Una dulce venganza

e levanté del mueble mientras las l

ron hacia mí, sorprendidos. Traté de calmarme y moderé el tono de mi voz. — Por favo

arecía haberse calmado un poco. Amenaza a los hombres, par

orio de la oficina, toma muy lentamente mientras espera nuevamente que me calm

e frente a mis hombres!. — Quedé perpleja. — ¡¿Enten

nta nuevamente a m

infancia. Luego hablamos sobre su trabajo, no me quiso dar mucho detalle, solo me enteré de lo básico: con mucho esfuerzo, sudor y sangre se abrió paso

ía convertido en el jefe de una de las mafias más importantes de New

un auto con escoltas, un par de tarjetas de crédito y un abogado para arreglar mis papeles. Cl

sin embargo, yo no soy una de esas personas. Puede que sea una vida con lujos y di

imo no podía entender el por qué, parecía muy deprimido, él realmente quería que lo acompañase en esta nueva vida,

quiero esto, nada de esto es para mí, sabes muy bien que nunca me importó el lujo,

nero no hace falta?.

e algo y no podía, pero aun así, esto… No es para mí, las armas, la zozobra,

de esto. — Afirmó, como para rectificar, se ve

rabajo, puede ser de limpieza o mesera, con lo que pueda ganar lo suf

— Asintió serio, parecía molesto

o, verte ocasionalmente, cuando puedas claro y… — Lo

to se correrá el rumor de que eres mi hermana, o un familiar, o mi amante. — Acentuó el tono en esta última. — En fin, como sea, será muy peligroso para ti, sobre todo vi

o. ¿Qué sentido tuvo entonces hacer ese lar

uiré un empleo humilde y digno como gustas, dejaré todo arreglado para sacar tus papeles.

ntre lujos junto con mi primo, pero pertenecer a una

segund

tranquila, una amable anciana era mi casera. Claro, en ese mismo edificio hay

s amistosas y comprensivas, casi de inmediato me hice amiga de ellas, sobre todo de Julieta, ella se convirtió en mi mejor amiga. Mi jefe, el señor An

ajaba, salía con mis amigas, comencé a ejercitarme, compre un diccionario y un libro d

día dormir y no paraba de reflexionar en mi antigua vida, en Roberto, en lo sola que me sentía, en cuanto lo ext

uenas noticias, Les conseguí un evento para esta noche. — Todas no alegramos, en esos eventos ganamos un buen dinero

pina!. — Repetimos

o exageró, todo estaba lleno de lujos. Los invitados empezaron a llegar y nosotras

a; por lo menos, no estuvieron hasta muy tarde. Solo un pequeño grupo se q

te, volteando todas las copas sobre mí, bañándome con el líquido. El sujeto no dejaba de disculparse

con un vidrio. El hombre se puso peor, me tomó por un brazo y me llevó a rastras hasta un baño, allí me lavó la herida, b

de mirar bien al sujeto hasta ese momento. U

, él volvió a sonreír, como si n

oy bien. —

ue hablas español, que bien

ocí a m