INESPERADAMENTE ENAMORADA DE UN CEO
: Vístete
como pudo del agarre del hombre y corrió sin detenerse, pero aun así sentía que su debilidad no
e. -¡Eres una Maldita! -gruño, al mismo tiempo salió corriendo detrás de el
puerta estaba a punto de cerrarse, pensando que estaría desocupada, sin más entró, cerrand
joven camarero aun sorprendido por lo que acababa de presenciar, se percató de la situac
negó con la cabeza y cerró la puerta del ascensor. -M
a un lado de la entrada, y levantó la cabeza agradecida. "Gracias Mami". susurró, pero en ese momento escuchó un golpe y retrocedió lentamente, pensando q
acomodo el cabello a un lado y se retiró el sujetador; quedando en bragas, aun seguía de espaldas pero al darse la vuelta, abrió sus ojos lentamente
saltó al verlo llevando sus manos a la boca,
nuda, sus movimientos y su cuerpo sexy hicieron que el hombre que estab
l, frunció el ceño y le preguntó: -¿Quién te ha enviado? -masculló, mientras segu
con dificultad, el hombre no entendía por que era reacio a sacarla, en cualquier otra situación, habría sacado a cualqui
n sí, se volvió desagradable y con desdén le preguntó: -¿Quién te dijo que vinieras? -su voz era fría, y la niña al es
e la droga había hecho estragos con ella, se acercó al hombre y estiró su ma
por lo débil que se encontraba, pero antes de caer, él, en un movimiento rápido la sujetó y cayeron
esenfrenadamente. -Oh, Por Dios -murmuró ella, se mordi
gruñó:-Seras mia -dio la vuelta acomodando a la niña, debajo de su cuerpo, abrió sus pie
enó de una completa
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ortinas daba en su rostro, abrió los ojos de golpe, al recordar lo que había sucedido el día
us ojos con fuerza y volvió su rostro para ver que era, poco a poco abrió uno por uno, al ver a un hombre
tirar las sábanas de la cama, vio las manchas de sangre qu
e hacía ejercicio fuerte para mantener esa figura, su nariz, sus pestañas largas, en pocas palabra
mbre", se dijo así misma, sintió dolor al recordar lo que iban a h
nzó a recoger sus prendas, para luego entrar al baño.
agua, cerró sus ojos con dolor, recogiendo su valor y orgullo. Al salir se vistió lo más
ismo y si en alguna ocasión nos volvemos a ver, por favor haga de
ertó al hombre, quien enseguida abrió los ojos mirando en dirección a ella, rápidamente la niña salió a toda prisa y él se levantó de la cama, al dars
o, pero no se detuvo, pronto llegó a la recepción del hotel y salió por la enorme puerta. Mientras salía, un hombre y una muj
de servició cerca suyo, subió, por órdenes d
como la pequeña huía de él. -Señor Martín -el llamado de su no
! -ordenó, dejando al hombre aturdido, pero