Él es Alejandro, el carismático y exitoso CEO de una de las empresas tecnológicas más influyentes del mundo. A sus 35 años, ha conseguido lo que muchos solo sueñan: éxito, reconocimiento y una vida llena de lujos. Pero en su interior, hay un vacÃo que todo ese éxito no ha podido llenar. Ella es LucÃa, una talentosa y apasionada fotógrafa que trabaja como freelance. A diferencia de Alejandro, su vida es un torbellino de creatividad y aventuras, pero económicamente inestable. LucÃa es conocida por capturar la esencia de la gente a través de su lente, y sueña con exponer su trabajo en las mejores galerÃas del mundo. Un dÃa, sus caminos se cruzan y lo que comienza como una relación profesional pronto se convierte en algo más profundo, pero el regreso de un antiguo amor que juega un juego peligroso de seducción y manipulación desata un torbellino entre los enamorados. A medida que los secretos se desvelan y las lealtades se ponen a prueba, Alejandro y LucÃa descubren que su amor es más fuerte de lo que imaginaban, pero ¿será suficiente para superar las sombras del pasado?
Alejandro estaba en su oficina, revisando los números de la última fusión de su empresa. Era un hombre que, a pesar de su juventud, habÃa alcanzado la cima del mundo corporativo. Con su cabello oscuro siempre perfectamente peinado y su porte elegante, reflejaba determinación y poder, pero lo delataba la melancolÃa en sus ojos. Su santuario de vidrio y acero, dominaba el horizonte de la ciudad, pero sus paredes no podÃan contener lo que sentÃa dentro.
Su oficina en el rascacielos más alto de la ciudad era un reflejo de su éxito: elegante, minimalista y con una vista impresionante, pero detrás de su apariencia impecable, habÃa un vacÃo que ni el dinero, ni el éxito, habÃan podido llenar.
LucÃa, por otro lado, era un torbellino de creatividad y energÃa. Su pequeño estudio fotográfico en un barrio bohemio de la ciudad estaba lleno de obras de arte, cámaras antiguas y recuerdos de sus viajes alrededor del mundo. Cada fotografÃa era una captura de la esencia de su sujeto y cada amanecer una aventura.
Un dÃa, Alejandro decidió que su empresa necesitaba un toque de autenticidad en su nueva campaña publicitaria, algo que resonara realmente con la gente. Fue entonces cuando un colega le sugirió a LucÃa. Después de revisar su portafolio, supo que ella era la persona que necesitaban.
Era una mañana de otoño cuando se conocieron. Alejandro, vestido con un traje impecable que reflejaba su posición de poder, entró en el estudio con una mezcla de curiosidad y determinación. Sus ojos oscuros, se encontraron con el espacio vibrante y desordenado que era el estudio de LucÃa.
Ella estaba de espaldas a la puerta, ajustando la configuración de su cámara. Su melena rizada caÃa libremente sobre sus hombros, y su atuendo bohemio contrastaba con la formalidad de Alejandro. Se giró al escuchar el sonido de los pasos y, por un instante, sus ojos verdes brillaron con curiosidad y sorpresa al ver a Alejandro.
- Hola, soy Alejandro, - dijo él, extendiendo su mano con una sonrisa que intentaba ocultar su nerviosismo. -Supongo que tú debes ser LucÃa -.
LucÃa sonrió, una sonrisa cálida y acogedora que iluminó la habitación.
-Asà es. Es un placer conocerte, Alejandro -. Respondió, estrechando su mano. -He oÃdo mucho sobre ti y tu empresa -.
Alejandro sintió una chispa de conexión en el apretón de manos de LucÃa, y se dio cuenta de que habÃa algo especial en ella.
-Espero que todo lo que has oÃdo sea bueno -. Bromeó, intentando romper el hielo.
LucÃa rió suavemente, un sonido que hizo que Alejandro se relajara un poco.
-Depende de a quién le preguntes - dijo con picardÃa en sus ojos.
-¿Estás listo para la sesión de fotos? -
-SÃ, estoy listo .- Respondió Alejandro, observando cómo LucÃa se movÃa por el estudio con una gracia natural. HabÃa algo en su energÃa que lo intrigaba y lo atraÃa.
-Tu estudio es... fascinante. Parece lleno de historias-.
LucÃa asintió, sus ojos brillaban con pasión.
- Cada objeto aquà tiene su propia historia, y mi trabajo es capturarlas a través de la lente. ¿Qué historia quieres contar hoy, Alejandro? -
La pregunta lo tomó por sorpresa. No estaba acostumbrado a que alguien le preguntara sobre sus propias historias.
- Quiero que la gente vea más allá del CEO - dijo finalmente. - Quiero que vean a la persona que hay detrás de la empresa -.
LucÃa sonrió, sus ojos mostraban comprensión y empatÃa.
-Entonces, vamos a mostrarles eso -.
Mientras comenzaban la sesión de fotos, la conexión entre ellos se hizo más evidente. LucÃa, con su habilidad para hacer que Alejandro se sintiera cómodo, y Alejandro, con su disposición a abrirse y mostrar su verdadero yo, crearon una atmósfera mágica en el estudio.
