Nuestro Placer #Libro 2

ngo sangre del FBI, sirvo para hacer las cosas de manera silenciosa. Por esa razón entro a su baño donde tomo uno

ara tres. Estoy tentada a ir a mi habitación y acosar a Cristian mientras duerme,

o como cuatro horas o menos y eso no me ayuda en nada. Cuando el café está listo lo sirvo y en ese

unta sentándose en uno de los taburetes mientras yo le sirvo el desayuno—tenía mucho s

s ta

ible, encantador

ibido de toda mujer—él l

uando estoy dispuesta a res

tomando un vaso

te cuñada—ella abre los

erio?—pre

nde mucho. No niego que estoy encantada con él. Ambos debaten el tema de cuñada o no por lo que no le presto mucha

suspiro

sto de mane

te he dejado miles de llamadas

omo Alexa y Cristian dejar de

secretaria, todo el estudio es un caos, te ne

esperar respuesta cuelgo—Ariadna es ofici

egunta deja

mi habitación y me baño para luego cambiarme—me voy, tengo cosas que hacer en el estudio—digo m

ce un puchero y muerdo mis labios

i respuesta l

lo espere deja un casto beso en mis labios—te

so para mí, pero es algo que no pienso detener, quiero seguir co

eso solo es causa de Oto Russell. Creo qu

*

erdad? Suspiro pesadamente mientras mis manos recorren mis piernas para lavarlas, un buen baño no está

loco donde estaba anteriormente. Un

tian hace que abra los ojos rápid

nto para que no m

afuera hace un frío del demonio—contesta y eso causa que rí

a abrirte—amarro la bata y camino descalza a la pue

o. Camino dentro y él me sigue cerrando la puerta antes—es una bonita manera de

stian—él se acerca

eja?—pregunta invadien

ncentrada por su cercanía—no re

iempo para apartarlo, pero yo solo lo agarro

labio inferior y eso causa que sus manos agarren mi cintura con fuerza. Mi respiración es superficial, pero sigo combatiendo en una ba

or su espalda para acariciarla, es tan fuerte. Sus manos dejan mi cuello para bajar hasta mi trasero el cual

nto mi entrepierna húmeda, pero sé que de

e enrede mis piernas en su cintura. Lo siento caminar y mi espalda da contra la pared. Él sigue en su tortura. Mis manos van a su rostro para levantarlo y besar

ón queda atascada en mi garganta. Él mira mis pechos

ón desaparece en su boca y siento su humedad en mi piel. Mi espalda se curva mis labios se abren. Cristian no me da tregua, el mordisquea mi pezón para

do al escuchar el gemido con su

l timbre de la casa es tocado,

bata y suspiro, sé que mis mejillas y cuello deben tener un sonrojo muy

tian cuando avanzo—estás medio desnuda Ada ¿no pe

mi ropa interior y un vestido suelto, mierda, sigo excitada. Me coloco la ropa interior y

a Cristian y recordar las atenciones que les daba a mi

Jordan se encuentra sentado junto a Ale

s Ada—saluda

é haces aquí?—pregunto sen

por lo cual no iras al programa—asiento mirando los datos de la

orazones, pero Jordan de verdad le desagrada, ella dice que se aprov

oy ocupada—digo

da, últimamente estas muy estr

ír al ver la cara de incredulidad que tiene Jord

la noche Jordan—él s

esperarlo besa mi mejilla para l

o y viéndome con las cejas elevadas. Susp

marcando territori

—contesto y

e un placer verte de nuevo aquí C

pareja?—pregunta con una s

s—hace un puchero—es bueno que tú seas amable y me brid

habitación y yo camino a la mía con Cristian si

ual me enrolle una vez—me lanz

a sonrisa tímida lo cual causa que de vea sexy. Mi entrepierna sigue afectada as

nta de Cristian hace que

sobre mi cuerpo mirándome intensamente. Él agarra mis manos y las sube hasta mi c

aprovecha para adentrar su mano. Uno de sus dedos acaricia la fina tela de mis bragas—te si

sobre mi intimidad, mi espalda hace un arco perfe

es que mi rostro opta cada vez que su dedo entra y sale. Su pulgar

lmente, Cristian adentra otro dedo y exploto en un magnifico orgasmo. Mi mente esta nublada y siento las piernas como gela

—me dice, pero luego gruñe cuando mi mano traba

uego con sus testículos y siento su cuerpo tensarse antes de que se corra en mis manos. Él muerde fuerte mi labio inferior que siento como

mano de su miembro y luego me levanto para lavarme las manos. Cuando

auto—me dice colocándose su ropa—vuelvo ensegu

viene y entra en la habitación para cambiarse y quedarse en unos pantalones holgados que le que

pareja de su hermano, él dice que está loca y me da m

rada bastante—murmur

presa—y soltó la bomba, así como si nada—me mira y lu

por lo que le grit

e un rato contigo

istian co

y ella busca respuesta en mis ojos—¡qué lindo voy a

es todo lo que di

istian me mira de manera cómplice y yo solo son