El Renacer del Heredero

El Renacer del Heredero

Gavin

5.0
calificaciones
147
Vistas
11
Capítulo

Me despertó el olor a humo, aunque mi mansión de Madrid estaba intacta. Era la noche de la fiesta, el inicio de mi infierno pasado. Pero ese humo solo existía en mi memoria: el fuego consumiendo mi hogar, la cara de Sofía, mi hermana adoptiva, apuñalándome mientras susurraba un nombre: Javier. Cuando la vi esa noche, tambaleándose por el pasillo, sus ojos no eran confusos, sino fríos y calculadores. "Busca a Javier", me ordenó, y supe la verdad helada: ella también había renacido. Mi amor por ella se había quemado en aquella vida. Ella, aferrada a su versión de la tragedia, repetiría su caída con Javier, un ambicioso parásito. Mis padres, ingenuos, serían solo daño colateral en su juego de poder. ¿Por qué, Sofía? ¿Por qué, con esta segunda oportunidad, elegir la misma autodestrucción? Ya no había dolor, solo la implacable necesidad de proteger a mi verdadera familia. Esta vez no intervendría. Les daría la cuerda que tanto ansiaban, pero me aseguraría de que jamás dañaran a quienes amaba. Mi nueva vida: no una venganza, sino una redención, escrita bajo mis propios términos.

Introducción

Me despertó el olor a humo, aunque mi mansión de Madrid estaba intacta. Era la noche de la fiesta, el inicio de mi infierno pasado.

Pero ese humo solo existía en mi memoria: el fuego consumiendo mi hogar, la cara de Sofía, mi hermana adoptiva, apuñalándome mientras susurraba un nombre: Javier. Cuando la vi esa noche, tambaleándose por el pasillo, sus ojos no eran confusos, sino fríos y calculadores. "Busca a Javier", me ordenó, y supe la verdad helada: ella también había renacido.

Mi amor por ella se había quemado en aquella vida. Ella, aferrada a su versión de la tragedia, repetiría su caída con Javier, un ambicioso parásito. Mis padres, ingenuos, serían solo daño colateral en su juego de poder.

¿Por qué, Sofía? ¿Por qué, con esta segunda oportunidad, elegir la misma autodestrucción? Ya no había dolor, solo la implacable necesidad de proteger a mi verdadera familia.

Esta vez no intervendría. Les daría la cuerda que tanto ansiaban, pero me aseguraría de que jamás dañaran a quienes amaba. Mi nueva vida: no una venganza, sino una redención, escrita bajo mis propios términos.

Seguir leyendo

Otros libros de Gavin

Ver más
Traicionada y Embarazada: Mi Retorno

Traicionada y Embarazada: Mi Retorno

Moderno

5.0

Un sudor frío me despertó, el corazón latiéndome a mil por hora. Afuera, el sol de un nuevo día bañaba mi habitación con su resplandor familiar, pero el pánico dentro de mí era un hielo que me calaba hasta los huesos. Aún sentía el dolor punzante en el vientre, el amargo sabor del vino envenenado en mi boca. Y lo peor, la mirada triunfante de mi propia hermana, Sofía, mientras mi vida se desvanecía. Junto a ella, Diego, mi prometido, el hombre al que entregué mi alma, me observaba con una indiferencia helada, como si yo fuera una extraña. "Lo siento, Ximena", susurró Sofía, su voz convertida en veneno puro. "Pero Diego y su fortuna me pertenecen. Siempre debieron ser míos." Esas palabras… resonaban en mi cabeza sin cesar. Morí humillada, traicionada por las dos personas en las que más confiaba, mi carrera como diseñadora de modas hecha pedazos en un instante de maldad pública. ¿Cómo pudieron hacerme esto? ¿Qué crimen tan terrible había cometido para merecer tal castigo de los que amaba? Pero ahora… ahora estaba viva. Mis manos temblaban, pero estaban intactas. Toqué mi vientre, sin rastro de aquel dolor desgarrador. Estaba de vuelta en mi antigua habitación, en la casa de mis padres, esa que guardaba tantos secretos. El calendario en la pared marcó una fecha que me heló la sangre. Exactamente un año antes de mi desfile de modas nupcial, el día en que mi mundo se vino abajo. Era el día en que el médico me confirmó que estaba embarazada. En mi vida pasada, esa noticia fue el principio del fin. Pero esta vez, sería el comienzo de mi venganza.