Pronto Lucia se volvió la fotógrafa favorita de la compañÃa y los trabajos se convirtieron en una manera de verse.
Trabajando juntos en una nueva campaña publicitaria, Alejandro y LucÃa se encontraban en el estudio de fotografÃa de la empresa. Era una mañana tranquila, con el sol filtrándose por las ventanas altas. LucÃa estaba ajustando las luces, preparando todo para la sesión de fotos, cuando su mirada se posó en una esquina llena de cajas y cuadros viejos.
-¿Qué es esto?- . Murmuró para sà misma mientras se caminaba, intrigada. Alejandro, notando su interés, se acercó para ver qué habÃa captado su atención.
En la esquina, bajo una capa de polvo y telarañas, habÃa una caja de madera antigua. La madera estaba desgastada por el tiempo, y las bisagras de metal tenÃan un ligero tono de óxido. LucÃa, con sus ojos brillantes y curiosos, se arrodilló y sopló el polvo, revelando tallas intricadas en la superficie de la caja.
- Alejandro, mira esto - dijo, su voz llena de emoción. -Parece que hemos encontrado un tesoro olvidado -.
Alejandro se arrodilló junto a ella, observando cómo sus dedos ágiles y delicados abrÃan la caja con cuidado.
- Nunca habÃa visto esto antes - . Dijo.
Dentro de la caja, habÃa una colección de fotografÃas antiguas y cartas amarillentas, cuidadosamente atadas con una cinta de seda descolorida. LucÃa levantó la primera carta, sintiendo el peso de la historia en sus manos.
-Estas fotos son de los primeros dÃas de la empresa -, dijo Alejandro, reconociendo algunas caras familiares en las imágenes descoloridas. - Y estas cartas... parecen personales -.
LucÃa comenzó a leer en voz alta, su voz suave resonaba en el estudio vacÃo. Las palabras escritas revelaban un amor secreto entre dos de los fundadores, un amor que habÃa sido ocultado y reprimido por el bien de la empresa.
- Es increÃble -susurró al terminar de leer. Sus ojos brillaban con lágrimas de emoción. -Estos secretos han estado aquÃ, escondidos, todo este tiempo -.
Alejandro se quedó en silencio, procesando la magnitud de lo que habÃan descubierto.
- Esto cambia todo - dijo finalmente, con la voz convertida en un susurro. -Tenemos que investigar más. Puede haber muchos secretos ocultos en estas cartas -.
LucÃa asintió, su corazón latiendo con fuerza. La conexión entre ellos se hacÃa más profunda y el deseo irresistible, estaban a punto de besarse cuando el teléfono de Alejandro vibró en su bolsillo. Al sacar el móvil y ver el nombre en la pantalla, su rostro cambió instantáneamente.
-¿Valeria?- . Susurró para sà mismo, levantando una ceja en una mezcla de sorpresa y preocupación.
LucÃa, notando el cambio en la expresión de Alejandro, preguntó con curiosidad.
-¿Todo bien? -
Antes de que Alejandro pudiera responder, la puerta del estudio se abrió con un suave quejido. Una mujer alta y esbelta, con cabello rubio perfectamente lacio y ojos azules penetrantes, entró en la sala con una confianza que llenaba el espacio. Su atuendo elegante y su postura segura demostraban que no habÃa perdido ni una pizca de su antigua influencia sobre Alejandro.
-Alejandro, cariño -- Dijo Valeria; su voz era entre dulce y amenazante. -He vuelto a la ciudad y pensé en visitarte. He oÃdo rumores sobre lo que estás planeando. Sabes que siempre tengo mis fuentes -.
LucÃa observaba la interacción desde la distancia, sintiendo una punzada de inseguridad mientras sus ojos verdes analizaban cada movimiento de Valeria. SentÃa la tensión en el aire y no podÃa evitar preguntarse cuál era la verdadera relación entre ellos.
Alejandro, intentando contener su incomodidad, dio un paso adelante.
- LucÃa, esta es Valeria, una... antigua conocida -, dijo tartamudeando con torpeza, traicionado por los nervios.
- Valeria, esta es LucÃa, la fotógrafa que está trabajando en nuestra campaña -.
Valeria sonrió .
- Encantada -. Dijo, extendiendo la mano con una actitud aparentemente amigable. -He oÃdo mucho sobre ti -.
LucÃa estrechó la mano, sintiendo la frialdad detrás de su sonrisa.
-Espero que solo cosas buenas - Respondió con timidez.
Valeria no perdió tiempo en dirigir su atención de nuevo a Alejandro.
- Querido, necesitamos hablar en privado -dijo con firmeza.
Alejandro asintió con un suspiro.
- LucÃa, discúlpame un momento -. Dijo, siguiendo a Valeria hacia una sala de reuniones cercana.
Mientras la puerta de la sala de reuniones se cerraba detrás de Alejandro y Valeria, LucÃa sintió que la sombra de la incertidumbre se cernÃa sobre su creciente relación con Alejandro. El aire en el estudio parecÃa más frÃo, y las respuestas que necesitaba parecÃan más lejanas que nunca.
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