El Remordimiento del Multimillonario, La Venganza de la Heredera
Caterin
ero en el momento en que puse peso en mi
ado. Me levantó de nuevo, llevándome a la casa sin una palabra, su ta
n el botiquín de primeros auxilios. Se arrodilló ante mí, su
spera mientras vendaba mi tobillo. Pero
empuje y el tirón. Un ciclo de control diseñado para mantenerme
a y hueca calma. La parte de mí que solía
je, mi voz ed
me, esperando claramente lágrimas o una d
. Ya lo sabía. Había visto su perfil público
bitación de invit
se disparó, sus dedos se cerraron
na pizca de incertidumbre. La comprensión de que esta vez
voz tensa. "Había una vacante e
je, mi voz plan
tacto casi tentativo est
era quemado. "No me toques", dije, l
e absoluta. Nunca, ni una s
erraron. "No me pr
llo hasta la habitación de invitados. Cerré la puerta detrás de mí,
desperté en una casa va
la que había vertido mi corazón y mi alma durante los últimos cuat
a mujer amable de unos sesenta años, levantó la vista de s
a! No te
escritorio. "María, estoy aq
o bien?". Parecía genuinamente sorprendida. "Pero...
ente. "Pero es hora
entiendo. Alex reasignó tu papel principal
proyecto. El que había concebido, propuesto y
un susurro. "¿A
s de lástima. "A una nueva empl