CADENAS DE SILENCIO
Un susurro
irada fija en el suelo. Sus manos temblaban ligeramente mient
al de la noche, con una sonrisa de satisf
. Había tomado el dinero sin decir nada, sin siquiera mirarlo a los oj
en la puerta la hic
entrar? -pregunt
Am
zas. Amelia entró y cerró tras
emblando
billetes sobre la c
dré soportar esto -d
e sentó
os que ser fuertes -dijo
ró con el ce
llegast
irada, juguetean
oche, pero la ciudad estaba llena de vida. Íbamos de
ojos de Amelia se l
n disparo y sentí la sangre de él salpicándome la cara -su
ó un nudo en
y me arrastraron a una camioneta. Todo fue tan rá
sado se instal
a mano de Ame
que salir
jos llenos de miedo y es
Có
pretó lo
o no podemos que
en ese instante, la idea de la libertad se con
-