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Las pinturas de Alan

Capítulo 5 V

Palabras:4407    |    Actualizado en: 24/01/2024

su lado, admitía que allí abajo sí se veía más obscuro a como había quedado la casa del omega la noche anterior, a pesar de llevar linternas, no se veía casi nada y cuando llegaron al final de las es

e que alguna tubería se dañara, pero no

—Cuestionó Ian volviendo a pregu

ta pasar por sus pies. —Maldita rata, joder, ya vámonos de aquí Anderson. Ya viste que está clausurado —Se quejó mientras apuntaba su linterna al suelo para patear

ida aquí en este sótano —Se burló Ian mientras l

spacios obscuros y pequeños, pero mientras iban subiendo las escaleras se detuvo momentáneamente en medio de estas hacia arriba, h

Ian al verlo voltear hacia

hacia el rubio quien negaba sin entender. —Creí esc

se cuenta que los ruidos que Alan había escuchado eran gritos de ayuda que eran detenidos por la mordaza en la boca del hombre, el miedo recorriéndole al estar amordazado en la silla bajo el foco de aquella lámpara que colgaba en el tec

las lanzaba al rubio en venganza mientras Ian se disculpaba por haberlo hecho pasar por ese lugar al salir, pero el omega seguía sintiendo rencor por ello e Ian simplement

ó yendo primero hasta su lugar adentro del parque, entregándole el desayuno al guardia con una sonrisa y pidiéndole que le vigilara aquellos cuadros unos momentos en lo que iba por el resto, aunque Ian ya llegaba con los caballetes y la butaca, aun así eran muchas cosas y quizás había sido

a madrugada, a pesar de verse seco, pero luego de lo sucedido hacía una hora con el lienzo pequeño y la camisa de Ian, confirmaba que aún les faltaba para secar. Dejó escapar un suspiro hondo al ver que todos los cuadros estaban a

or cómo te comportas con esas pinturas y algunas cosas en tu casa

dos y una vez que revisó que todos tuvieran su orden correcto, caminó hacia el taburete fr

de su gente y se frustró al ver que cada vez llegaban más negaciones y ni una confirmación, eso lo hizo gr

cido y bufó molesto antes de regresar la mirada a su cuadro. —Si se me arruina otra pintur

éndole que no lo respetaba como autoridad, era el jefe

a mejor en tratarte adecuadamente y con respeto, Anderson —Resp

ecto —Se burló August llegando al lugar, interru

parecía más una mueca por el comentario que el alfa había hecho. —No es mi pareja y tampoco lo quiero como una, menos p

ubio luego de escuchar el comentario del omega y es que parecía tan indignado y rechazado, que era i

nervios, tal vez no vio realmente las intenciones del alfa rubio o se perdió de algo más, no estaba seguro realmente y no creía adecuado cuestionar nada a esas alturas, después de todo, Ian solam

o vas de camino? —Cue

Tengo dos trabajos, estaba en uno de ellos y ahora voy al siguiente, pero decidí pasar para ver si

detuvieron para observar el lienzo que todavía no estaba terminado. —Aún le falta para

ando regrese de trabajar —Pidió August viéndolo con tranquilidad. —¿Conseguiste para dónde mudarte? Tengo un conoci

r rápidamente. —¡Te agradecería mucho si pudieras darle mi número para ver si puedo ir a darle un vistazo al lugar! Recuerda que tengo que buscar un sitio donde pue

rojizo, había algo en él que no le terminaba de cerrar y no creía que fueran celos por lo bien que se llevaba

larlo de mejor manera sin preocuparse demasiado si se quedaba dormido por completo como sucedió la noche anterior en su casa, así

ia August y sonrió a modo de disculpa por no poderle decir realmente lo que hacía puesto que Ian le había dicho que no podía andar ventilándole

nor negaba rápidamente. —De acuerdo, avísame cuando necesites mudarte y yo veo si todavía la tiene disponible

anquilo ve, que de abuelos fastidiosos por las llegadas tarde a cualquier lado, sí sé y son un

aún faltaban unos días para confirmarlo. Se despidió de ambos chicos antes de retirarse, sintiendo la mirada del rubio en su nuca y es que a Ian no le daba muy buena espina aquel h

son —Se burló Alan mientras se acomodaba para termin

—Comentó Ian con una sonrisa tranquila sobre sus la

r, negando levemente por lo inocente que parecía ser el rubio. —Ningún alfa o persona es

