Oliver le gusta experimentar toda clase de juegos sucios. Un placer del que disfruta por el simple hecho de que le genera satisfacción. Sin embargo, debido a un incidente que amenaza su reputación tiene que abstenerse de seguir disfrutando de ese culposo placer. Allegra Wills es su nueva asistente. Él esperaba que fuera vieja según su pedido, debido a sus gustos no se puede permitir tener a alguien tan joven merodeando cerca de él. Entonces buscará despedirla a toda costa porque está seguro de que se convertirá en una gran tentación.
Mi teléfono suena y lo odio al ver quien está llamando. Es mi madre. Hablar con ella no es gratificante. Me niego. No quiero contestarle; pero he estado evadiéndola por mucho tiempo, y tengo que hacerlo por obligación, porque es probable que se aparezca por aquà y no me dejará en paz.
¡Que remedios!
No puedo perder el terreno que ya he ganado.
―Hola, mamá.
De seguro pensará que mi tono es lo más anti amoroso del mundo, pero no tengo ganas de hablar. Siempre se trata de un tema que más que alegrarme me hace sufrir sintiéndome frustrada. Además, estoy cansada de ser el hazme reÃr
―Ally, que es esa manera de contestarle a tu madre ―mamá habla con su imperiosa voz.
―Mamá, no estoy de humor.
―¿Y cuándo estarás de humor si se puede saber?
―Ve al grano quieres, estoy esperando una llamada de trabajo y no puedo tener mi lÃnea ocupada.
―¿Sigues sin conseguir trabajo?
―Ya estoy en ello, solo estoy esperando.
―Sabes que no tienes que hacerlo, tu padre...
―Basta con eso, mamá. No voy a trabajar para papá, además tú y yo sabemos que no quiere verme y en el fondo prefiere mantenerme lejos, asà que no insistas con ello.
―Es tu padre y tiene derecho a enojarse, pero eso dijiste hace tres meses. Creà que era verdad esa actitud, pero ahora pienso que solo estás huyendo de tus responsabilidades y eso solo te hace ver patética.
Quisiera decir que me encanta tener conversaciones con mi madre, pero he allà las razones de mi negativismo.
―¿Puedes no seguir por all�
Tal vez en verdad lo soy, pero es tan insensible que lo diga de esa forma.
―Y tú puedes dejar de parecer lastimera y portarte como una adulta. Pronto cumplirás veintitrés, y es tu hermana menor quien se casa. DeberÃas estar feliz que te da una oportunidad, en vez de portarte como una chiquilla lamiéndote las heridas.
¿Una oportunidad?
Su manera de levantarme los ánimos solo me hace llorar. Si tengo una es porque me la he ganado.
―Estoy feliz con la nueva vida que quiero construir ―digo y la escucho exhalar hondo.
―Cuando lo digas con menos sarcasmo, voy a creer que por fin estás madurando.
―No has pensado que eres tan injusta mamá...
―La injusta eres tú, y ya es hora de que cambies, y tienes que empezar por venir y demostrarnos que no eres nada de lo que pensamos. Es el dÃa más feliz de tu hermana y no vas a arruinárselo, y por tu bien no faltes a tus citas con el psicólogo o se lo diré a tu padre ―sentencia cortando mis palabras y me cuelga.
Mis ojos escuecen, al final soy yo quien tiene la culpa de todo por demostrar que siento dolor. Eso me causa gracia; sin embargo, las palabras de mi madre no me emocionan para nada, y menos la felicidad de mi hermana. Es su felicidad, tendrÃa razón si también fuera la mÃa y estuviera de acuerdo con ello; pero no es asÃ. No, cuando la persona con la que se va a casar, hace un año me habÃa jurado que serÃa mi futuro.
No puedo evitar llorar y sentirme lastimera como lo dijo mi madre. Tampoco desear cortarme las venas otra vez, cuando he sido despreciada de manera vil y ni siquiera he recibido una disculpa. Es el colmo que solo esperan que yo les desee toda la felicidad como si no sintiera nada. DesearÃa poder devolver el tiempo y jamás haberle presentado a Adrian a mi familia y menos a mi hermana.
No debo recordar eso, sin embargo, es inútil que me olvide de ello porque al final fue mi culpa y recordarlo me llena de ansiedad y me dan ganas de lastimarme. Aprieto mis puños y las ganas de ir a la cocina por algo punzante escuecen en mi mano.
Mi teléfono vibra otra vez en mi mano dándome un susto de muerte y lo dejo caer al piso.
¡Mierda!
La pantalla se quiebra y ahora quiero morirme, no obstante, sigue vibrando. Aun quebrado y todo puedo ver que no es mi hermana. Por lo regular siempre me llama cuando lo hace mi madre. Es su manera de asegurarse que no le guardo rencor, y disfruto con ella de su felicidad obligándome a pensar como ella quiere.
Me fijo en que es un número desconocido y contesto de inmediato. Puede ser de la agencia de la que estoy esperando la llamada. Cruzo los dedos
―SÃ, ¿diga?
―¿Señorita Allegra Wills?
―SÃ, con ella, ¿Quién llama?
―Soy Denisse Chambers, de la agencia de empleo. Su hoja de vida ya ha sido aceptada por la empresa Wallflower Enterprises, en el área de asistencia de gerencia. Debe presentarse mañana a las ocho en la torre principal de la calle High Street, ¿tomó nota?
―Eh, si claro, mañana a las ocho en la torre principal ―repito como un loro atolondrado.
―No llegue tarde, esa puede ser la oportunidad que estaba esperando. Ha sido un placer colocarla en su nuevo empleo, que tenga una bonita mañana ―dice la mujer con un tono más amable que él de mi madre, pero a leguas practicado, seguido me cuelga.
«Es su trabajo», si pagas porque te coloquen en un buen empleo; sin embargo, no puedo negar que, no sé si es una buena oportunidad para alguien que está a punto de echar su vida por la borda, aunque se diga que tiene muchas ganas de vivir. Eso medito apretando mi muñeca, trayendo a mi memoria que en parte las llamadas de mamá y mi hermana se deben a que odiarÃan que un dÃa no les contestara por estar muerta.
Mi familia es asà de elitista. Te echan los problemas en cara, pero su forma de resolverlos deja mucho que desear cuando en vez de hablar con sinceridad te colocan a un psicólogo; por irónico que parezca, por lo menos ellas me hablan; sin embargo, mi padre... él, es mentira que quiera verme y seguro que le harÃa feliz que no existiera.
Repaso en mi mente lo de asistente de gerencia y suena excepcional. Entonces medito en que tal vez deje de pensarlo cuando le demuestre que no soy una fracasada y menos una cobarde. Sé que a veces soy contradictoria, pero no quiero dejar de ser optimista.
CapÃtulo 1 Empezando de nuevo
11/04/2024
CapÃtulo 2 Buscando una chica
11/04/2024
CapÃtulo 3 Un primer mal dÃa
11/04/2024
CapÃtulo 4 No quiero a esa chica
11/04/2024
CapÃtulo 5 El secreto del jefe
11/04/2024
CapÃtulo 6 Retando al nuevo el jefe
12/04/2024
CapÃtulo 7 Ganando el primer asalto
12/04/2024
CapÃtulo 8 Trastornando al jefe gruñón
12/04/2024
CapÃtulo 9 El secreto de Allegra
12/04/2024
CapÃtulo 10 La propuesta del jefe
12/04/2024
CapÃtulo 11 Un interesante pedido
05/06/2024
CapÃtulo 12 Un primer experimento
06/06/2024
CapÃtulo 13 Un nuevo placer
07/06/2024
CapÃtulo 14 Un hombre lleno de sorpresas
08/06/2024
CapÃtulo 15 El raro método Wallflower
10/06/2024
CapÃtulo 16 Un acuerdo entre los dos
11/06/2024
CapÃtulo 17 Una boda especial
12/06/2024
CapÃtulo 18 Nuevas sensaciones
13/06/2024
CapÃtulo 19 Nuevas emociones
17/06/2024
CapÃtulo 20 Nuevas experiencias
18/06/2024
CapÃtulo 21 Una indeseada visita
19/06/2024
CapÃtulo 22 Una mujer intimidante
20/06/2024
CapÃtulo 23 Una supuesta prometida
24/06/2024
CapÃtulo 24 Indagando sobre el pasado
25/06/2024
CapÃtulo 25 Sensaciones contradictorias
26/06/2024
CapÃtulo 26 La primera vez
27/06/2024
CapÃtulo 27 Una noche excitante
01/07/2024
CapÃtulo 28 Una sensación diferente
02/07/2024
CapÃtulo 29 Una nueva experiencia
03/07/2024
CapÃtulo 30 Un hombre interesante
04/07/2024
CapÃtulo 31 Una chica interesante
05/07/2024
CapÃtulo 32 Un par de traviesos
07/07/2024
CapÃtulo 33 Un chico travieso
07/07/2024
CapÃtulo 34 Un deseo genuino
08/07/2024
CapÃtulo 35 Un pasado difÃcil
09/07/2024
CapÃtulo 36 Una abuela divertida
10/07/2024
CapÃtulo 37 Una noche diferente
11/07/2024
CapÃtulo 38 Una cara oculta
12/07/2024
CapÃtulo 39 Descubriendo un secreto
15/07/2024
CapÃtulo 40 Una dulce sorpresa
16/07/2024
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