Amándote hasta mis cenizas
desesperado para que no me quitase de su lado, él aceptó mi beso y pensé que todo estaría bien,
e el cabello de aquella zona de su cuerpo, no sé por qué decía aquellas cosas, pero no me quedaría con las dudas, simplemen
no me diría, pero tenía que intentarlo, no es cómo que ahora que oficialmente comenzamos una re
ero ahora, Becca hermosa, necesito que me acompañes, te tengo una
ra mí? -pregunté
ntándose del sofá y tomando mi mano para que lo a
asta la salida de la casa, donde
s de
dres para que pudiésemos ser novios, según él, nuestra relación no sería oficial hasta que se lo dijésemos a ellos
e no avisar antes, creía que sería mejor si llegaba por sorpresa. Por mi parte, estaba tan nerviosa que solo seguía a mi padre a donde fuera, pero est
amente un mensaje para recordarle que era más atrás, lo reconocí apenas lo vi, de pronto mis nervios se apoderaron de mi cuer
sería el primer café del día, de pronto escuché a mi madre llamarme medio molesta para decirme que preparara todo para darle desayuno a mi novio, claramente no lo dijo de esa forma, pero buen
antes de quedar embarazada, muchas veces esperaba tu mensaje; -Amor, vengo llegando-. Dios sabe cuántas veces me quedé ansiosa esperando a que tu auto apareciera frente al portón, salía emoc
so lentamente fue cambiando, no notaba tu interés, te sentía distante, distraído, interesado en cu
o me daba miedo la reacción de mamá, después de todo ellos no sabían nada, así que mejor esperaríamos su p
cuerpo, traté de disimular mi reacción, pero creo que fue muy notoria, quería más, quería sus labios, desde q
debían entender que esta era la forma, ¿No? Si hubiese hecho lo contrario seguramente me hubieran dicho que otro día o me hubieran
! ¡Podían vernos y todo este plan fríamente calculado fuese tirado a la basura! Nótese el sarcasmo
con ellos, recuerda que igual sigues siendo menor que yo, solo tienes veintiuno mientras que yo veinticuatro. -mencionó y sentí cómo mis ojos co
o y, mirándome fijamente a los ojos, puso una de sus manos en mi mejilla, para acariciarla co
onriendo de lado mientras escondía mi rostro en una esquina de su cuello, sentí cómo su cuer
ré a ti, te amo, y no lo olvides nunca. -agregó sonriendo y le creí, le creí porque tenía esperanzas de que er