Prisionera por compromiso

clamó Rose con horror, lanzándole un

ia, tratando de sonar despreocupada,

onocido multimillonario, que además aceptó protegerla por sobre todas las cosas. No tenía nada que perder y mu

lugar porque de amor no se vive. La joven decidió romper con el compromiso porque ya ambos eran pobres, y en su imaginación, ella tendría el dinero suficiente para mantenerlos

onterías. Debería de enfocarse en la boda pr

le dio el sobre con la respuesta de la propuesta del señ

se sentía demasiado aliviado por saber que por fin podría construir su vida de nuevo. Él no la iba a

rosa, se veía aterrada, pero la j

na postal ya con el consen

nsión Bl

silla y quedó de frente a Elodie, moviendo su vaso d

su abuela, omitiendo el hecho de que fue la mente maest

trataba de ayudarte. —Trató d

¡Consiguiendo

nvestigué? Es inteligente, bonita, e inclu

encogió d

había conseguido para su hermano. Se sentía orgullosa de su trab

n bastón y los empleados se hicieron a un lado. Sabían de q

prenderla. —Habló la mujer de avanzada edad con un tono ca

movió a ver la computadora, hastiado soltó un su

, y ella disfrutaba hacerlo, porque era a la única a quien no le decía nada. Todos en esa casa respetaban a Celestine Blackwood, y

s abuela? —Ex

orma de hablarl

sa anciana es u

o es con premeditación, alevosía y ventaja? —La anc

dio un abrazo a su «

te habías

r allá. Con algún apuesto c

ersona abierta, a veces demasiado. Se le olvidaba que estaba habla

sus nietos, era de cierta forma su

nto y explíqueme aquella loc

olencias y malestar, aunque gozaba

laro? ¡Quiero que te cases! Ya estás viejo

los ojos. Ahí

tengo tiempo p

a y yo te facilitamos las cos

entró con el sobr

abuela con un ápice de emoció

de los demás. —Comentó Cassius, alzando una mano para que se lo

o y su camisa pulcramente planchada y

pción. Ansiosas, esperaron afue

ata, desabotonó algunos botones de la camisa, dejando ver su torso mus

e: Henry

primera y última opción. Lo platicamos amenamente la misma noche en que nos llegó tan alegre noticia, y sepa que mi hija ha accedido

eviera a dirigirle la palabra siquiera. Aún así, co

ía dicho que si si ella no estuviera de acuerdo, pero lo está. Mi

enía tiempo para estupideces arregladas por el delirio de cupido de su hermana y a

jas ventas en algunas de sus empresas. Leyó el periódico; como siempre, hablaban de él y ahora de sus bajas ventas. Decían que ya había perdido credibilidad porque no enseñaba la cara (tenía siempre lacay

untó Elodie,

ntó la mirad

ué d

mi vida personal amorosa. —Volvió a mirar la

lo que decía la carta. —Exigió Cele

nguna expresión en el rost

ión. Celestine se llevó una mano a la boca, no pensó en que funcionaría ni fuera t

r, hermanito? —M

Su expresión era calmada, pasiva. A veces se pregunta

a casar o no? ¿

déjenme

da, le dió un bas

día y ella fue la mejor, y, a no ser que quieras una esposa trofeo que no se pueda valer por

ió un respingo involuntario, sí que era hermosa, jamás había visto algo simi

r Blackwood. —Bromeó su hermana,

ición nunca falla! —Comentó la s

or, que no tengo ti

racaso, pero su abuela a

cuello anticuado y su mirada ahora era im

n adulto, y no había necesidad de

es a buscarm

ado de la familia Blackwood, y sabes que tengo el suficiente

e caso a su abuela. A fin y al cabo, la chica cautivó su atención. Y no estaría tan mal formar un vínculo

—Espetó cuando Cel

ién hizo una revisión general de ella en i