INESPERADAMENTE ENAMORADA DE UN CEO
: Habita
a la fuerza, dió vuelta subiendo a toda pr
dió su labio inferior aguantando la in
deseo y dijo: -Soy Ben Gordon, y desde ahora serás mi chica, mi mujer o como quieras llamarlo -la sujetó por el antebraz
olo asintió con la cabeza. -Ahora bésame -ordenó con desdén, pero ella se negó a hacerlo, y
toques -farfu
stan las chicas así, ya verás lo que voy a hace
el ceño al ver tal escena, una chica linda y pequeña; con un hombre tan as
e y enderezó su cuerpo con rabia. -¡Si, si ya lo
hombre mientras miraba p
usurro llamando la atenció
que? -preguntó
poco más fuerte, necesitaba a
entras buscaba una botella. -Ten -dijo
da y como pudo, la abrió y
ientras se reclinaba en la silla del auto, esperando
podía creer que hubieran hecho eso con ella, sus lágrim
e prometo que iré a visitarte más segu
, hemos llegado -dijo el chofer, despertando
a, entramos allí, y no intentes nada o tu padre, tu hermana o tu madre, van a pagarlo muy caro -la amenazó y se acercó a ella sujetánd
uevo podrido, y tal vez era eso lo que no dejaba que su cuerpo reaccionara más rápido a la droga, la mantenía
Escuchaste? -la niña al sentir la sacudida, quedó atónita porq
on miedo
tó ejerciendo fuerza una vez más en su antebrazo, lo qu
í señor
e clase alta viene aquí, tu entraras como mi hija y me llamarás papá allí dentro, es simple, con eso no llamaremos la atención -el hombre l
repetidas veces, asustada
entie
ntentes escapar, porque si escapas, tu familia la pasara mal; muy mal -ma
nte, no podía hacer nada, a su edad nadie contrataba p
del auto. -Ten cuidado niña tonta, no vayas a llamar la atención allí dentro o la pasarás mal, no seré suave contigo -le amenazó de nuevo. la ch
mano, sentía que la temperatura estaba subiendo, al
-susurró cerca de su odio, mientras sostenía la
a sí misma, entraron al hotel y lo que no esperaba el señor Gordon, era que Meylin, llamara tanto
y hermoso -expresó ella
esentes, mientras disimulaba estar sorprendida por lo bello que era la recepción del hote
ción y enseguida pidier
se sintió aún más caliente, se mordió con fuer
vuelta, aun sosteniendo a la ch
manera de huir, aun no podía hacerlo, pero se obligaba a sí misma a seguir con este plan. pronto las palabras del hombre hicieron
quedó atónita al entrar al piso de habitaciones.
s, si me vendieron?" pensó. "No puedo dejar que me hagan esto, mi vida ser
n fuerza, bastante incómoda y sin que el hombre se diera cuenta, se volvió a morder el labio i
inaban buscando la habitación. -Busca
po se estaba agotando rogó desde lo más profundo