no era el mío. Y con una bofetada resonante, decidí que esta vez, la historia iba a tener una escritora y un final muy diferente.
Mi vida en Las Lomas de Chapultepec era la envidia de muchos, un santuario de lujo y paz.
Hasta que Máximo, el hijo de nuestro chófer, irrumpió en mi vestíbulo, no solo con una arrogancia desmedida, sino acompañado de una chica desconocida, Luciana.
Pero lo más impactante no fue su audacia: fueron las líneas de texto dorado que de pronto flotaron ante mis ojos, revelando un oscuro secreto.
Era una "villana" destinada a un final miserable; ellos, los "héroes" renacidos, que usarían a mi familia y su fortuna para escalar, mientras los Castillo se hundían en la bancarrota.
Observé cómo el hijo del chófer exigía mi suite para esa mujer y un papel estelar a mi padre, como si todo le perteneciera, "perdonándome la vida" si cooperaba.
¿Cómo iba a ser yo la villana si mi propia vida y legado estaban siendo robados por dos parasitos que se creían por encima de todo?
La confusión se transformó en una furia helada. Este guion manipulado no era el mío.
Y con una bofetada resonante, decidí que esta vez, la historia iba a tener una escritora y un final muy diferente.
/0/18432/coverorgin.jpg?v=531e4681df89560a421c508e07e5f6c3&imageMogr2/format/webp)
Cuentos
Aquí está el adelanto de la novela corta, siguiendo tus indicaciones: Me miré al espejo, envuelta en raso blanco, la boda con Ricardo a solo una semana. Llevábamos cinco años construyendo un futuro que creía inquebrantable, hasta que su teléfono vibró con un mensaje. El nombre "Carla" en la pantalla me heló la sangre, seguido de: "Amor, ¿nuestro plan sigue en pie para después de la boda? No puedo esperar a que seamos libres" . Revisé su teléfono y descubrí meses de conversaciones, fotos y planes con su amante, burlándose de mí y de mi "confianza ciega", llamándome "la gallina de los huevos de oro". Un mensaje suyo lo destrozó todo: "Sofía no es más que el puente hacia nuestra felicidad. Un sacrificio necesario". Mi amor se convirtió en rabia fría; no era solo infidelidad, sino un fraude calculado. Con una calma que me sorprendió, fotografié cada prueba, borré mi rastro y colgué el vestido. La boda no se cancelaría; sería mi escena, y ellos, Ricardo y Carla, serían las estrellas de su propia humillación pública.
/0/18081/coverorgin.jpg?v=ed47367e2d9ea5abd649679cbaaf63b7&imageMogr2/format/webp)
Cuentos
Mi esposo, Alejandro, me construyó un paraíso, cimentado en un amor que creí eterno. Él se jactaba de ser un "conquistador" rebelde, que había desafiado un sistema misterioso y soportado noventa y nueve castigos por un amuleto que cambiaría mi destino terminal. Creí cada palabra, cada susurro prometiendo una vida juntos. Pero todo se desmoronó hoy, en un estacionamiento subterráneo. Dos hombres encapuchados me secuestraron, lanzándome a una camioneta sucia. En una bodega abandonada, golpearon mi pecho y el amuleto se rompió, revelando un grabado minúsculo. No era mi fecha de nacimiento, sino la de Elena, su exnovia. Y entonces, una voz metálica resonó en mi cabeza: "Sistema: Anfitrión, ¿por qué contratar intencionalmente a esos rufianes para lastimar a Sofía, sabiendo cuánto te ama?" La voz de Alejandro respondió, fría como el hielo: "El destino de Elena está plagado de desgracias. Solo así puede evitar el daño. No tengo otra opción." Mi mundo se hizo pedazos. La "reunión importante" no era por nuestro futuro, sino por la tortura orquestada que me estaba aniquilando. Los secuestradores me desnudaron. "Vamos a tomar unas fotos, abogada. Para tu portafolio", se burlaron. Solo querían destruir mi vida profesional y mi dignidad. Entonces, uno de ellos murmuró: "¿Estás embarazada?" La noticia de nuestro bebé, que pensaba darle esa noche, se convirtió en mi peor pesadilla. "No hay mayor sufrimiento para una madre que esto," dijo, y me pateó brutalmente el abdomen. Un dolor blanco me cegó. Sentí un desgarro, algo cálido derramándose. Mi bebé. Nuestro milagro. Se había ido. Alejandro no solo me había sentenciado, ¡había asesinado a su propio hijo! Más tarde, mientras yacía rota, Elena apareció en el hospital donde me "recuperaba". "Te ves fatal, Sofía," dijo con una sonrisa burlona. Luego, sacó un frasco: "Esto es para tu silencio." Me forzó a tragar un líquido que quemó mi garganta. "No te preocupes, no es letal. Solo destruye las cuerdas vocales." Cuando Alejandro la vio, ella tosió sangre falsa y fingió desmayarse, pidiendo una transfusión, solo de mi tipo de sangre. Él, sin dudarlo, me condenó. Sentí mi vida escaparse por el tubo, mi sangre salvando a la mujer que me había destruido. En mis últimos momentos, solo pensé en mi bebé. Y entendí. El sistema había permitido que escuchara cada palabra desde que el amuleto se rompió. Sabía que él era mi verdugo. Mi amor por él, la cadena que me ató, se convirtió en el arma que usó para destruirme. Pero a pesar de todo, Mónica, mi amiga, le dijo la verdad a su asistente. Ella le mostró mi prueba de embarazo de ocho semanas y la grabación de Elena admitiendo su complicidad. Alejandro, el asesino de mi hijo y el arquitecto de mi infierno, lo sabía ahora. No había redención para él en mí. En la oscuridad del corredor de la muerte, solo encontró el eco de su traición y la certeza de que nunca sería perdonado.
