Termina el Mar

Termina el Mar

Gavin

5.0
calificaciones
31
Vistas
12
Capítulo

Isabella, bailaora célebre y embarazada de cuatro meses, llegó a la hacienda de su esposo en Sevilla para un ensayo. Pero lo que encontró la dejó helada: Mateo, su marido, celebraba el bautizo de un bebé que no era el suyo, junto a una mujer llamada Sofía. Su mundo se hizo añicos al oír a Mateo llamarla "celosa y dramática", mientras sus cómplices disfrutaban de su humillación. Descubrió que Sofía, la "viuda desconsolada", era la amante de su esposo y madre de ese niño, y que Mateo la ignoraba por completo. Sofía la atacó públicamente en su tablao, luego la empujó brutalmente, casi causándole un aborto. En el hospital, con Isabella sangrando, Mateo consoló a su agresora, acusando a su esposa de drama y egoísmo. ¿Cómo pudo el hombre por quien había sacrificado todo -su dinero, su carrera- entregarla a tal traición y desprecio? El shock, el dolor y la rabia la envolvieron, revelando siete años de engaños inimaginables. Con su corazón destrozado, Isabella tomó la decisión más firme de su vida, una que tendría consecuencias devastadoras. "Papá," susurró con voz rota, "tenías razón." "Quiero volver a casa. Prepara todo para que mi hijo y yo nos vayamos de España." Esta vez, Isabella no huiría; se levantaba para una venganza fría, decidida a demoler cada pilar de la vida de Mateo. Se asegurarían de que nadie olvidara el nombre Vargas.

Introducción

Isabella Vargas, una bailaora de renombre y con cuatro meses de embarazo, regresó a su hogar, confiada en el amor de su esposo, Mateo Herrera, y en el futuro que habían construido juntos, invirtiendo su fortuna en el negocio de él.

Pero lo que encontró la dejó helada: Mateo celebraba el bautizo de un bebé que no era suyo, abrazando a una mujer, Sofía, la supuesta viuda de un banderillero. Lo peor fue escucharlo decir que ella era "celosa" y que era mejor que no supiera nada para no "alterarla con su estado".

Su mundo se desmoronó. Él la humilló públicamente en su tablao, se puso del lado de Sofía y hasta las instaló en su propia casa. Luego, en un acto de pura maldad, Sofía la agredió, haciéndola caer y golpearse el vientre. Mateo, ciego, corrió a socorrer a su amante, dejándola a ella sangrando en el suelo. Incluso en el hospital, él la despreció por "dramática", ignorando su embarazo.

¿Cómo podía el hombre que amaba incondicionalmente, por quien lo había sacrificado todo, ser tan cruel e indiferente? ¿Cómo pudo su amor de siete años convertirse en un infierno de traición y desprecio? La injusticia y el dolor la asfixiaban, pero una pregunta persistía: ¿por qué tanta crueldad?

En medio de la desolación, una fría determinación la invadió. Haría un último movimiento, uno que él nunca esperaría. "Me voy, Mateo. Para siempre", le dijo, mientras planeaba quitarle hasta el último céntimo de su imperio, iniciando una nueva vida lejos de él. La verdadera batalla apenas comenzaba.

Seguir leyendo

Otros libros de Gavin

Ver más
Traicionada y Embarazada: Mi Retorno

Traicionada y Embarazada: Mi Retorno

Cuentos

5.0

Un sudor frío me despertó, el corazón latiéndome a mil por hora. Afuera, el sol de un nuevo día bañaba mi habitación con su resplandor familiar, pero el pánico dentro de mí era un hielo que me calaba hasta los huesos. Aún sentía el dolor punzante en el vientre, el amargo sabor del vino envenenado en mi boca. Y lo peor, la mirada triunfante de mi propia hermana, Sofía, mientras mi vida se desvanecía. Junto a ella, Diego, mi prometido, el hombre al que entregué mi alma, me observaba con una indiferencia helada, como si yo fuera una extraña. "Lo siento, Ximena", susurró Sofía, su voz convertida en veneno puro. "Pero Diego y su fortuna me pertenecen. Siempre debieron ser míos." Esas palabras… resonaban en mi cabeza sin cesar. Morí humillada, traicionada por las dos personas en las que más confiaba, mi carrera como diseñadora de modas hecha pedazos en un instante de maldad pública. ¿Cómo pudieron hacerme esto? ¿Qué crimen tan terrible había cometido para merecer tal castigo de los que amaba? Pero ahora… ahora estaba viva. Mis manos temblaban, pero estaban intactas. Toqué mi vientre, sin rastro de aquel dolor desgarrador. Estaba de vuelta en mi antigua habitación, en la casa de mis padres, esa que guardaba tantos secretos. El calendario en la pared marcó una fecha que me heló la sangre. Exactamente un año antes de mi desfile de modas nupcial, el día en que mi mundo se vino abajo. Era el día en que el médico me confirmó que estaba embarazada. En mi vida pasada, esa noticia fue el principio del fin. Pero esta vez, sería el comienzo de mi venganza.

