EL DOLOR DE LA CEO
, en medio de risas y palabras llenas de amor, compartiendo miradas llenas de adoración, ternura y complicidad, sus corazones estaban llenos de
gel dormido profundamente en su sillita. Su carita angelical
illo especial en los ojos,
jo casi, en un susurro, pero co
expresión de Felipe, y le acarició el rostr
os dos años te doy otro hijo. Además, ahora
ó a decir Felipe, sin
, pero derrapó las llantas sobre el lodo y el agua, la camioneta empezó a deslizarse, a caer po
La oscuridad y el sil
ue rodeaba el lugar. Los paramédicos trabajaban con rapidez, sacando a los heridos dentro del vehículo y colocándo
cubrirlo con una sábana. Felipe fue llevado al hospital de urgencia, pero durante la operación su corazón se detuvo, ; los
e informaron la tragedia. El mundo pareció desplomarse sobre ella cuando escuchó que su sobrino y
tenía que hacerse cargo de todo, los entierr
l pasaba sus días entre la empresa y el hospital sentada junto a la cama de Bady, l
y temor en el pecho. Al abrir la puerta de la habitación, el corazón le dio un vuelco, los ojos de Bady est
or fin abres tus ojit
era confusa, perdida, mientras intentaba enfocar la figura de Hazel tomó su man
ortada, como si hablar le costará un esfuerzo inmens
ento paso saliva. No quería decirle, no quería ver a Bady llorar po
risteza en su voz-. No sabes cuánto me cuesta tener qu
ngustia intento incorporarse, pero el
jaba su miedo, la necesidad d
por favor, dim
para tomar el valor de decirle la ver
y ... Pero ellos ya no están
un susurro, pero bastaron para rompe
o de su alma. Las lágrimas brotaron de sus ojos como una cascada y sus manos temblaban al afer
o , tienes que aceptar
con su voz rota por el dolor - ¡Mi hijo, mi esposo, n
e ti Hazel , ella se aferró como niña pequeña en los brazos de Hazel
mente cayó en un sueño profundo, de
strozada le partía el alma y el corazón en mil pedazos , sabía que Felipe era su amor y Angel era su
se prometió a si misma
inua