EL SUBIR Y BAJAR DE UNA PROSTITUTA
tulo – N
itó a pasar a ver los cambios que ya había hecho, y
ras chicas me miraban con algo que solo después me enteré el nombre era pura ENVIEJA, no me gusta promocionarme, pero era una chica hermosa y eso les molestaba, y cuando comencé a reunirme con Wilson, se juntaron y le dijeron al jefe que yo era "malo" con los clientes, y que eso empañaría su imagen. Inicialmente, en una conversación privada, mi jefe, tras confirmar que efectivamente había conocido a un cliente, me dejó claro que a él también le encantaría "quedarse" conmigo y, ante mi negativa, me despidió. Ya en casa, sola y aterrada por el hecho de que ahora vivía sin mi madre y sin trabajo, ¿cómo pagaría el alquiler? algo me record
él me pagaría muy bien, con esa declaración y con mi confirmación de que haría eso, se fue, esperé ansiosa que pasaran las horas, el discurso de que me pagaría muy bien, resonó en mis recuerdos, y realmente al anochecer volvió y al verme me preguntó:_ ¿No te bañaste como te pedí? _Sí le respondí, en ese momento arrimó el vehículo contra la pared de la gasolinera, abrió la puerta del lado opuesto al del conductor, me pidió que me sentara en el asiento del conductor, pero con las piernas fuera de la cabina, me bajó las bragas., antes de oler todo mi cuerpo incluso mis partes íntimas e incluso parecía estar haciéndolo en un frasco de