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El infierno de los Sarkovs

Capítulo 3 El amuleto

Palabras:2302    |    Actualizado en: 18/02/2023

bía sido al despedir a la mujer, ella insistía en regresar. Esta v

Ese rol de víctima no le serviría de nada. Era una mentirosa, muy probablemente una estafadora, que ni siquiera se atrevía a mirarlo a los ojos. Sin embargo, al vers

Markus para que se llevara a la atrevida y de encerrarse en algún lugar pequeño y oscuro. Desconocía la natu

abría que

el escritorio, pensando. Tal vez debía entregarle el diner

on su dinero, sólo le pido que me de

r descubrir cuáles eran s

e y Samantha sonrió aliviada—. Pero Ingen volverá a la

erlos cerca, así recordaba h

tablas de multiplicar? —S

trevía a burlarse de él. De seguro ya creía que lo tenía en la palma de la mano, que con su

ró Vlad, con una sonrisa t

propinas. Ella lo atribuía a su sonrisa. Siempre le sonreía a los clientes, transmitiéndoles sus buenas vibras, así lo decía su madre y al patán de Vlad Sarkov parecía hacerle falta una tone

dijo, extendié

ró su nuevo jefe. Si ya le tenía bronca, no lo haría en

demás sirvientas. Habla con... —Buscó en el archivo

e dijo ella,

nte de él? ¿Celebraba por haber conseguido exac

olvió más amplia, él necesi

rga

lió cor

l gel. Se limpió la mano mancillada por la rudeza de la mujer y suspiró. Ya limpio, el aroma de

bre de "Samantha". Se quedó viéndolo, no muy conforme. ¿Qué era una Samantha? Cuando

sirvi

ado en el espacio tiempo. Y en este espacio y en este tiempo, lo q

ta aprov

ó un me

rial de las clases de Ingen. Eso ya era parte del pasado

en su bols

s en la cocina. No te quiero en la bibl

o si alguien hubiera penetrado en su cabeza y leyera sus pensamientos. Tal vez su jefe tuviera poderes telepáticos

mero como "V

onvencida. No era muy respetuoso tutea

por "Señ

viejo, cuando el hombre debía tener a

mensaje l

lemas de comprensión lectora? Si no respondes,

tono autoritario. Le daban escalofríos y eso que ni siquiera lo tenía cerca. No, n

nombre y le

saje ha sido leído y comprend

elección de nombre. Esa mujer no lo engañaría, todo lo co

vale o enfrentarás

e no debía tomárselo personal, el tipo debía tener sus propios prob

staría

eso lo recordaba bien. Cinco minutos bastaban para preparar un buen café y a él le gustaba negro y bien cargado, nada del

cerebro de queso de Vlad ideaba todo tipo de conjeturas descabelladas, cada una

co minutos es lo máximo que esperaré por

y el líquido salpicado sobre el platillo. Si intentaba drogarlo o envenenarlo, ciertamente se habría esforzado en ll

ía act

daba bastante bien. Ella era mucho más alta que el resto de sirvientas por lo que el atuendo le qu

ese encaje en el borde. Tal era la concentración de Vlad en aquella apreciación que le pareció estar sintiendo la pr

teléfono para llamar a la policía. La mujer ocultaba su perversidad bajo una apariencia torpe,

mada una vez más, r

te veneno

ó ella, sin dar crédito a l

que puso estuvo a punto de arrancarle a Vlad una sonrisa. De acuerdo, tal vez no quería env

ía estado memorizando los nombres y rostros de sus empleados en la empresa y también un plano del edificio para saber dónde estab

dicho amablemente ella, como si él fuera algún retrasado, un inválido. No soportab

iempo. Mientras más se tardara en una tarea, menos cosas haría, así funcionaba la mente de los pueblerinos. Y ella parecía moverse

amó ella t

ió igno

ya está

arto. No tomo café

tancia de la eficiencia

provista de toda la delicadeza anterior. El café salpicó las galletas e hizo un desastre. Sin mencionar la cara

a jaloneando e

guro de la razón, dejó el escritorio y la aferró de la ci

de fragancias artificiales. Ella no usaba perfume y tampoco seguiría usando el delantali

madre, ciertamente la había engañado. Mientras miraba el delantal e

scalera. En el pasillo casi chocó con Anya. La s

está tu delanta

alzar la mirad

rdí, s

nuevo, pero se te de

eso había creído ella. Era en realidad una mentirosa. Todos los delantales perdidos habían sido hallados en la ha

sa, y Anya no toleraba a las mentirosas

quitó, señora.

sta la so

ue con tu trab

lo quitó es porque no quiere que lo

tranquilidad de Vlad es lo primor

seño

se convirtiera en una nueva obsesión de

e. Había más de veinte personas allí, todos altos ejecutivos, tod

pudiera, pero era imposible. Había mucho que hacer antes, muchos misterio

textura lo llevó a la seguridad de su despacho con cerradura eléctrica, al enorme poder que sentía sentado tras su escritorio, a lo firme que se oían sus pal

zó ante aquellos pensam

e las acciones de tu división

informe detallado. Como pod

ie volvió a mirar extraño a Vl

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1 Capítulo 1 Zero2 Capítulo 2 Otro punto de vista3 Capítulo 3 El amuleto4 Capítulo 4 Dudosa sexualidad5 Capítulo 5 El poder de las sonrisas6 Capítulo 6 La primera noche juntos7 Capítulo 7 En las manos correctas8 Capítulo 8 Las perversas clases de cocina9 Capítulo 9 Castigos que dejan marcas10 Capítulo 10 Matrimomio y dominación11 Capítulo 11 Su cervatillo12 Capítulo 12 Cervatillo caído13 Capítulo 13 Los hijos no son perfectos14 Capítulo 14 Pensamientos obsesivos15 Capítulo 15 Secretos en el baño16 Capítulo 16 El peso de las decisiones 17 Capítulo 17 Ayuda divina18 Capítulo 18 La clave del éxito19 Capítulo 19 No correspondidos20 Capítulo 20 Aprovechar el presente21 Capítulo 21 La prueba22 Capítulo 22 La sustituta23 Capítulo 23 Premio humanitario24 Capítulo 24 La ironía de las bolas25 Capítulo 25 Antiguas rivalidades26 Capítulo 26 Venganza y madurez27 Capítulo 27 Despedida28 Capítulo 28 La novia secreta29 Capítulo 29 Los besos de Ardelia30 Capítulo 30 Sueños rotos31 Capítulo 31 Vlad, el fugitivo32 Capítulo 32 Vlad, el exterminador33 Capítulo 33 Decisión 34 Capítulo 34 Violeta35 Capítulo 35 Pecadores36 Capítulo 36 Renunciar al amor37 Capítulo 37 Noche especial38 Capítulo 38 En la oscuridad del pozo39 Capítulo 39 Asociaciones peligrosas40 Capítulo 40 Familia disfuncional41 Capítulo 41 Dulces sueños I42 Capítulo 42 Dulces sueños II43 Capítulo 43 Un nuevo comienzo44 Capítulo 44 Tú, yo y el cielo I45 Capítulo 45 Tú, yo y el cielo II46 Capítulo 46 Corazones en reparación 47 Capítulo 47 Condenados48 Capítulo 48 Los chicos Sarkovs49 Capítulo 49 Novio de prueba50 Capítulo 50 Un año más I51 Capítulo 51 Un año más II52 Capítulo 52 Revancha 53 Capítulo 53 Adiós soltería54 Capítulo 54 Una nueva amenaza55 Capítulo 55 Cabos sueltos56 Capítulo 56 Regalo de bodas I57 Capítulo 57 Regalo de bodas II58 Capítulo 58 Luna de miel: Semana de Sam59 Capítulo 59 Luna de miel: Semana de Vlad60 Capítulo 60 Los secretos de Ingen61 Capítulo 61 Cenando con el enemigo I62 Capítulo 62 Cenando con el enemigo II63 Capítulo 63 Un día en el trabajo de Sam64 Capítulo 64 Una buena cita65 Capítulo 65 Días difíciles66 Capítulo 66 Resistencia paterna67 Capítulo 67 Las perversas clases de yoga68 Capítulo 68 Educación parental69 Capítulo 69 El valor de un enemigo70 Capítulo 70 El deseo71 Capítulo 71 Insomnes, pero felices72 Capítulo 72 Selección natural73 Capítulo 73 El que ríe al último74 Capítulo 74 Día de clases75 Capítulo 75 Secretos sucios76 Capítulo 76 Sueños contigo77 Capítulo 77 Vida familiar78 Capítulo 78 Una buena negociación 79 Capítulo 79 Los chicos Sarkovs II80 Capítulo 80 Merecido cansancio81 Capítulo 81 Resignación 82 Capítulo 82 El súper poder83 Capítulo 83 Fue culpa de la monotonía84 Capítulo 84 El proyecto de ciencias85 Capítulo 85 De familias perversas y otras cosas86 Capítulo 86 Epílogo87 Capítulo 87 Extra: Carrera política88 Capítulo 88 Extra: Buenos perdedores89 Capítulo 89 Extra: La novia del año90 Capítulo 90 Extra: La crisis de Sofi91 Capítulo 91 Extra: La mejor familia92 Capítulo 92 Nueva historia: Regresa a mí93 Capítulo 93 ¿Quieres guerra ¡Guerra tendrás!94 Capítulo 94 Sofi:1, Andy:195 Capítulo 95 Remedios caseros96 Capítulo 96 Lo que hace el aburrimiento 97 Capítulo 97 El inicio del fin98 Capítulo 98 Intelecto superior99 Capítulo 99 Habilidades quirúrgicas 100 Capítulo 100 Equilibrio espiritual