/0/17688/coverorgin.jpg?v=20a79f929fe35b6886c3199e47b284ff&imageMogr2/format/webp)
Cuentos
Tres años. Tres largos años desde que Alejandro, el hombre con el que iba a casarme, me abandonó en el altar, alegando una ridícula "iluminación espiritual" para unirse a una secta. La verdad, sin embargo, era mucho más sucia y terrenal: no había secta, solo Laura, una mujer a la que Alejandro, mi prometido, había decidido "rescatar" de la miseria para casarse con ella y escalar socialmente, dejándome a mí, Sofía, como daño colateral. Ahora, la mansión se abre de golpe y él está de vuelta, con la misma arrogancia, y a su lado Laura, embarazada, sus ojos recorriendo mi hogar con una mezcla de envidia y triunfo, como si esta casa también les perteneciera por derecho. Con una sonrisa torcida, Alejandro anuncia: "Sofía, he vuelto. Laura y yo nos casaremos. Ella espera a mi hijo. Pero no te preocupes, siempre habrá un lugar para ti a nuestro lado, como una hermana". Escuchar su propuesta, tan audaz como absurda, me revolvió el estómago. Recordé la humillación, las miradas de lástima, las fotos de él y Laura construyendo la vida que me robaron. Mi aparente sumisión los desarmó, se sentaron victoriosos en el sofá, pero justo entonces, un torbellino de energía infantil irrumpió: "¡Mami!" Mi hijo Daniel, de dos años, corrió a mis brazos, y la sonrisa de Alejandro se congeló, su arrogancia reemplazada por el shock. Laura lo miró fijamente, con incredulidad y furia contenida. Entonces, con la inocencia pura de un niño, Daniel señaló el retrato de su padre sobre la chimenea: "¿Dónde está papá? ¿Papá no ha vuelto todavía?". Esa pregunta, cargada de un significado que pulverizó su mundo, destrozó por completo el universo de Alejandro. Su cara, petrificada, pasó del shock a una furia oscura y profunda: ¿De qué demonios estaba hablando? ¿Quién era este niño?
/0/17302/coverorgin.jpg?v=764836ef9460f78cc573cfe6d576c96b&imageMogr2/format/webp)
Cuentos
Hoy es el día de mi muerte. O, para ser más precisa, el aniversario de mi muerte. He renacido, regresando al mismo día de la "Lotería de Esposas" de Mateo Ríos, con el recuerdo vívido de cada golpe, cada insulto, cada segundo de dolor de mi vida pasada. En un astuto movimiento, logré que Mateo eligiera a su hermanastra, Sofía, en lugar de a mí, creyendo que había desviado mi trágico destino. Pero el alivio duró poco: mi madre, Carmen, furiosa por el fracaso de su plan de usarme como chivo expiatorio para la infertilidad de Sofía, se confabuló con ella para hacerme la vida imposible. La crueldad de Mateo alcanzó su culmen cuando, manipulado por las mentiras de Sofía, que me incriminó falsamente, arrancó el soporte vital de mi padre ante mis ojos, dejándolo morir y aplastando la última pizca de esperanza en mi alma. ¿Cómo pudo una traición tan vil provenir de mi propia madre y de la persona que se suponía que me amaba? ¿Qué tan cegado se puede estar para destruir la vida de alguien por una mentira? Con el corazón roto y un deseo de aniquilación, me casé con Javier Alonso, el archienemigo de Mateo, y ahora, como la intocable Señora Alonso, he vuelto para ver cómo su propio imperio de engaños se derrumba.
