EL SECRETO DE LA ASISTENTE DEL CEO
ando los detalles de su atuendo para la noche. La vida le sonreía de manera radiante; en unos días, ella se casaría con el amor de su vida. Los
pantalla y vio el nombre "Dai" parpadeando en ella. Con una m
orprendida al escucha
o si la idea de la salida nocturna fuera lo más natural del mundo. -Y muy pronto te vas a poner la so
e con amigos antes del gran día la animaba mucho. -Nos vemos en el bar "El Búf
o. Sabía que esa noche sería especial, un respiro antes del gran cambio en su vida. Mientras se maquillaba, su
í? -exclamó Andreina
bién quiero celebrar tu futura boda -dijo Ana co
ina-. No puedo pedir un
nte y su excelente música. Al llegar, el bar estaba lleno de gente disfrutando de la noche. La música
to se encontraron rodeadas de copas y risas. El tiempo pasaba volando mientras las
omo esta que nos quedan por disfrutar -brindó Dai,
dreina, sintiéndose
chupitos. -¿Alguien quiere probar esto? Es una nueva bebida que estamos ofrec
uno sin pensarlo. -¡Vamos a
minutos antes de que sintiera un calor inesperado recorrer su cuerpo. Pensó que era simplemente el efecto de
animada, notó que Andreina se veía incómoda
dreina, tratando de mantener la calma mien
Se despidió de sus amigas, con la esperanza de que el calor pasaría pronto. Al sa
ró, mientras intentaba c
ápidamente. Una figura masculina apareció frente a ella. Andreina, sin poder controlar su
amó el hombre mientras
tento de estabilizarla, pero el efecto combinado del afrodisíaco y el alcohol hizo que ambos, se sostuvieran de pie aún
ejarse un poco, pero su mente estaba nublada y
el hombre con una sonrisa
ambos. El hombre intentó sujetar a Andreina, pero su propia estabilidad estaba comprometida. A
l hombre con una mezcla de confusión y risa, mientras el bar se desvanecía en la distanc
seguían su curso. Andreína el hombre en el suelo, con la noche de diversión transformada en un en
lor que ambos sentían. Andreina, agitada por el afrodisíaco, miraba a Pablo con una intensidad que era difícil de ignorar.
s palabras sonaban distantes y confusas
. Su mente estaba nublada por el deseo y el calor, y la atracción que sentía por Pablo
os de Andreina con una pasión inesperada, y el calor que ambos sentían se intensificó
nto los consumía por completo. Pablo, todavía aturdido pero excitado, correspondió al beso con ig
el bar ya estaba cerrado y no había taxis a la vista. Con una determinación repentina, se levantó con Andreina
l asiento trasero, todavía agitados por lo que acababa de suceder. Pablo le dio la dirección al taxis
una mezcla de vulnerabilidad y deseo. Las palabras eran innecesari
Andreina, su voz temblorosa-. Pero
bordando. -Yo también. No entiendo esto, pe
a salir del vehículo. Ambos se dirigieron a la entrada del hotel, cada paso lleno de anticipación
inua