—Él debe nacer pronto.
— ¿Cómo haremos eso? — Se escucha preocupado. —Si ellos lo descubren… si ÉL se entera… no dudara en…—
—Shhh— Lo manda a callar enseguida. —Ni lo digas… es por eso que debemos pensar mejor en dónde lo vamos a enviar—
— ¿Cómo estas segura de que será él otra vez? — Se escuchan ecos de pasos. —No sabemos si va a recodar lo sucedido—
—Es por eso que deposité algunas de sus memorias en…—
Se escucha a lo lejos una puerta pesada abriéndose seguida de unos pasos que corren haciendo eco en la habitación.
— ¡Mis señores! — Grita una mujer angustiada. —Nos han llegado noticias… al parecer nadie se ha percatado de que… él va a renacer—
— ¡No sabemos si va a ser él mismo! — Grita histérico el hombre. —Estamos depositando nuestras esperanzas en alguien que… no tenemos ni la más mínima idea de si nos va a ayudar en esta… guerra—
—Lo hará, porque como decía… deposité algunas de sus memorias en su viejo báculo, ahora hay que enviarlo a la tierra lejos de las miradas curiosas—
— ¿Ya es hora? — Pregunta la voz nueva.
—Ya casi, debemos aprovechar que aún no se percatan de su presencia y cuando lo hagan, será demasiado tarde—
— ¿Cómo vamos a evitar que descubran su identidad? A ese nada se le escapa—
—Se podrá autonombrar como el señor de los cielos y amo de todo, pero nosotros sabemos que no es así— Suelta una ligera risa sarcástica. —Sólo es un mocoso malcriado, es todo… si tuvimos el poder para traer su alma de vuelta, tenemos el poder de hacerlo pasar desapercibido—
—Espero que tu plan funcione—
—Lo hará, he pensado en esto durante millones de siglos, he visto todas las posibilidades con su báculo y encontré la mejor ruta para hacer esto—
Un extraño sonido irrumpe en la habitación, haciendo que los presentes se queden callados al instante.
—Ya es hora…— Dice con pesar la primera mujer. —No te preocupes, cuidaremos de ti siempre y nos aseguraremos de que nadie se interponga en tu camino, hasta que llegue el momento… debes mantener un perfil bajo— Camina por la inmensa habitación. —Recuerda, debes buscar tu báculo en la tierra, no será fácil antes lo atentos ojos de él, ya que serás su predilecto y recuerda…—