Ambos completamente diferentes pero tan enamorados uno del otro. Rose lo ama pero prefiere callar por miedo sin saber que le sucede exactamente lo mismo a Arthur, llevan tiempo conociéndose y amándose sin siquiera darse cuenta. El miedo de Arthur es muy grande que solo se conforma con ver su sonrisa y poderla escucharla reír diario pero no todo es para siempre. Un accidente lo cambia todo. ¿Dejarán sus miedos atrás o será muy tarde?
¿Por qué tú?
Jamás creí que me enamoraría de ti pero tu locura, tu amabilidad, tu sonrisa y todo de ti me hace él hombre más feliz del mundo.
Quisiera pasar mis dedos a través de tu hermoso cabello castaño, descifrar lo que tus ojos verdes muestran, tomar tu delicado cuerpo entre mis brazos, entrelazar nuestros dedos, unir nuestros labios en una promesa irrompible.
Pero no tengo él valor de decirte cuanto te amo, como cambiaste mi vida y mis deseos de vivir.
Cada vez que te preocupas por mi me siento inmensamente feliz, ya que nadie nunca se había preocupado así por mí. Una calidez se extiende en mi pecho al ver tu mirada llena de preocupación.
Quiero decirte lo que siento pero tengo miedo; miedo a perderte y no verte más.
¿Tú sentirás lo mismo que yo?
Estos días hemos hablado más y nos hemos divertido como nunca en nuestra clase de inglés. Todas las tarde hablamos, cada vez que veo un mensaje tuyo no puedo evitar que una sonrisa adorne mi rostro como el tonto enamorado que soy.
Tal vez mañana pueda hablar más contigo.
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Hoy no viniste a la escuela y eso me preocupo ya que ayer me dijiste que nos veíamos hoy. ¿Qué te paso?
Te mando mensajes pero no contestas.
Hable a tu celular y a tu casa pero nadie contesta.
Me acerque a una de tus amigas, tu mejor amiga.
- ¿Sabes por qué falto Rose? - le pregunte realmente preocupado
- ¿No te dijeron? - dijo mirándome con pena
¿Qué te sucedió?
Negué lentamente con la cabeza, con miedo.
- Rose esta en el hospital gravemente - dijo con tristeza
Me quede en shock.
Tú estabas gravemente en el hospital y yo aquí sin hacer nada.
- ¿Qué le paso? - le pregunte tratando de controlar mis nervios, podía escuchar mi voz temblando
- Ayer cuando iba de regreso a su casa su madre derrapó y él coche giro haciendo que él lado donde estaba Rose sufriera él mayor daño - dijo evitando mirarme a los ojos
No lo podía creer, tengo que verte.
Sin importarme salí de la escuela corrí al hospital, al entrar todo el mundo me observó como si estuviera loco pero no me importo tenía que verte, saber cómo estabas.
Fui al escritorio donde se encontraba una enfermera, pregunte por ti, me dijo tu habitación y corrí hacia ahí. Sé que parezco un desesperado pero realmente no me importa, necesito verte.
Llegué. Toque a la puerta nadie respondió así que abrí la puerta delicadamente y ahí te vi, conectada a tubos que te mantenían con vida, las maquinas eran todo lo que se escuchaba en la habitación, tu piel estaba tan pálida como una hoja de papel, tus ojos cerrados y con ojeras, tu cabello no tenia él mismo brillo pero aun así te veías hermosa.
Me acerque tomando tu mano y la bese, tu piel estaba totalmente fría al tacto, estabas muriendo.
Al verte así me hizo sentir débil y desesperado así que me mantuve a tu lado por horas.
Me quede dormido ahí a tu lado por horas.
Un leve movimiento hizo que despertara cuando subí la vista te vi; estabas acariciando levemente mi cabello con una sonrisa tan cálida que me lleno por completo.
- Arthur - pronunciaste mi nombre en un susurro pero tu sonrisa seguía intacta como tu amabilidad y calidez
Tal vez aun tenía tiempo.
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