Reemplazo por una Sustituta Embarazada
ía
iva en un largo
deportivo destrozado, un corte en la frente sangrando profusamente, su pierna doblada en un ángulo antinatural. Era Alejandro Villarreal, el intocable
les dije a los médicos sin dudar. "Tomen toda la que necesiten". Me dijo más tarde, con sus ojos oscuros e intensos, que mi sangr
aía mis macarrones parisinos favoritos a diario, me escribió poesía que era a la vez torpe y asombrosamente sincera. "Mi vida er
dorador fue reemplazada por las fauces gruñonas del tigre. El recuerdo de su promesa de nunca de
o arrancándome de las p
scura y húmeda. El aire olía a sal y a descomposición. Mis manos estaban atadas a la espald
o y agudo, se
tó", se burló una voz grave des
voz. "Son casi idénticas. Villa
nido rítmico de las olas rompiendo contra
arreal arruinó a mi familia. Nos acorraló, forzó a mi padre a la bancarrota. Mi padre se s
urmurar con desprecio. Un rival de negocios despia
storsionada por un altavoz, l
tienen nada que ver con esto". Su voz era cruda, con
"Oh, pero tienen todo que ver, Villarreal. V
amila, que gemía y luchaba a mi lado. Nos arrastraron hacia adelante y nos empujaron de
el jadeo ahogado de Alex. Esta
cada palabra una ame
Por cada diez segundos que tardes en transferir las acciones de la c
icaba en las heridas abiertas de mi hombro. Me sacaron, farfullando y jadeando, solo para ser arrojada de nuevo. Y de nuevo. El agua era un puño br
uerpo flácido y tembloroso, escuché la voz desesperada de Alex
fica. Solo puedes salvar a una de ellas de la siguiente ronda. Así que dime, Al
opia respiración agitada, todo se desvaneció. Solo quedaba el silbido
ig
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