Nuestro Placer #Libro 2
ervertido que trataba de forzar a mi mejor amig
squiva. Mis labios se abren un poco sorprendida al ver como su puño impacta de una manera tan veloz en el estóma
—más bien parece la paliza del año—sus labios se curvan en una
ate en sus manos. Golpeó los pies de Cristian. Este aprovecha y me golpea en el estómago y
evanta y corre tras de él. Me quedo apreta
entra Cristi
regunta con preocu
ome de pie—¿te duelen las piernas?
cejas le elevan de arriba hacia a
muro sin despegar m
is labios y aunque él sonríe sus ojos parecen muy serios—si me encuentro a
quiera volver a mo
ue justo ahora estoy sonriendo como una adolescente hormonal, p
presa, había olvidado que mi mejor amiga está
sus pies—puede que tengas un hematom
lo mira roja de la vergüenza. Ella no aguanta y sale corriendo. Yo lo miro desafiante y él baja sus pantalones hasta quedar en un bóxer sexy que me hace sentir
o desnudaste—murm
de sobremanera. Trago seco cuando este s
s a revisar?—pr
jos no evitan mirar su entrepierna. Mis pezones
mujer, no me dejes s
reviso sus piernas y evidenteme
Pero este hombre me hace cometer locuras. Me levanto con la respiración un poco agitada y muerdo mis labios—te puedes vestir—él asiente y se lev
res, pero ninguno de los dos se da tregua. Con mi lengua delineo sus labios y estos se abren permitiendo que mi lengua navegue dentro de su boca. Mi respiración es un
ome su erección. Abro los ojos y lo miro separándome un poco de él y
ontra los míos. Sus manos descontroladas suben un poc
esito co
amos y vemos a
pregunto baja
mirada cae en Cristian quien sigue con una erección plas
l pantalón—salgo de all
to Ada—me dice roj
lla sonríe—¿Qué es tan gracioso
abro los ojos. Mis labios están hinchados, se ve claramente que he sid
a me imagino en la ca
una buena follada de mi parte—doy un r
ir luego de que lo
ice entrecerrando los ojos--¡Cristian Russell!—gri
pregunta sentándose
e Ada—él me mira y me
y me acerco golpeando su cabeza—
a desnuda
y en silencio entro a mi habitación colocándome un short y u
os ojos—¿puedo por lo menos lamerte un po
spondo
e un puchero que me hace casi
?—pregunta Alexa mirándo
tuve que prácticamente secuestrarla para que salga. Ósea, sé que ella muere por m
abro la boca al ver a la traidora de mi
azoncito—murmura y
duro C
mi contra?—pregunto mi
o tan tentador que tiene—Alexa se sonroja—¿puedes creerlo?—pregunta negando—yo que la quiero ente
con los hombres que a veces traigo a casa. Definitivamente Cristian sabe cómo ganarse a las person
ue todo lo que él quiera—además, ya es tarde, deberías irte—Al
Cristian se vaya él vuelv
ngo ningún problema con eso—me sonríe—y me
ocupa también que él vuelva. Además de que anda con un bate
s claro que se puede quedar—ella me abraza y besa mi mejilla—gracia a
o mi cuello ce
je. Te vez agotada—abro los
ahora?—pregunto e
dejas?—asiento
ojos, aunque gracias a la presencia de Cristian parece más tranquila—pásale los aceites por favor A
ejaste a un completo desconocido en tu casa solo para
decirme loca, pero confío en ti—sus ojos se abren un poco y
usando su boca. Me relajo mucho y él continua. Joder, solo por sus manos me casar
os ojos con p
e de Cristian y sale—descansa—le digo dándome la vuelta, pero él me det
de Alexa. La encuentro en la cama sentada por lo que sin
Ada—me dice y la
ahora quiero destrozar al maldito que la tiene derramando lágrimas. Yo sostengo su dolor, dejo que llore tanto que t