Después de que me dejó, me convertí en su madrastra

Después de que me dejó, me convertí en su madrastra

Cuentos

5.0

La tarde en que Ricardo regresó, el sol implacable bañaba los impecables jardines de la mansión Vargas, casi tan cegador como el traje de lino blanco que él vestía. Un deportivo, escandaloso y ostentoso como su dueño, derrapó sobre la grava, soltando a una mujer pálida y frágil, aferrada a él como si su vida dependiera de ello: Camila Soto, la influencer desaparecida. Los vi entrar por el ventanal, sin invitación, como si la casa aún les perteneciera, ignorando a una Lupe que intentaba detenerlos. "Vengo a verla a ella," dijo él, su sonrisa torcida, esa misma sonrisa de hace tres años cuando me dejó plantada en el altar, diciendo que buscaba su «espíritu» en un rancho. "Sofía," espetó, su voz cargada de una autoridad inexistente, "veo que sigues aquí, como una buena perra fiel esperando a su amo." Luego, Ricardo se desplomó en el sofá de cuero de Alejandro, su padre, y dijo: "Hemos vuelto para quedarnos." Mi corazón no tembló, solo una fría calma, la calma de quien espera una tormenta anunciada, porque sabía que él no era el rey, y yo ya no era la ingenua que él había abandonado. Él no sabía que, con Alejandro, había encontrado dignidad, un hogar y un amor profundo que sanó las heridas de su traición. Me di la vuelta para ir a la cocina, con sus miradas clavadas en mi espalda, pensando que yo seguía siendo la misma Sofía. Pero justo en ese momento, una pequeña figura se lanzó hacia mí, riendo a carcajadas. "¡Mami, te encontré!" Un niño de dos años, con el cabello oscuro y los ojos brillantes de Alejandro, se abrazó a mi pierna, ajeno a la gélida tensión que se cernió sobre el salón. "Mami," preguntó con su vocecita clara, "¿Quiénes son?"

Venganza de La Esposa Despreciada

Venganza de La Esposa Despreciada

Cuentos

5.0

Llevaba cinco años casada con Mateo, un arquitecto exitoso que me eligió a mí, una simple panadera. Mi vientre, ahora de ocho meses, era el testimonio de un milagro, la culminación de años de tratamientos y de nuestro amor. Hoy era su cumpleaños y horneaba su pastel favorito, el de tres leches, lista para darle una sorpresa. Encendí el monitor de bebés para saber el momento exacto en que él terminaría su llamada de trabajo. Pero la voz que escuché no era de negocios, era la de su socio: "¿Cuándo le vas a decir a la panadera que el bollo que tiene en el horno no es suyo?". La risa de Mateo llenó el altavoz: "Es épico. La tienes creyendo que es infértil durante cinco años, metiéndole pastillas en su té, y ahora la usas de incubadora para tu verdadera reina, Camila". Mi mano soltó el cuchillo, que cayó con un estruendo metálico sobre el mármol, rompiendo mi corazón. ¿Cinco años creyendo que era yo la defectuosa? ¿Mi vientre, mi bebé, era solo un engaño, un medio para un fin depravado? El té amargo que me daba cada noche. Las fotos que tomaban de mi cuerpo mientras dormía. La humillación pública en la fiesta de cumpleaños de su amante, donde un "cóctel sin alcohol" provocó una hemorragia y la pérdida de mi hijo. Ellos creyeron que me habían destruido, pero solo lograron despertar a un monstruo. Mi venganza comenzó en ese instante, fría, calculadora y letal. Iban a pagar por cada lágrima, cada humillación, por la vida de mi bebé.

No soy madre alquiler

No soy madre alquiler

Romance

5.0

Mi vida con Alejandro Vargas, un bodeguero acaudalado, era un sueño. Me trataba como a una reina, construyendo un tablao privado en nuestra mansión y colmándome de lujos. Creía ciegamente en nuestro amor, en que yo era su musa y que su mundo me pertenecía. Pero el idilio se desmoronó cuando mi abuela, mi única familia, agonizaba. Mis desesperadas llamadas a Alejandro fueron ignoradas, solo para que una foto desde París confirmara la cruel verdad: él abrazaba a mi tía Isabel con una intensidad que nunca me mostró. Su regreso trajo mentiras, pero la verdad que descubrí era demoledora: yo no era más que un eco de Isabel, un peón en su obsesión, incluso mi embarazo era parte de su juego para engendrar un heredero que llevara el "duende" de mi tía. Mi caída "accidental" en el tablao, su "rescate", todo fue un vil montaje. ¿Mi amor, mi pasión, mi futuro hijo, todo una farsa calculada? La humillación me consumía al darme cuenta de que viví en una jaula dorada, utilizada como un mero sustituto, un objeto para perpetuar su enfermiza obsesión. La indignación y el dolor amenazaban con destruirme. Pero Sofía Torres, la bailaora, no sería el reemplazo de nadie. Con una frialdad y determinación inesperadas, puse en marcha mi plan. Terminé el embarazo en secreto, y el día de su sacrificio final por Isabel, le entregué los papeles de nuestro divorcio y el informe de mi aborto. Partí a Buenos Aires, dejando atrás cenizas y mentiras, para renacer.

Quizás también le guste

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro