Antología Cuentos Sexys Deseos de Negocios en una Pareja de Placeres
pretó y metió sus dedos dentro de ella, de buena gana y abriendo sus pliegues, mientras ella chupaba y besaba su vagina,
r hacia sus pechos, mientras el vampiro la chupaba, con esa boca golosa y helada, la muje
mpira se acercó a ella, abriéndole más las piernas, frotando su vagina contra la suya, entre apretando y frotando sus senos, ell
gazo, en ese momento, cuando el va
su polla dentro de ella, centímetro
fondo, hasta que todo la penetró, golpeó su
piernas separadas, empezó a gruñir empujando y tirando, moviendo las caderas arriba y aba
a mujer gritando debajo de él, mientras el va
uchas veces. - El vampiro empujó su poll
ba y tiraba, enterrándola completamente con palmadas piel con piel, empujando su co
aba su clímax, en medio del vampiro girando sobre su costado, una pierna sobre la s
ando y sosteniendo sus pechos, con fuerza, tirando de su cuello y gimiendo y gruñendo con palmadas de
jando su polla en su agujero trasero, ella tiró de ella hasta el borde del sofá, girándola hac
ó a chupar su coño, apretando su clítoris, mientras empujaba y g
no se reproducen, estaría bien
ientras ambos salían de ella, mordiéndole el cuello uno a cada lado, chupando su sangre, la mujer gimió y gri
ndo, mientras se levantaba
o la mujer salió tambaleándose con semen y semen saliendo de sus
.? - Sereni
ablar contigo.
abitación, todavía caminaba po
próximos 40 años, entreteniendo a mis hombres lobo y vampiros. – El
aquí. - Dijo la mujer. – Esto podría extenderse por más tiempo, propon
n cumplido tuyo
tonces...? - Se
z, eres muy sumi
? – Goki l
- Dijo ella,
a aquí y ahora
largo de su vida, tuvo un chulo, con eso, tuvo infinidad de parejas, cariñosas c
tecaria que tenía un abrigo, que disimulaba los mordiscos y sus voluptuosas piernas, antes de salir, se
r? - cuesti
vale una noche.
o de un cliente
el otro día tiene un fetich
ebés? - Seren
a estar ocupada con el hombre que le encanta que lo unt
policía bebé? - S
etiche de pies por
otro – ¿Cuándo será?
oche viene después del t
ombinado. - D
mujer, saliendo de allí, ve
n taxi que se dirigía a sus
na eternidad, ella misma había sido vampira por algún tiempo, pero el dinero era adictivo, entonces, no salía del medio de la casa de los
tras
ada a la cintura, a cuatro patas como el buen perro que era, con una correa, tirado, estaba en a cuatro patas en el piso,