Traicionada: El Adiós Silencioso

Traicionada: El Adiós Silencioso

Romance

5.0

Ximena Rojas y Sofía del Valle, la "amiga de la infancia" de mi esposo Ricardo, fuimos secuestradas, y ambas regresamos ¡embarazadas! Ricardo, sin dudar, anunció que el hijo de Sofía era suyo para proteger su reputación. Pero el mío, mi propio hijo, lo tildó de "bastardo", el "resultado" de una humillación que nunca me ocurrió. Grité, le recordé que los secuestradores no me tocaron, que este bebé era nuestro, concebido antes del terrible suceso. Él solo me miró con culpa, pidiéndome que "fuera fuerte" por Sofía, porque ella era "delicada" y no soportaría los chismes. ¿Y yo? ¿Acaso yo sí podía soportar ser la traicionada, la humillada, la que perdió a su hijo por su mentira? Con el corazón destrozado y una amarga lucidez, firmé el divorcio por los dos. Luego, compré la dosis más fuerte de abortivos que pude encontrar. En el taxi, sin pensarlo dos veces, me lo bebí, sintiendo cómo se desvanecía en mi vientre el último lazo que me unía a él. Al llegar a casa, lo vi arrodillado frente a Sofía, besando su vientre abultado, ¡ese mismo vientre que ahora contenía a su supuesto hijo! "¿Por qué compraste medicamentos? ¿Estás enferma?", me preguntó, con una ceguera que me hizo reír amargamente. Sofía, la "delicada", se apresuró a interponerse, afirmando que yo había comprado "medicinas para el embarazo", para "proteger a su bebé". Me acusó de intentar matarla, de arruinar su vida. Ricardo, ajeno a mi dolor, a mi verdad, me miró con decepción, antes de cargar a Sofía y desaparecer. Me di cuenta de que para él ya no existía. En ese instante, en medio del desplome total de mi mundo, me prometí a mí misma que esta vez, me elegiría a mí.

Mi Esposa Está Embarazada De Mi Hermano

Mi Esposa Está Embarazada De Mi Hermano

Romance

5.0

La muerte de Elena, la gemela de mi esposa Sofía y esposa de mi hermano Fernando, había envejecido a mi suegra diez años en siete días. Pero el verdadero golpe llegó cuando mi suegra propuso algo monstruoso: Sofía debía tener un hijo con Fernando para perpetuar el "linaje familiar", ¡como si mi esposa fuera un objeto! Mis propios padres bajaron la mirada, cómplices de esta locura. Mi furia y la incredulidad se apoderaron de mí. Fernando siempre había sido el favorito, el sol, y yo la sombra, el segundón. Sofía era mi única luz, mi socia, mi amante, mi todo. Ella me apoyó, invirtió sus ahorros en mi negocio y me amó incondicionalmente. Pero la familia, ¿mi propia familia?, quería que la compartiera como una incubadora. Sofía gritó: "¡Amo a Ricardo! ¡Jamás lo traicionaría!". Sentí alivio, pero la presión familiar continuó, asfixiándome. Una noche, busqué agua y escuché risas desde la habitación de Fernando. Era Sofía, en la cama con él, riendo, una risa íntima y cómplice. Mi vaso de agua se hizo añicos en el suelo, pero mi corazón se rompió aún más fuerte. Su "lealtad" era una mentira cruel, y yo, el tonto de siempre, había caído. Al amanecer, Sofía entró sigilosamente, con una falsa preocupación. Abrí mi armario y empecé a empacar. "No me toques", dije. "Te vi con Fernando". Ella suplicó, "¡No es lo que piensas, Ricardo! ¡Solo lo estaba consolando!". Pero sus lágrimas no me engañaron. "Quiero el divorcio". Ella se negó, actuando de víctima, mientras Fernando se pavoneaba con una sonrisa arrogante. Mi familia se puso de su lado, llamándome egoísta. Me fui de esa casa tóxica. Cuando Sofía regresó, con una sonrisa extraña me entregó una prueba de embarazo. "Estoy embarazada", anunció. "Es tuyo, Ricardo. Es nuestro bebé". Sabía que el bebé era de mi hermano. Mi corazón estaba muerto.

Quizás también le guste

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro