EL SUBIR Y BAJAR DE UNA PROSTITUTA

lo – Difíc

no había visto que antes lo hubiera hecho. bajé los shorts que traía puestos, y puse mi mano para, en un principio, sujetar tu pene, y aquí voy a reforzarlo de nuevo, solo había visto uno de mí miembro masculino cuando era niño, en ese momento los niños iban sin ropa, y cuando noté el tamaño de su pene pensé. _ ¡Vaya, qué gigante! luego me habló bajito al oído: _ masturbarme, y yo tampoco sabía ni que hacer, ahí fue cuando me enseñó: _eso es, haz un movimiento de ida y vuelta, eso es todo. Minutos después alcanzó el orgasmo y nueva noticia, nunca había visto nada igual. Y cuando los dos ya estábamos satisfechos, y ahora les voy a decir algo que ni siquiera Wilson sabía, haciendo lo que hoy sé que se llama "paja" tuve otro orgasmo: cuando nos despedimos y montamos una nueva reunión, todavía me dio Cr$ 500.

o. Entonces Wilson dijo que necesitaba irse de viaje, pensé, ¿sería eso como tener una cita? No sé, pero mi pareja me dio Cr$ 1.000,00 y otra vez me dijo, que fácil era ganar ese dinero, eso es lo que gano en una semana de trabajo. Y mi ansiedad solo aumentó, contaba las horas esperando a que Wilson regresara, y esta vez fueron solo dos días. _Sabes Tito, dijo ella, hoy estoy absolutamente segura que no hice nada de eso por el dinero que ganaba, sino por el placer que sentía, ya tenía 18 años, inocente, estaba aprendiendo los placeres carnales con un largo retraso En la tercera cita pasó la pérdida de mi virginidad y fue así: _Nuevos besos, caricias en mis senos, en los pezones, pero esta vez Wi

tó en el sofá y entabló una conversación que resultó en mi ingreso definitivo al mundo de la prostituc