/0/18200/coverorgin.jpg?v=656eb0c0a3cfb2ef836d77b51ced1099&imageMogr2/format/webp)
Cuentos
Durante doce años, oculté mi fortuna y mi linaje, la poderosa familia Salazar, para convertirme en la esposa perfecta de Mateo Hewitt. Le di mi amor incondicional, mi apoyo, y en secreto, los cimientos de su imperio, creyendo que construíamos un futuro juntos desde nuestro modesto piso en Logroño. Pero en nuestro duodécimo aniversario de bodas, llegó la traición: Mateo entró oliendo al perfume de otra mujer, su asistente Isabel Riley, con una caja de puros cubanos, no flores para mí. Miró con desdén la cena sencilla que preparé, solo para que yo le mostrara una foto de él y su amante, unida a la ecografía de un embarazo de tres meses que ella me envió. Él me insultó, llamó "estéril" y "mueble", e incluso defendió a Isabel por recibir nuestras joyas de familia. La humillación se volvió insoportable cuando, en una gala, Mateo rompió un collar de esmeraldas que era una reliquia Salazar, un regalo de mi abuela, y casi con orgullo me lo arrojó a los pies. Su madre, a quien salvé, me escupió odio por su ruina. ¿Cómo pudo el hombre al que di todo, por quien me arrodillé ante mi padre, por quien abandoné mis sueños, convertirme en un fantasma en mi propia casa? ¿Por qué me trató como basura mientras construía su éxito sobre mis sacrificios y los de mi familia? Con el corazón destrozado y la ira ardiendo, llamé a mi equipo. "Quiero el divorcio," le dije. "Y te juro, Mateo Hewitt, que te dejaré sin absolutamente nada." La verdadera Sofía Salazar acababa de despertar, y su sed de venganza no conocía límites.
/0/19068/coverorgin.jpg?v=a2d89a46d9045c1e5a319e1654d65ae6&imageMogr2/format/webp)
Cuentos
Mi esposo, Adrián, me llamó por teléfono. Para salvar la carrera de su amante, la famosa actriz Liliana Requena, me pidió que fingiera mi propio secuestro y me echara la culpa para desviar la atención de los medios. Pero eso no fue todo. Con una frialdad que me heló la sangre, me exigió que abortara a nuestro bebé. "Liliana no puede soportar más estrés" , me dijo. Me negué a perder a mi hijo, pero él, para proteger a su amada, me empujó con una fuerza brutal. Mientras yo sangraba en el suelo, él se fue con ella sin mirar atrás. Su madre fue aún más lejos: me encerró en una hacienda bajo un sol infernal hasta que perdí a mi bebé. Mientras me desangraba sola, recibí un mensaje suyo: "Lo siento, mi amor. Te lo compensaré" . Con el corazón hecho pedazos y el alma vacía, tomé mi teléfono y marqué un número que me había prohibido a mí misma durante años. La voz que respondió era la de mi padre, Augusto Sierra, el dueño del Grupo Sierra.
/0/7603/coverorgin.jpg?v=835f133acafe322d5acd46f3943e63cc&imageMogr2/format/webp)
Después de tres años de matrimonio, Becky finalmente se divorció de su esposo, Rory Casper, quien nunca la había amado. Solo tenía ojos para una mujer, y esa mujer no era otra que su cuñada, Babette. Un día, ocurrió un accidente y Becky fue acusada de ser la culpable del aborto de Babette. Toda la familia se negó a escuchar su explicación. Rory incluso la obligó a elegir entre arrodillarse frente a Babette para disculparse y divorciarse. Para sorpresa de todos, Becky optó por lo último. Después del divorcio, los Casper descubrieron que la mujer que consideraban viciosa y materialista era en realidad la heredera de una familia súper rica. Rory, mientras tanto, se dio cuenta de que su exesposa era realmente encantadora, hermosa y confiada, en una palabra, se enamoró perdidamente de ella. Pero ya era demasiado tarde, ella ya no lo amaba... Frente a la apasionada conquista de su exmarido, ¿lo aceptaría Becky? ¿O habría otro hombre que se adelantaría a ganarse el corazón de Becky?
