Secreto de MUJER
revista pasando la hoja al mismo tiempo que masticaba una goma de marcar con la boca abierta de la manera más irritante posible. El reloj en la pared continuaba su andar sonando sigilosa
ares que iba. Quién podrÃa imaginar que tendrÃa tantos traumas en su vida por culpa de hombres tóxicos que no supieron valorarla. Solamente nos habÃa contando la primera parte de su te
metida en la historia, tal vez sintiéndose identificada en algún pun
de esa manera, realmente estaba muy desesperado por tener tu a
sante tu historia - dije también empeñada
xclamó Rose un poco escéptica. Era obvio que le costaba mucho expresarse con libertad. Quizás no terminaba de
na gigantesca "S". Eso provocó que todas nos viéramos en la obligación de bajar el volumen de nuestras voces para poder hablar - no puedes dejarnos con esta intri
nico que les contaré - aseguró Ro
historia - propuso Pamela sacando al
ben darle un poco de espacio. Mejor hagan que entre en confianza, y tal vez a
do. No podÃa imaginar que era eso tan duro que le habÃa sucedid
uerpo contra la silla dónde yacÃa sentada - estarem
ada de nuestro pequeño grupo - desde que llegaste siempre te he visto muy callada, pero algo me d
a veces siento que exagero las cosas - decÃa Patrici
cuesta contarla ten por seguro que si lo es - dije tratando de h
nto le habÃa afectado en su pasado, tal vez al expresarse u
egresarme a mi casa, mi meta principal era ser el orgullo de mi madre aunque a esa edad no sabÃa lo afortunada que era. Asà fuese la niña más desadaptada de toda la institución mi madre fuese estado orgullo
uno me llamaba por mi nombre, ninguno decÃa " Hola Patricia" para ellos siempre era, "Allà viene el patito feo de la clase", "la sabelotodo" "la nerd" y aunque muchas veces hacÃa caso omiso a
n mi sonrisa mostraba al mundo que mi vida era perfecta llegando asà hasta la preparatoria co
ue me embargaba asà que decidà tomarme un poco de tiempo para mÃ, hacer amistades y olvidarme por unun poco con los chicos, piel blanca, alta, cabello largo y un cuerpo acordé para una niña de trece años,
vida no traerÃa nada de lo que pu
egio a la casa y de la casa al colegio. Les puedo decir que era mi vida perfecta, era apenas una niña
mucho tiempo. Ella veÃa a mi madre como su segunda madre y yo veÃa a la de ella de la misma manera.
onde todos los chicos se babeaban al verla pasar. MarÃa era ese tipo de personas que le gustaba ser libre, que podÃa ir a dónde sea y hacer lo que quisiera. Yo pensaba
só con mi madre, ahora se habÃa convertido en una persona déspota y egoista, asà que esa relación acabó en divorcio cuando yo apenas tenÃa 14 años. Quisiera decirles que todo estuvo bien, y que fue la mejor decisión que se pudo tomar, p
upeta. En pocas palabras, era una blanca insÃpida, que nadie jamás se fijarÃa en ella. Llegaron los 15 años de mi mejor amiga y con mucha emoción decidà celebrarlos a su lado, aunque MarÃa te
Ãa llegado a su celabracion de 15 años - ¿Quieres un trago? -
ité un poco para que MarÃa pudiera escucharme debi
amiga un poco confundida - tómate solo un trago, por mà ¿s� - ins
stra amistad dure muchos años más - chocamos las copas para rea
bebida y conocà muchos amigos esa noche, casualmente uno tenÃa el mismo nombre que mi padre. Su nombre era Jairo, era un chico alto, rubio, piel blanca, robusto, tatuajes en los b
gún resultado, y es que como lograrÃa algo si en esa fiesta habÃan jóvenes herm
casa en esas fachas, que explicación le darÃa a mi madre si nunca antes habÃa hecho algo asÃ. Tomé un baño, me cambié de ropa y MarÃa me acompañó hasta mi casa. Ese dÃa dije que jamás volverÃa a tomar pero sÃ, están en lo cierto, si volvà a tomar después de esa ocasión, incluso ya se hacÃan más frecuentes las
de MarÃa que yo no conocÃa, al llegar esa vivienda parecÃa un basurero, envuelta en puro humo de cigarros (o eso creÃa yo), botellas de alcohol por todo el piso, cajas de pizzas a medio comer, alfombras mojadas y una cantidad de personas dormidos donde sea esparcidos por toda la casa. Esa fue la señal de alerta que n