Antología Cuentos Sexys Deseos de Negocios en una Pareja de Placeres
o. - Dijo e
uloso, completamente masculino con bíceps y tríceps y abdominales marcados, el hombre detrás de ella,
, en ese momento, tiraba de él como si fuera su cachorro, se abalanzaba sobre él, además de morde
estidas profundas y poderosas, mientras pensaba en cómo amaba a un cachorro sumiso, en medio de
de él, gruñía y mordía con fuerza, ese cuerpo era tirado, empujado, mientras el hombre lobo levanta
madas en el trasero..., hasta que el hombre se
e fue, quitándose la ropa, ye
tro
Jenifer atend
carne molida cruda que estaba junto con filetes de res, algunos kilos de hígado crudo, en una habi
otas de g
de res y puercos descuartizados, la mujer sostenía el machete, en el cual miraba al hom
tras la mujer untaba carne molida frotando su pene, cuando l
luego, al ver a la mujer tragar su semen, subiéndose encima de él, mientras él comía hígad
bajo, como si él fuera su vaquero, en medio de ser un toro de rodeo, que usaba con ella. placer, los gruñidos del
fuerza por dentro y por fuera, la mujer lo montaba, cuando la fuerza de sus golpes aum
us caderas y sentándose, mordiéndola mientras la chupa
as, luego se fue, dejándola allí para ir a ducharse en los baños de damas, s
as pinzas de manicure, al salir del baño, rumbo al vestidor, vestía el traje de pedicure blanco, iba por
ra, cuando recogió los productos, comenzó a limar sus pies, a aplicar pr
pene duro, empezó a ver la obra de arte que había hecho, entonces, quitándose la ropa, se ac
ne, en ese momento, se masturbó, pasándose los dedos de los pies, hacia su pene, el cual
tras
parte
s, dos habitaciones, una con cuna, donde no se había desprendido de nada. su vida con su esposo, durmiendo encima de una cama que tenía el uniforme mi
bres, esa su primera vez, fue su fama asentada, en la que además de su marido, no tenia demas, tenia una propuesta que ninguna de las otras mujeres
ia sigu
bía estar con un empresario que la estaba esperand
ras a un hombre con un mástil de 20 centímetros, durante poco más de media hora, ese hombre no metió
entre dejar que un hombre le chupara el pecho, era un hombre lobo, grande y peludo, la chupaba la mayor par
itación, en la que se dio cuent
anza, con problemas en el hogar, cuya esposa solo peleaba
oblemas maritales, donde se enteró con una prueba de ADN, que su e