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AMORES PELIGROSOS

Capítulo 4 ¿UNA PEQUEÑA LUZ

Palabras:2243    |    Actualizado en: 18/01/2023

ando salieron su padre aun los estaba esperando, pero tenía una gran sonr

asaron bien y dime,

so de ahora en adela

sorprendida por aquella decisión—,

, quiero que s

a que su hijo atara su vida a una mujer como ella—. Jackson haló a su hijo a punto donde nadie

n seguro de algo, como

hijo,

te tú el que me trajo haci

redero, dices querer una vida distinta a mis negocios, lo acepto, y

ócrita re

ella, los perseguirá, y vamos, tú no amas a l

Y la verdad, me importa muy poco

sí será. Solo espero que no te arrepientas

tó ella, mordiendo sus uña

rte. Estoy esperan

no me casaré conti

al part

hace un instante me trates como la peor de las bauser

mi esposa. Total tarde o temprano lo s

sar, que aceptaré

ro: «no temas, si accedes a hacer mía, te elevaré al

ecido, Anabell sintió como su rostro se enroje

e tu hijo y tú, tenga

rostro, para ella esas palabras

e las arreglaré para con

han instruido muy bien, no has sido el prim

ás bastardos, soy diferente

borrar aquella historia para reescribir nuevos capítulo

abajo, ya he perdió tiempo valioso —Anabell quiso m

mente—. Ya te lo dije, hoy será tu última

á mi jefe, en ocasiones sale y deja

mprendo, porque quieres

o des

onfianza, esperemos que ese

lo no me

replantear los términos del contrato de Anabell, quién lucia ansiosa, no sabía qué pasaría. Lo

—Patrick hizo su aparición, después de que

olo para mí y nadie más, no, más bien, ¿cuánto quieres, p

la quieres tener perfecto, pero yo no puedo perder a m

edes quemar, ¿ves a mi padre, me imagino que conoces su reputación?

s la oferta del caballero, aquí presente, ya después miramos —Jacks

, hice una promesa y la cumpliré. Soy tu h

sus caprichos—. A ver, Patrick, tienes un rostro muy bonito, ¿sería una lástima, si mañana en la mañan

an escándalo, por un s

ardo que le incomodaba—. Mide tus palabras, porque mi paciencia tiene un límite. H

r por una zorra, que no e

o es poco, comprado con lo que mis hombres te harán de no acceder. Sí vuelves a hablar as

illones dólares y

renta minutos la llave de la libertad, llego—, toma aquí está lo que pediste. Espero que

podía asimilar que al final sus no

con tal fuerza, que él pudo impregnarse por su calidez—, estaré en deuda contigo, no

solo lo haré yo, siempre que tú me lo permit

fianza, para suponer que me lle

e, soy demasia

ntos no s

s de ti, el Daniel que fui al principio de la noche,

Ce

e está sucediendo en este instan

loco, una m

la menor duda, has salido victoriosa de

o supondré que tengo de

, y yo me encar

ón. Supongo que aún deben conversar, espero que las decis

a Anabell a su casa, eso sí, la vigilancia no

do. Espero que tu padre y tú, n

único por lo que te tienes que preocupar,

verás. Montaré m

staré alentando. Bueno, aunque no quisiera ir

irse, fue detenido por el llant

dudo en ir junto a él, y Daniel la acompaño—, ¿mamá, que le pasa? —La des

a esta hora él desea junto a ti

ell se sentó en una mecedora, y se colocó en posición para amaman

ue presenciaba Daniel

Anabell, con una pequeña sonrisa en su rostro

mayoría de las mad

s que he podido disfrutar con mi ángel. Así que po

ro, que no te

nsado eso, solo que tu r

lo menos ya

e durmiera, de cierta forma él tamb

res ca

e hecho

rá nada —con gran delicadeza Anabell puso su pequ

moso, tiene tus

r, estoy acostumbrada a ver

unos reverendos tontos. Basta con admirarlo par

ente, ¿no es así? —Anabell volteo a ver a

vino aquí de vista, él comenzó a i

u madre, mi deseo e

r conmigo de f

ra hay que dejar que el pequeño des

or fa

que dar un paso, en ese momento su corazón experimento

, acué

lo de

ve des

Daniel quiso colocar al pequeño en su cuna

así se

egu

o en la habitación

s dada por Anabell, y vaya que funcionaron, pues el pequeño Li

pero así lo adoro. Dejémoslo por

esta

rgía —ambos bajaron a la cocina, Anabell prep

sta puedo pedirle a uno de m

poco es prudente lle

l se percató como Danie

ue me pondrás más incóm

timido, bien no puedo quejarm

equivoq

o? —Daniel se acercó a A

ni un p

solo quería ver

sta de

esó a Anabell, y por más que ella quiso resisti

a de Anabell desapareció—. Lo vu

der nuevamente, es porque tendré tu autorización,

haré c

nerme pa

no me que

mala ha sido

ste, y me sorprendiste, mi niño no ha tenido

l, por cierto, q

Así que, por fin, tendremos el

permite que

s nec

lo, no me nie

tendrás qu

lo

ilos, aquellas dos vidas, pronto

tin

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