Reemplazo por una Sustituta Embarazada
ía
n mi hombro era un recordatorio constante y punzante de su traición. El hambre era un dolor sordo debajo de él, pero estaba d
é hacia abajo. Mi brazo ileso, aquel en el que había apretado mi anillo, ahora estaba envuel
e, revisando mi suero. "Ah, está despierta
i mente luchando por ponerse a
ueno, el señor Villarreal insistió mucho en que no quedara cicatriz. Autorizó el uso de su tejido para el injerto. Una combinación perfecta, por supuesto"
el para curar a la mujer que había intentado matarme. Había tomado un pedazo de mi cuerpo
la mano, mi rostro de un espantoso tono blanco. Me estaba d
dije, las palabras apenas u
peonías favoritas y un recipiente térmico con la sopa de pollo que mi abuela solía hacer. Parecía d
ira lo que tengo para ti. Hice que un chef trabajara
a los labios. Sus movimientos eran tan familiares, tan tiernos, que parecía una escena de otra vi
ón. Esto no era amor. Esto era mantenimiento. Estaba cuidando su
ntras yo recibía el caldo. Lo observé arrodillarse junto a su cama, su mano presionada suavemente contra su estómago, su rostro iluminado de asombro mientras espera
sentándola a un socio comerc
abría estado histérica, habría arrojado cosas, habría exigido respuestas. Pero esa mujer estab
usé un teléfono desechable que la gente
iempo más?
evo pasaporte e identidad están casi listos. Tene
n lo que pareció una vida, tocó mis labio
sa vacilando al ver la mía. "¿De qué estás tan fel
do", dije, mi rostro volviendo
, sus labios rozando mi mejilla. Un destello de irritació
para ir a casa", dijo, su tono enérgico. Me dio un beso
guía mirándome por el espejo retrovisor. Sentí sus ojos sobre mí, buscando
illó Camila desde el
ipitaba hacia nosotros desde una calle lateral, dirigiéndose dire
utal y ensordecedor crujido del metal. El coche fue lanzado por los aires, volcando
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