El fragmento ámbar 2: La extinción del fuego
on vida, hasta que al final había terminado por apagarse. El anciano que se sentaba cerca golpeó los leños carbon
sculló para sí—. Muchach
n la parte superior de la vara, hasta que impactó
to—. ¿Se puede sabe
du
y pálido, que miró con ojos ojerosos llenos de
guera con su bastón—. Hay que volver a encenderlo, o si n
ba trabajosamente—. Además, como si fuera tan fácil saber
raznido que pretendía
bó también los días y las noches, y
soles siguen allí, brillando con fuerza —dijo el chico mientras rebuscaba entre los fa
ién sabe, y qué importancia tiene? Las nubes no se van a ir a ninguna parte, así
s que quedaban colocó las ramas y las hojas. De un bolsillo de su capa vieja y raída sacó un par de piedras oscuras e irregulares, y comenzó a hacerlas chocar la una con la otra. Las chispas comenzaron a salir despedidas para ir a aterrizar sobre las hojas y las ramas, pero parecía que el fuego se resistía a prender. Después de forcej
intió el calor de las llamas calentar sus manos nudosa
sentó junto al invidente, con los brazos alrededor de las rodill
a pregunt
me llames eso —re
y abuelo
ro sigo tenien
egunta es
nos segundos, meditando, hasta que al fi
siguió la victoria sobre los Yinn gracias al Fragmento Ámbar… Y q
s, ya
l Fragmento Ámbar? ¿De dónde
aspeó, frotándose las
te cargó un gargajo y se volvió para lanzarlo por los aires—. Durante mucho tiempo se creyó que había sido una
tó el joven—. Si permitió a los hum
cho ignorante —respondió el anciano—. Dicen que se trataba de una lágrima de la diosa Alwa, que lloraba p
y se cambian las tornas; el poseedor se convierte en el poseído y la gema lo corrompe, le arrebata todo cuanto le es propio. Le hace perder la razón, le hace querer destruir a todo el qu
forma que a él? —insistió el muchacho, levantando el brazo para señalar la en
o. Un soldado sin parangón, con una habilidad marcial y militar insuperable. Y cuando sostuvo la lágrima de los dioses en la mano… Adquirió la fuerza de un titán
janía—. Ella no era fuerte. No era rápida, resistente, ni sabía pelear. Ella era pura… y cuando tuvo el Fragmento Ámbar, su
uí quedamos