La sumisa del Ceo
nes sabiendo que tendría que quedarme en casa todo el día no fue algo que me hiciera particularmente feliz. No es que odiara la idea de no tener obligaci
icen que querer no es poder. Entonces, mientras parte de mi conciencia me decía que necesitaba olvidar, la otra, la ganadora,
cluso en silencio, yo me lamentaba aún más. Y entonces, con toda esa confusión en mi cabeza y en mi co
ía compañía a Alice mientras revisaba el feed de Twitter y me perdía en algo que nunca entendía. Por la noche, después de cenar con mis padres, me acostaba y l
tonces perdí más tiempo buscando noticias sobre él. Todas eran muy impersonales, siempre hablando de su posición como heredero de GOTMAN o sobre su aparición en eventos en España, pero mis favoritas eran
bían crecido espiritualmente en esas pocas semanas, por lo que continuaron con las bromas maliciosas. Nataly seguía siendo el objeto de bromas de toda la escuela, especialmente después de que descubrieron que salía co
amigos, Nataly y yo nos quedábamos solas, por lo que yo siempre tomaba la iniciativa de hablar con ella, porque descubrí que nuestros gustos por hombres mayores no era lo único qu
poder mirarla mejor-. ¿Viste el trái
beza, todavía
de la
. Creo que fue la primera cosa que me d
e miró con la habit
osas nuevas. Tu v
no me faltaba nada esencial, así que puedo decir que siempre he tenido suerte. Pero tenía diecinueve años, y
con la esperanza de escuchar una
-. Pocas cosas me hacen ta
irada, desc
imag
arse cuenta de que todavía no tenía c
d para ser un sugar daddy, hmm? -Preguntó, y parec
onmigo, pero se fue y no ha dado señales de vida en tres meses? - R
ataly, relajada-. Todavía vas a pasar
sorprendida. ¿No podría, n
de que me había equivocado o algo así. -Suspir
digas que solo soy mala... -Nataly se inclinó para abrir su mochila y casi c
ero luego negué con la cabeza tratando de deshacerme de las ganas
pero est
n los ojos entrecerrad
e carajos
incómoda con su pregunta en general. Quiero decir, era obvio por qué necesitaba una dieta. Siempre supe que no era lo suficientemente delgada, pero después de ver el cuerpo de
suficiente firmeza para demostrar que era
aly continuó con lo
ver el culo con la
yo la que
Qu
icó, poniendo los ojos en blanco, y luego tiró el chocolate de vuelta
ataly era muy extraña, pero creo que estaba tratando de animarme, entonces decidí aceptar s
ón dentro de mí. Siempre amé el chocolate, pero hacía tanto
tatuaje? -Preguntó, ignorando mi agradecimi
ugar exacto donde estaba el cuerpo de la serpiente negra, y lueg
ia a lo que tiene
mujer enferma por atragantarse con la saliva. Pero antes de que pudiera acusarlo de su indiscreción,
ndo hacia adelante y comiendo el chocolate que me dio, pero princip
ue mirar hacia atrás discretamente, unos segundos después, solo para ver que Nataly había vuelto a revisar su teléfono nuevamente, fingiendo también
llos y decidí irme a casa. Caminando todo ese camino sola, no pude evitar pensar en cómo quería tener el coraje de cambiar las cosas. Quer
es di ese título. Estaba triste y confundida por todo esto. Con esta amistad que no podía hacerse realidad, con la forma en que eso
estacionado frente al hotel, el mismo en el que estuve con Ares, Roberto y Patrick la última vez que los vi. Por cad
d de volver a verlo esa tarde y crucé la recepción para hacer
in ninguna emoción, anunc
a, y sus ojos tenían esa mirada espeluznante que solo v
puso las manos en mis hombros. Con los ojos aún abiert
vol
lla no estaba hablando de Ares. El
s engañar,
aunque sentí que mi estómago se re
se acercó más, hasta que estuvimos incómodament
na broma. Si no, defin
que quería, era imposible ocultar la ans