Una dulce venganza

bellísimo, me hice un tratamiento en mi piel color crema y se veía radiante, mi cabello oscuro, lacio, recogido en un moño con una hermosa tiara desd

familia norteamericana. Él era… Era…. Tierno, romántico, comprensivo, amab

esperaba nuestro primer retoño. Hacía una semana que me lo confirmó mi doctor, pero no s

los resultados de unos exámenes cuando recibí una llamada de

comencé a sudar frío, hiperventile, no lo podía creer. Me av

no estaba tan sola como le había dicho en un principio, tenía un familiar en el país y me habían avisado de su fallecimiento. Él no dijo nada,

lo tomé muy a pecho, sabía que de cualquier forma él no podr

atemorizantes hombres de confianza de mi primo Roberto y con ataúd cerrado. Le di muchas veces las gracias

, me la pasé recordando y llorando a mi querido primo

r con la sorpresa que tenía planeada, recibir a mi esposo con la fantástica noticia de que ser

ado y no lo vi bajar, espere por mucho tiempo, caminé y revise todo el lugar

vuelo, quizás había llegado antes o quizás se tuvo que quedar por más tiempo y no

su mano, supuse que de alguna forma se había enterado de la noticia que yo tenía y se puso a celebrar. Me sorprendió

a que venías a verme. — Pregunté

— Se encoge de hombros mie

or ti, fui a buscarte al aeropuer

quería darte una

muy serio al responderme. Pero igual me acerqué para abrazar a mi esposo y darle un beso, sin

eria, confundida, no dejo de

al meneaba sin mirarme, ignorándome, mientras se

e acabó. — Respondió lue

ablas?. — Yo estaba co

entras grita, yo me estremecí. — ¡De

— Mi corazón se acelera, n

vas a llamarme así! ¡Esto se acabó! ¡

o… Te amo y tú me… — Insisto, esto se deb

rlo, unos tipos mafiosos me amenazaron! ¡Me matarían si no te hacía feliz! ¡Yo solo quería acostarme contigo! ¡El polvo má

quiera me amaba, nada más simuló por miedo, ahora que Liam se había enterado de la muerte de Roberto, se sentía libre, sup

vientre nerviosamente y comencé a mirar a mi alrededor, los globos habían sido reventados, solo qued

Estoy

reacción. — ¡¿Crees que me importa?! ¡Es más, te haré un último favor, yo pagaré la clín

n cruel?!. — Grité con

do por años a ti con miedo a morir!. — Me acusó,

ener la risa. Eso me llenó aún más de rabia, no podía creer que mi mej

A BURLARTE?! ¡YA VETE DE UNA BUENA V

rma sensual, con su estúpido vestido ajustado y se posa a s

mandíbula se m

Julieta a su cuerpo. — ¡¿Por qué piensas que viajaba tanto?! ¡¿En

¿Era está la cereza del pastel o había más? ¿Es esto rea

l miedo de que me descubrieran los mafiosos esos y me asesinar

aber por qué, intenté acercarme a Liam. Él

e remordimiento. Yo estaba mareada, la cabeza me daba vueltas, sentí u

HIJO!. — Grité, a

esito pagar ninguna clínica! ¡Yo te ayudaré a

i como la cara de Liam cambió, vi una expresión de psicópata mientras me golpeaba y pateaba sin cesar, co

ncons