/0/18492/coverorgin.jpg?v=cc17ce5c5aa059b7551851a54b656f3f&imageMogr2/format/webp)
Stella alguna vez disfrutó de la devoción de Marc, pero su crueldad oculta la lastimó profundamente. Mientras él enviaba mensajes coquetos a su amante, ella quemó la foto de bodas frente a él. Con el pecho apretado y los ojos encendidos, Stella le dio una bofetada. Luego borró todo rastro de su identidad, se unió a una misión de investigación confidencial, desapareció sin dejar rastro y le dejó una bomba secreta. El día del lanzamiento, Stella se fue; esa misma mañana, el imperio de Marc se vino abajo. Todo lo que encontró fue el certificado de defunción de su esposa, y su corazón se hundió. Cuando volvieron a verse, fue en una gala. Stella, elegante, estaba junto a un magnate. Marc le suplicó que volviera. Ella, con una sonrisa burlona, respondió: "No me mereces, hombre".
/0/18237/coverorgin.jpg?v=7a7a7867f58db917a828ba670a428bcf&imageMogr2/format/webp)
Sofía está dispuesta a todo por proteger a su amiga Catalina, incluso si eso significa enfrentarse a Harry Meyer, el hombre equivocado... literalmente. En su prisa por impedir una boda que considera un error, termina ante Naven Fort, un poderoso y reservado empresario con un pasado tan misterioso como su mirada. Pero con Naven nadie se equivoca sin consecuencias. Él le ofrece a Sofía una solución inesperada: ayudará a separar a Catalina de Harry, a cambio de que ella se case con él. Veinticuatro horas. Ese es el plazo que Sofía tiene para decidir si firmará un matrimonio por contrato con un completo desconocido. Lo que empieza como un trato frío pronto se transforma en una convivencia cargada de tensión, química y secretos. Todo se complica con la llegada de la exnovia de Naven, una mujer decidida a recuperar lo que cree suyo. Entre verdades ocultas y malentendidos, Sofía empieza a preguntarse si su bondad la está condenando... o si, en medio del caos, podría encontrar el amor real.
/0/15847/coverorgin.jpg?v=581a6be4db20fb6528a3ac7ffcc1f9bd&imageMogr2/format/webp)
Después de que Ellie recuperara su verdadera identidad, se encontró en un inesperado matrimonio con el Sr. Thorpe, un hombre lisiado que era despreciado por todos. Su exnovio infiel aguardaba su arrepentimiento, mientras los demás la miraban con sorna. Sin embargo, para Ellie, su aclamado bar no era más que un proyecto secundario. Su vasta colección de joyas parecía trivial. Los mejores diseñadores estaban a su disposición. Poseía autos de lujo, grandes mansiones e incluso islas privadas. Tenía el poder de ganar prestigiosos premios y vengarse de su infiel ex y de la amante descarada de este. No obstante, para los extraños, su vida parecía aburrida, ensombrecida por la discapacidad de su marido. Un día, el Sr. Thorpe se levantó de su silla de ruedas, incapaz de mantener la fachada por más tiempo. "Ya no puedo seguir fingiendo. Mi mujer es demasiado extraordinaria", declaró. Ellie, con las manos en la cintura y los dientes apretados, se enfrentó a él: "¿Y el divorcio que prometiste?". Tocándole suavemente el vientre ligeramente abultado, el Sr. Thorpe respondió en voz baja: "¡En tus sueños!".
/0/11195/coverorgin.jpg?v=8573d97c345a2f9b0888ca0cd6afefa1&imageMogr2/format/webp)
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
/0/13874/coverorgin.jpg?v=141a69876f8faa6ca4cbc2e4c8561bba&imageMogr2/format/webp)
Durante tres arduos años, Emily se esforzó por ser la esposa perfecta de Braiden, pero él todavía se mantenía distante con ella. Cuando él le pidió el divorcio por otra mujer, Emily desapareció. Sin embargo, cuando reapareció más tarde, se convirtió en su última fantasía. Despidiendo a su ex con una sonrisa burlona, ella le desafió: "¿Te interesa una colaboración? ¿Quién te crees que eres?". Los hombres no le servían para nada; Emily prefería la independencia. Mientras Braiden la cortejaba sin descanso, descubrió las identidades secretas de Emily: hacker de alto nivel, chef, médica, talladora de jade, corredora clandestina... Cada descubrimiento aumentaba el desconcierto de Braiden. ¿Por qué los conocimientos de Emily parecían ilimitados? El mensaje de Emily era claro: destacaba en todos los aspectos.


Otros libros de Gavin
Ver más