o su comentario, pero notó que había sido así cuando lo vio darse la vuelta e ignorarlo mientras gruñía por lo bajo y se quejaba de manera inentendible, Alan tuvo que sostenerse el

utos en los que se estuvo calmando para poder ha

le re

de vuelta, acercándose al alfa para fastidiarlo picándolo con la pun

acomodó en el césped para centrarse mejor en su trabajo

de la llegada de August, necesitaba que se secara para poder ponerle el fijador de pintura y envolverlo en el papel para que pudiera ser mejor transportado de esa manera. Fue cuestión de tiempo para que su concent

quedaban observando antes de seguir de largo, así que no se preocupó demasiado y se encargó de seguir con su trabajo, aunque prontamente todos sus subordinados le dieron completa negación, ninguno se había topado con el sótano

rse y vio hacia el omega, acercándose para picar su braz

tando a la mujer y se sintió avergonzad

e sus labios y negó suavemente a su pregunta. —No, quería sabe

la mirada triste en los ojos castaños de la mujer, notan

ró en confirmación y la mujer asintió

e pedí que me dejara venir a ver por mí misma los cuadros —Contó la mujer, extendiéndole la fotografía que habí

ro para que las demás personas puedan ver la otra cara de la moneda —Explicó. —Muchas personas piensan que todas las víctimas se merecían eso, porque de seguro eran m

ido al jefe de la policía. —Aunque no me explico qué hace él aquí —Señaló hacia el alfa y luego cayó en cuenta del detalle obvio. —¿Están vi

zos. —Estamos haciendo todo lo posible para el caso de sus hijos, nos está llevando más tiempo del que debería porque el asesino es bastante escurridi

mientras que Alan sonreía sorprendido al ver que Ian podía ponerse serio si la situación lo ameritaba, el poder que desbordaba era típico de un alfa que se hacía respetar y extrañamente se s

—Cuestionó mientras tomaba a Ian de la mano para alejarlo de la mujer y cal

lena con un asentamiento leve y sonrió triste. —Sólo dime cuando

tarde preferiblemente y le tendré el retrato listo —Resp

na sorprendida por el poco t

esto de la madrugada, así que tengo tiempo para realizar otros cuadros sin problema alguno —Contó Alan con sinceridad, aunque omitió el hecho de h

ediodía —Avisó Elena con una sonrisa leve y se des

cruzados, imitándole la expresión por unos segu

a la defensiva sin dej

os últimos detalles del cuadro. —Puedes ser bastante serio si te lo propones y si se trata de tu trabajo, pusiste

de su cuerpo con un suspiro y volvió a acomodarse en el césped a un lado del omega pelirrojo, sintiend

y abierta, había colocado un par de sombras más con la forma de animales carroñeros escondidos entre los arbustos al lado de los árboles, había acomodado las sombras de las

el resultado, prontamente vio hacia Alan con una ceja alzada y éste

arado mi mente de recrear este tipo de escenarios ¿De acuerdo? Me gustaría en serio no pintar esta clase de cuadros, pero si la inspiración llega tengo que plasmarla y si no lo hag

es ese tipo de sueños, visiones? —Cuestionó Ian con curiosidad, m

ir y realizarlo, no tengo esa confianza y por ello es que aprendí a sólo plasmar esos sueños en un lienzo y así calmar mi ansiedad por el miedo de lo que suelo presenciar, además de que el asesino parece dejarme descansar por poco tiempo antes de volver a llevarse

con suavidad. —Si hay una forma de que puedas aprender a manejar de mejor forma esos sueños, entonces te ayudaremos, porque era en serio lo que le dije a la señora Elena, ahora eres la c

pecto a sus sueños/visiones y con el caso de los omegas, era cuestión de tiempo y cooperación para poder terminar de atrapar a aquel asesino, no iba a negar que tenía curiosidad por saber la razón por la cual

er el cuadro que el rubio había arruinado en la mañana con su camisa, era una mañana tranquila, así que no había problema que se centra

levando una mochila colgada en su hombro mientras tarareaba observando la hora en su muñeca antes de sonreír, aún faltaba unas horas para poder encargarse de aquel hombre que seguía gastando sus energías gritando detrás de la mordaza que le había

ra mi hermanito —Comentó mientras acomodaba todo a un lado de la silla en una mesa que había llevado junto a la silla. —Las verdades saldrán pronto a la luz y el abuelo lo sa

o que iba a decir, dejaría que el hombre adivinara

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