Mi cariño, eres tan encantadora
anas de
del ultrasonido. De todos modos, solo lo hicimos una v
ería hac
ivorcio al enterarse? No, definitivamente no; al contrario, pensarí
rdé el informe de ultrasonido e
s ventanas parcialmente abiertas. Desde el exterior, se podía entreve
ron atraídos por esta escena: un hombre t
rgo, después de tantos años, ya me había acostumbrado a su apariencia. Sin entorpecer l
jos cerrados, notó un movimiento, frunció levemente el ceño y pregu
a el contenido del ultrasonido y, aun cuando la información no estaba destinada para mí, por algu
muy comunicativo. Luego de su tajante comentario, puso en marcha el
ilencio, habiendo obedecido sus
, ¿a dónde planeaba dirigirse? Aun cuando tenía mucha curiosidad, perma
abía cómo contárselo. Lo miré con el rabillo del ojo, y observé que estab
a mi bolso, estaba algo húmeda de trasp
que salieron de sus labios eran
a aceptarlo después de un tiempo. Reprimí la inqui
mbargo, en ese momento sonó su celular, as
tileza de uno esta, aparentemente, enfocada solo a una persona
e ambos, la gentileza de Hendrix estaba
teléfono, sin embargo, hizo que Hendrix frenase repentiname
frío y severo. Mientras me miraba, dijo, "¡Bájate de
Asentí con la cabeza y me tragué todas las palabras q
ino; no hubo amor de por medio. En el corazón de Hendrix solo esta
nieto se casara conmigo. Aunque Hendrix se mostró reacio, aceptó para agradar a su abuelo. Mientras el viejo maestro siguió con
ía, que lucía siniestra. Probablemente debido al embarazo, no tenía apet
ormida, escuché débilmente, proveniente del
Hen
ompañado p